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Navegando el Océano Ártico con destino al Polo Norte

Nuestra aventura comenzo en Oslo, la capital de Noruega, de cerca de un millón y medio de habitantes, que es tradicionalmente conocida por sus preciosos verdes paisajes y la gran variedad de museos, únicos en su clase, como el Museo Nacional Marítimo de Noruega y el Museo de los Barcos Viking, que exhibe una gran variedad de ese tipo de barcos tan antiguos como algunos del siglo IX. El Museo Munch, posiblemente el más famoso de Oslo, es un extraordinario museo de arte, dedicado a la vida y las obras del pintor noruego Edward Munch, cuya pintura “The Scream” es mundialmente conocida.

Munch, el moderno Museo de Arte de Bjorvika, Oslo, uno de los más famosos del mundo, dedicado a las obras de Edward Munch.
Munch, el moderno Museo de Arte de Bjorvika, Oslo, uno de los más famosos del mundo, dedicado a las obras de Edward Munch.

Un lugar inigualable de esta interesante ciudad es el Parque Vigeland, donde el turista puede descubrir el instinto artístico del que Oslo está rodeada. Esta galería al aire libre muestra las esculturas de Gustav Vigeland, que fue creando y colocando sus piezas de hierro forjado, granito y bronce, una a una desde 1924 hasta 1943. Vigeland es mas conocido por sus audaces y sorprendentes representaciones del cuerpo humano, que son evidentes cuando el viajero camina a través de las exhibiciones a ambos lados de la ruta principal del parque.

Esta escultura, única en su forma, tallada en hierro forjado, bronce y granito se exhibe en el Parque Vigeland de Oslo.
Esta escultura, única en su forma, tallada en hierro forjado, bronce y granito se exhibe en el Parque Vigeland de Oslo.

Después de visitar Oslo por tres días, saboreando los típicamente deliciosos platos noruegos de salmón ahumado, pez torr, bacalao, y arenque en escabeche, famoso por su agrio sabor, volamos a Longyearbyen, la capital del archipielago de Svalbard, un pueblo de minas de carbón, desde donde comenzaría nuestra travesía en ruta al Polo Norte.

Longyearbyen, la capital de Svalbard, es un pueblo de minas de carbón, desde donde comenzó nuestra aventura.
Longyearbyen, la capital de Svalbard, es un pueblo de minas de carbón, desde donde comenzó nuestra aventura.

El M/V Ocean Diamond comenzó a atravesar por mares repletos de hielo y vistas incomparables de geisers y montañas colmadas de nieve. Nuestro hogar por los próximos 10 días, alberga 175 pasajeros en espaciosas cabinas, con baéos privados, TV y teléfonos, además de una serie de salones, bares y un amplio restaurante.

Nuestro primer punto de desembarco fue Krossfjorden, donde los 12 botecitos Zodiacs con 10 aventureros cada uno partieron hacia Ny Alesund comenzando a circular el area en busca de la típica fauna de esa zona. Krossfjorden es un fiordo de 19 millas de largo alrededor de la costa de Spitsbergen y uno de solo 5 asentamientos poblados del archipiélago de Svalbard. Ny Alesund es conocido como el pueblo más septentrional del mundo, un ex-pueblo minero que sirvió como el punto de salida del explorador Roal Amundsen para volar hacia el Polo Norte y Alaska más tarde. Allí visitamos la torre de amarre donde el dirigible de Amundsen estaba atracado, así como la oficina de correos localizada en “el punto más al norte del mundo”, desde donde enviamos tarjetas postales y estampamos los pasaportes para mostrar cuán lejos nuestra aventura nos llevó.

Diariamente los Zodiacs parten del Ocean Diamond (al fondo) para que los pasajeros puedan disfrutar las vistas de cerca.
Diariamente los Zodiacs parten del Ocean Diamond (al fondo) para que los pasajeros puedan disfrutar las vistas de cerca.

Más tarde embarcamos los Zodiacs y pudimos visitar el Glaciar 14 de Julio. Esta maravilla de color azul celeste, a 30 pies sobre el nivel del mar recibió su nombre por el Día Nacional de Francia, y tuvimos la suerte de encontrar allí varias focas y kittiwakes, los típicos pájaros del Ártico.

Las morsas se reúnen en grandes grupos pero son más perezosas que las focas o los osos polares.
Las morsas se reúnen en grandes grupos pero son más perezosas que las focas o los osos polares.

Después de la cena de bienvenida del Capitán Herve Parage, el Ocean Diamond continuó navegando alrededor de Krossfjorden, disminuyendo la velocidad para poder admirar la belleza de Lillehookbreen, uno de los más grandes glaciales del archipiélago.

Los osos se aprovechan de los grandes bloques de hielo a la deriva para transportarse de zona en zona del archipiélago.
Los osos se aprovechan de los grandes bloques de hielo a la deriva para transportarse de zona en zona del archipiélago.

