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A Nicole Kidman le basta una escena en 'El hombre del norte' para dar una de las actuaciones del año

ATENCIÓN: este artículo contiene spoilers de El hombre del norte

La mejor épica del cine de aventuras regresa a los cines con El hombre del norte. Se trata de la nueva película de Robert Eggers, el director de La bruja o El faro que por primera vez se adentra en una propuesta más comercial ambientada en la mitología nórdica con un reparto estelar compuesto por Alexander Skarsgård, Anya Taylor-Joy, Willem Dafoe, Ethan Hawke o Nicole Kidman. La cinta, que se puede ver en salas desde el viernes 22 de abril, narra la odisea de un príncipe para vengar la muerte de su padre a manos de su tío, que se ha hecho con el control del reino y mantiene presa a su madre.

Además de ser una película que no paró de remitirme a clásicos como Gladiator, durante gran parte de su visionado no podía evitar la sensación de estar ante una historia marcadamente masculina, donde los hombres llevan la batuta de la acción y las mujeres acaban limitadas a mero interés romántico. Fue especialmente llamativo con el personaje de Nicole Kidman, que en su labor como reina y madre del protagonista se pasa medio metraje en la sombra al servicio de los roles masculinos. Sin embargo, esto acaba por tener un propósito en la trama muy alejado de lo que aparenta a simple vista. De hecho, lleva a Kidman a ofrecer una de sus mejores interpretaciones.

Nicole Kidman como la reina Gudrún en 'El hombre del norte' del director Robert Eggers, un estreno de Focus Features.Credit: Aidan Monaghan / © 2021 Focus Features, LLC
Nicole Kidman como la reina Gudrún en 'El hombre del norte' del director Robert Eggers, un estreno de Focus Features.Credit: Aidan Monaghan / © 2021 Focus Features, LLC

La odisea de Amleth, el personaje al que interpreta Skarsgård, pasa por infiltrarse como esclavo en su antiguo reino y tomar venganza contra su tío Fjölnir, el rol de Claes Bang al que, según le han dictado las profecías, derrotará en un lago de fuego. Pero aquí entra el juego el componente emocional de rescatar a su madre, la reina Gudrún, y librarla de las garras del malvado hermano de su padre. Aparentemente, estamos ante una situación de damisela en apuros con la que Kidman se limita a mostrarse contenida y silente, sin apenas intervenciones. Pero todo cambia a mitad de la película, cuando en un giro de los acontecimientos la oscarizada a actriz da un tour de forcé interpretativo para dar una vuelta de tuerca a todo el asunto.

Lo que hasta ahora parecía una historia de hombres rebosantes de testosterona jugándose su ego y prestigio, pasa a ser un asunto de intrigas en la corte capitaneado por mujeres. Ante el trato de dama en apuros que le da Amleth a su madre en su reencuentro, el personaje de Kidman pasa a ser una especie de Cersei Lannister y desvela un entresijo de conspiraciones tramados por ella donde los hombres pasan a ser meros títeres a su servicio. Ya no se trata de varones jugándose un reino, sino de una estrategia para manipular la frágil masculinidad de los personajes para jugar a su favor.

Pero lo que más impacta no es el giro, sino la actitud de la actriz, que de un momento a otro pasa de un registro templado a explotar con una fiereza contenida que es simplemente de levantarse y aplaudir. Lo curioso es que solo se trata de una pequeña escena, pero a Kidman no le hace falta más para comerse la película al completo y dar la que posiblemente sea una de las interpretaciones del año. Además, aunque se trata de un personaje pequeño, me parece uno de sus mejores interpretaciones en mucho tiempo, incluso mejor que el de su reciente nominación al Óscar por Ser los Ricardo.

Nicole Kidman como la reina Gudrún en 'El hombre del norte' del director Robert Eggers, un estreno de Focus Features. Credit: Aidan Monaghan / © 2022 Focus Features, LLC.
Nicole Kidman como la reina Gudrún en 'El hombre del norte' del director Robert Eggers, un estreno de Focus Features. Credit: Aidan Monaghan / © 2022 Focus Features, LLC.

Y es que durante la pasada década creo que Kidman ha estado muy encasillada en su zona de confort, dándonos papeles que, aunque siempre ha estado a la altura, mayormente te dejaban con la impresión de haber visto a la actriz en trabajos y registros mucho más sólidos. O al menos es la impresión que me dejaban películas como La seducción de Sofía Coppola, Identidad borrada e incluso Big Little Lies. Por no hablar de dramas fallidos como El chico del periódico, Grace de Mónaco, No confíes en nadie, La reina del desierto o el criticado remake de El secreto de sus ojos.

Pero la mejor Kidman está de vuelta, y solo han hecho falta unos pocos minutos en pantalla para demostrar que sigue siendo una de las actrices del momento, que no hay registro que se le resista, que es capaz de comerse una película entera incluso estando en las sombras la mayor parte del tiempo y que aún tiene mucho con lo que sorprendernos.

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