¡No tú Felicity Huffman!: escándalo de las universidades

Felicity Huffman. Associated Press
Felicity Huffman. Associated Press

De nominada al Premio Oscar a posible encarcelación por fraude. Felicity Huffman es una de las dos actrices implicadas en el escándalo de sobornos para entrar a universidades elite que el FBI y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos destaparon el martes. Hasta el momento se ha establecido que ella es parte de un grupo de unos 33 padres pudientes que pagaron para asegurar la admisión de sus hijos a los centros académicos de su predilección.

Según la investigación, la actriz recordada por “Desperate Housewives” enfrenta acusaciones de conspiración de fraude de correo por haber pagado $15 mil para facilitar mejor puntuación en los exámenes de admisión de su hija. Huffman fue arrestada por agentes armados del FBI la mañana del martes en su mansión en Hollywood Hills.

La pareja junto a sus hijas. Getty Editorial
La pareja junto a sus hijas. Getty Editorial

Una testigo dijo que viajó desde Tampa a West Hollywood Test Center para corregir respuestas del examen de la hija de Huffman con su marido actor William H. Macy. Tras esa intervención, la jovencita obtuvo una puntuación de 1420, 400 puntos más que la vez anterior que tomó la prueba.

Llamadas telefónicas grabadas confirman discusiones entre Huffman y William Rick Singer, quien dirigió esta treta, para hacer lo mismo con su hija menor, pero luego desistió.

Tan normales que se ven Huffman y Macy, famosos con más de 20 años de matrimonio en Hollywood que han conseguido mantenerse libres de controversias… hasta ahora. Realmente no parecen el tipo de personas que se presten a estas cosas y es una verdadera decepción.

El actor a su llegada a la corte federal en California. Associated Press
El actor a su llegada a la corte federal en California. Associated Press

No importa los logros profesionales de sus sendas carreras, todo apunta a que ellos también deseaban jactarse que sus hijas tienen talento y cerebro cuando no es la realidad. Y ellos lo saben. Qué horrible debe ser escribir un cheque para crear la falsa ilusión de haber sido aceptadas a una universidad de prestigio. Tal vez las chicas son estudiantes promedio y pudieron ganar admisión a una escuela buena, pero sin la reputación que ellos deseaban.

Ahora estas jovencitas, que se han mantenido bastante anónimas, serán el hazmereír en su círculo de amistades y en los medios. Los padres serán mayormente recordados por ser tramposos.

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