El buen tiempo no nos acompañó el día siguiente y aunque no pudimos desembarcar, tuvimos la oportunidad de presenciar las actividades de un grupo de ballenas en Graveneset, un área muy remota que sirvió para la caza de ballenas en el siglo XVII y donde, cuando se puede visitar, hay oportunidad de admirar los restos culturales, como las tumbas de los balleneros y las ollas de grasa que usaban los pescadores de la época para convertir la grasa de las ballenas en aceite.

Los visitantes se deleitan durante toda la travesía presenciando desde el barco gigantescos glaciares y bloques de hielo.
Los visitantes se deleitan durante toda la travesía presenciando desde el barco gigantescos glaciares y bloques de hielo.

Dos días más tarde, con la hermosa naturaleza a toda luz presenciamos mientras navegábamos una vasta extensión de mar repleto de hielo al norte de Spitsbergen, evocador de mosaicos congelados, un mar congelado que sirve de atractivo escenario para los osos polares, ya que les permite caminar sobre la superficie del agua sin detección y desde donde pueden cazar las focas. Fue una gran experiencia ver los enormes osos blancos “saltando” de hielo en hielo. De allí continuamos con los ojos bien abiertos, mientras pasamos por la pequeña isla de Moffen, donde, en algunas ocasiones se congregan más de 100 morsas en la punta sur de la isla.

Focas retozando en Torellneset, uno de sus sitios favoritos de Svalbard.
Focas retozando en Torellneset, uno de sus sitios favoritos de Svalbard.

A la mañana siguiente visitaríamos las Siete Islas, un grupo de remotas islitas, lejanamente situadas al noreste del archipiélago de Svalbard, y especialmente conocidas por sus montañas en forma de sombrero y por ser un paraíso para las aves marinas y las enormes morsas. Tuvimos la suerte de también divisar dos osos polares, ya que ellos no viven en esta zona todo el año y solo llegan de visita sobre pedazos de hielo a la deriva.

Los gansos Percebe (Kittiwakes), que se pasean en grupos por las costas, son típicos del archipiélago de Svalbard.
Los gansos Percebe (Kittiwakes), que se pasean en grupos por las costas, son típicos del archipiélago de Svalbard.

De allí nos dirigimos hacia Storoya (“Gran Isla”) que se levanta como la gran cúpula de cristal del Ártico. Embarcamos los Zodiacs una vez más y mientras cruzábamos entre los bloques de hielo pudimos fotografiar varios osos polares y varias morsas agrupadas al extremo de la helada isla.

El próximo destino seria Kvitova, el punto más remoto del archipiélago de Svalbard, donde se erige un monumento conmemorando los tres miembros de la expedición de 1897, que lograron llegar a la isla navegando en bloques de hielo, desgraciadamente pereciendo dos semanas más tarde.

Enormes bloques de hielo, montañas y nieve adornan las aguas de Svalbard.
Enormes bloques de hielo, montañas y nieve adornan las aguas de Svalbard.

En Zodiacs continuamos para poder divisar en los siguientes días los acantilados de aves de Alkefjellet, de más de 300 pies de alto, enormes montañas de basalto, con fantásticos pináculos, torres y picos que anualmente atraen parejas reproductoras de araos Brunnich así como gaviotas y los típicos gansos Kittiwakes.

Desafortunadamente el tiempo no cooperó más con nosotros y a 82.8 grados de latitud, un nuevo récord para este barco, hubo que regresar y solo soñar con haber podido alcanzar el Polo Norte. Nuestro punto final de desembarque sería Camp Millar, que años atrás fuera una base de minas de oro y hoy en día es un refugio de aves marinas y otras especies típicas de la fauna del Ártico como zorros y renos. A unas millas antes de llegar a Camp Millar tuvimos la suerte de decir adiós a un grupo de ballenas belugas, cruzando al frente del Ocean Diamond por unos minutos.

Volando a Miami de regreso, no podíamos dejar de comentar lo excepcional de esta experiencia única. ¿Cuántas veces en nuestras vidas tendríamos la oportunidad de fotografiar en un día osos polares, ballenas, morsas y focas retozando entre montones de bloques de hielo, en frente de glaciares, y un fondo de enormes heladas montanas cubiertas de nieve? ¡Memorias inolvidables!!

Una de más de 200 esculturas del famoso Parque Vigeland de Oslo, talladas en hierro forjado, granito y bronce.
Una de más de 200 esculturas del famoso Parque Vigeland de Oslo, talladas en hierro forjado, granito y bronce.
Al visitante de Svalbard se le advierte del peligro de acercarse a los osos polares sin llevar un arma.
Al visitante de Svalbard se le advierte del peligro de acercarse a los osos polares sin llevar un arma.

Para mas información acerca de este viaje, itinerarios, precios y días disponibles, se puede llamar a Overseas Adventure Travel 1-(800) 955-1925 o si se desea fotos y mas detalles email al www.oattravel.com.