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No, los frutos secos no son el mejor snack que puedes tomar entre horas

Nuestro cerebro corre el riesgo de cortocircuitarse por exceso de información dietética. En los últimos cinco años, hemos condenado las grasas para luego absolverlas e integrarlas en nuestra dieta; hemos seguido a rajatabla la dieta Dukan y luego el mismo Dukan ha acabado en la cárcel; hemos amado por encima de todo las leches vegetales como sustitutas de la de vaca para luego dejarlas en el olvido… En resumen, vivimos tiempos rápidos en los que los mitos se derrumban y reconstruyen a velocidad de vértigo. Ahora, le ha tocado el turno a los frutos secos (si es que hay para todos).

Los frutos secos no son tan sanos como parece.
Los frutos secos no son tan sanos como parece.

Ha sido una instagramer canadiense, Nikki (su cuenta es justgetfit) la encargada de denunciar que lo que tomamos a diario pensando que es un snack saludable no lo es tanto. De hecho, ha bastado solo una imagen para poner una de nuestras creencias más arraigadas patas arriba. Se trata de una comparativa: en una mano, 65 gramos de almendras, nueces y frutas desecadas como las pasas. En la otra mano, 590 gramos de un plato combinado formado por un pimiento rojo, dos cucharadas de hummus de garbanzos, medio aguacate, tres rebanadas de pan, un huevo cocido y dos quesitos en porciones. 517 calorías en el primer caso y 520 en el segundo, pero casi 10 veces más peso y volumen en uno que en otro. Es decir, casi el mismo aporte calórico y dos tamaños completamente diferentes.

La comparativa resulta demoledora para los frutos secos.
La comparativa resulta demoledora para los frutos secos.

Ante una evidencia tan grande como esta, solo nos queda admitir que sí, que los frutos secos pueden ser una solución interesante cuando uno va a toda prisa y necesita ir comiendo algo, pero, en el resto de los casos, aportan muchas más calorías de las que parece y tampoco son una gran fuente de proteínas. Eso sí, si no van fritos, las grasas que proporcionan al cuerpo son saludables. El cuerpo humano, según recuerda Nikki, funciona también en términos de volumen para sentirse saciado y, desde luego, un puñado de frutos secos no puede igualar la sensación de haber comido de un plato tan completo como el que se compara con ellos. Pongámoslo en términos de tiempo: con los frutos secos acabamos en menos de dos minutos, mientras que con el plato tardamos al menos 20.

Esta publicación recuerda que, a la hora de ponerse a dieta, hay muchas más cosas que tener en cuenta que simplemente las calorías como, por ejemplo, el tamaño de las porciones. En este sentido, hay que fijarse en la publicidad engañosa con la que se promocionan algunos productos. Es posible que veamos algún alimento marcado como “menos de 100 calorías” para luego darnos cuenta de que el peso que tiene es irrisorio y que, para esa misma cantidad de calorías, podíamos habernos comida un plato mucho más grande de cualquier otra cosa.