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Por qué no deberías obligar a tus hijos a dar besos y abrazos

Foto: Bicho_raro/iStock
Foto: Bicho_raro/iStock

Soy madre de una niña de 2 años y debo admitir que, cada vez que llega el momento en que mi pequeña tiene que saludar a alguien, entro en tensión. ¿Por qué? Resulta que Jacinta está en una etapa en la que se muestra reticente a dar besos y abrazos. Entonces, yo me encuentro en una encrucijada: ¿Debo forzarla a que salude con un beso? ¿Cómo le explico a la otra persona, sin que se ofenda, que mi niña no quiere besarlo/abrazarlo?

S.O.S. ¿Qué hacer en estos casos?

Según especialistas de la Universidad de Michigan, EE.UU., una de las lecciones que los padres deben enseñar a sus hijos es que son dueños de sus propios cuerpos.

“Les enseñamos los nombres de las partes de su cuerpo, las caricias apropiadas e inapropiadas y qué hacer si los tocan de manera inapropiada. Entonces, cuando les decimos a los niños que tienen que abrazar o besar a un adulto, incluso algo tan inofensivo como despedirse de la abuela, estamos enviando mensajes contradictorios sobre quién tiene el control de sus cuerpos. Por un lado, les indicamos que pueden decir ‘no’ a las caricias que los hacen sentir incómodos, pero luego les estamos pidiendo que muestren afecto en contra de su voluntad”, aclaran.

Entonces, al pedirles que se muestren afectuosos cuando no quieren, les estaríamos enviando el mensaje de que hay momentos en que no depende de ellos lo que les sucede a sus cuerpos. “Esto puede hacerles pensar que permitir toques inapropiados está bien si conocen a la persona, algo que no queremos que nuestros hijos asuman como correcto”, dicen los expertos.

Ahora bien, si permitimos que no saluden con un beso/abrazo, el adulto podría ofenderse. Al respecto, la experta en salud sexual, Airial Clark, explica en Parents que "los adultos deben poder manejar el rechazo. Y este asunto no debería recaer en los niños, solo para que la persona mayor se sienta mejor".

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Además, sugiere que si los padres abordamos el tema del consentimiento corporal como algo normal, es probable que todas las personas que nos rodean empiecen a verlo de esa manera.

Alternativas a los abrazos o besos

A esta altura, quizá estés pensando: "Es todo muy lógico lo que plantean, pero yo no puedo permitir que mi hijo sea un maleducado y no salude".

Por eso, Clark provee una alternativa: "Dejar que el niño elija lo que se siente mejor para él/ella cuando se trata de decir hola o adiós".

A lo mejor tu hijo se siente más cómodo ‘chocando los cinco’ o saludando con su mano. Por ejemplo, en el caso de Jacinta, descubrí que prefiere regalar ‘un beso volador’. ¡Y así estamos todos más cómodos y felices!

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La experta sugiere también, aclararle el panorama al tercero en cuestión, para que no se lo tome personal, con frases como: "Estamos trabajando en el espacio personal" "Les estoy enseñando a mis hijos a preguntar antes de abrazar a alguien. Si les preguntas antes si puedes abrazarlos, les ayudará a aprender".

Ojalá que estos consejos te sirvan tanto como me ayudaron a mí a manejar este asunto con mi hija.