Ni antes de los 25 ni después de los 32 (o acabarás divorciado)

Se conoce como la tesis de ‘Ricitos de Oro’ y deberías enterarte de qué va si quieres que lo vuestro dure para siempre. Con un poco de suerte puede que aún tengas margen de maniobra

El matrimonio es una lotería, pero este estudio asegura que la edad es un factor importante en las separaciones.
El matrimonio es una lotería, pero este estudio asegura que la edad es un factor importante en las separaciones.

Es difícil decir cuál es la mejor edad para contraer matrimonio porque todos sabemos que esa decisión depende de muchos factores como la madurez emocional, la situación laboral y financiera en la que te encuentras y, por supuesto, el haber encontrado a la persona adecuada (o al menos creerlo).

Si tienes todo esto resuelto quizás te interesa saber lo que ha descubierto un grupo de investigadores de la Universidad de Utah. Desde 2015, siguieron la evolución de un grupo de parejas que contrajo matrimonio entre 2006 y 201, y los resultados indicaron que quienes sellaron su compromiso entre los 28 y los 32 años tienen más posibilidades de que su matrimonio prospere con el paso del tiempo.

Los investigadores llegaron a esta conclusión porque las parejas que se casaban a esas edades, tenían más experiencia de vida, pero mantenían la capacidad de adaptarse a los cambios.

“La gente es lo suficientemente mayor como para entender si están seguros de que quieren estar con esa persona, o si están hasta arriba de hormonas. Han hecho ya suficientes decisiones importantes en la vida, y tienen responsabilidades. Además con bastante probabilidad, son ya solventes, financieramente hablando, como para poder hacerse cargo de alguien”, comentan los autores.

La tasa de divorcios aumenta a medida que se superan los 32 años.
La tasa de divorcios aumenta a medida que se superan los 32 años.

En concreto, de acuerdo a las estadísticas que recabaron en este estudio, hay dos franjas etarias que serían las menos indicadas para pasar por el altar:

  • Por un lado, los menores de 20 años. Y es que casarse a edades tan tempranas, apenas habiendo salido de la adolescencia, aumenta el peligro de divorciarse con el tiempo.

  • Por otro lado, los que se casan entre los 32 y 45 son los que más probabilidad de terminar en divorcio tienen. De hecho, la tasa de separación aumenta en un 5 por ciento cada año que pasa.

Es lógico pensar que quienes se casan jóvenes se precipitan en la decisión y aún no están preparados para el compromiso que implica pero, ¿qué sucede en el grupo de los mayores?

“Quienes esperan hasta bien pasados los 30 para casarse, son el tipo de personas que no están predispuestos a que les vaya bien en sus matrimonios”, explican Nick Wolfinger y Brad Wilcox, autores del estudio.

Por eso, en base a los datos recogidos de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar de Estados Unidos, el ratio ideal para casarse es de los 28 a los 32 años.

Por si no lo has cogido, te repito por qué. Parece que las personas que esperan más allá de los 30 para casarse pueden no estar predispuestas a hacer un esfuerzo por que salga bien el matrimonio.

“Por lo tanto, si estás soltero a esa edad, ya no están disponibles las personas que estaban más predispuestas a que el matrimonio durara”, añaden los autores.

Malas noticias para todos los que pensáis que el amor no tiene edad. Antes de comprometeros, aseguraros de que la edad de vuestra pareja es la ideal.
Malas noticias para todos los que pensáis que el amor no tiene edad. Antes de comprometeros, aseguraros de que la edad de vuestra pareja es la ideal.

Publicado en Time, el estudio asegura que este rango de edad viene determinado directamente por la estadística, y no incluye factores personales, psicológicos o, en el peor de los casos, las infidelidades.

Los investigadores afirman que los hallazgos se aplican “incluso después de controlar el sexo, la raza, la estructura familiar de origen de los encuestados, la edad en el momento de la encuesta, la educación, la tradición religiosa, la asistencia religiosa y la historia sexual, así como el tamaño del área metropolitana en que viven”.

Tenlo en cuenta, las posibilidades de éxito aumentan entre el final de los años 20 (28) y el principio de los 30. Pero superada la treintena, el riesgo de fracaso vuelve a subir.

Como señalaba al principio, por cada año que pasa después de los 32, las posibilidades de divorcio aumentan en un 5 por ciento. Así que bueno, no es margen muy amplio pero tienes unos añitos para lograr el matrimonio perfecto. Por cierto, esta teoría ha sido bautizada como la tesis de ‘Ricitos de oro’, ya que no hay que ser ni demasiado joven, ni demasiado viejo para pasar por el altar.

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