A Nicole Kidman le gusta consentir a su esposo e hijas con masajes en los pies

Frazer Harrison/Getty Images

Cualquiera pensaría que Nicole Kidman vive rodeada de lujos y disfruta de consentirse y visitar los mejores centros estéticos para someterse a novedosos y relajantes tratamientos a diario. Pero la actriz australiana ha revelado recientemente ser una mujer más bien práctica y lo que más disfruta es pasar tiempo con los suyos.

En una entrevista en el número de mayo de la revista InStyle, Kidman afirma que su rutina de belleza dura cinco minutos. Con la piel seca y sensible, confía en el poder de los productos con derivados del cannabis, y recientemente se ha convertido en embajadora de SeraTopical, una línea de cuidado para la piel de SeraLabs, con propiedades antiinflamatorias.

Pero no nos equivoquemos. A Kidman, quien ya está inmersa en el rodaje de su nuevo proyecto Being The Ricardos sí le gusta mimarse. Tanto es así, que celebra en familia "días de spa", en los que ella funge como masajista para su marido, el cantante Keith Urban, y sus dos hijas en común. La actriz también es madre de otros dos hijos, ya adultos, que adoptó junto a Tom Cruise.

"Algunas veces recompenso a mi familia con un día de spa en casa y les doy masajes en los pies y les hago pedicuras", comentó a InStyle. Aunque reconoce que su esposo no utiliza muchos productos de belleza y es un hombre de "bajo mantenimiento", a Urban sí que le gusta gozar de los mimos de su esposa.

La protagonista de The Undoing ya ha demostrado sus dotes como masajista, cuando hace apenas un mes compartió un video en su cuenta de Instagram cuidando de los pies de su hermana Antonia. Su producto favorito para tal menester es, por supuesto, de la línea que representa. "Utilizo el Heel Souffle de Seratopical por la noche. Es esponjoso y tiene una textura genial. Pongo también un poco en mis calcetines de dormir y me despierto con los pies más suaves. Soy tan glamorosa".

Kidman reveló el pasado noviembre que cuando era adolescente se formó como masajista, después que su madre fuera diagnosticada con cáncer de mama. "Me convertí en masajista e hice un curso porque no podíamos permitirnos que le dieran masajes después de la quimioterapia y la radiación", explicó en su momento. "No teníamos suficiente dinero así que aprendí a dar masajes".

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Amante del glamour y las fiestas de Hollywood, la actriz reconoce que aunque al principio el confinamiento le pareció una situación ideal para dejar de usar tanto maquillaje y vestir de manera más relajada, ahora echa de menos las alfombras rojas. "Echo de menos arreglarme y ver a otras personas arregladas. Veo películas como The Great Gatsby y pienso 'ese glamour es exquisito'. No la ostentación, simplemente la estética. Es tan agradable mirar alrededor en una habitación iluminada con velas y ver a la gente disfrutando".