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¡Ojo!: no dejes de leer las etiquetas de los productos que consumes

Texto: Gabrimar

Getty Images By: Nancy R. Cohen

Normalmente, en las etiquetas de los productos alimenticios que compras encontrarás mucha información -calorías, proteínas, carbohidratos- o incluso ingredientes cuyos nombres, en ocasiones, son impronunciables (o bien no tienes idea de qué significan ni a qué se refieran); quizá también llegues a pensar que esa información no te aporta nada nuevo. Las etiquetas ofrecen muchos datos que son de gran utilidad, te indican realmente cómo están hechos los productos que consumes. Si sabes leer bien esta información, serás capaz de elegir la mejor opción para alimentarte de manera correcta.

Aquí hoy, una pequeña guía que te indicará cuáles son los datos que no debes ignorar en la etiqueta de un producto:

Tamaño de la porción

Lo primero es verificar el tamaño de la porción y es muy importante no ignorarlo nunca, ya que toda la información incluida en la etiqueta se basa en el tamaño de ésta. Muchos paquetes contienen más de una porción. Por ejemplo, una bolsa de papas fritas puede traer hasta tres porciones, con lo que, si te la acabas, estarás comiendo dos porciones más de la que te correspondería. Es decir, consumes el doble de calorías, grasas y otros elementos que aparecen en la etiqueta.

Grasas Trans

Debes fijarte si el producto contiene grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas. Estas pueden aparecer también como aceite vegetal o grasa vegetal. Esta información te indica que no se trata precisamente de un producto sano, que su consumo trae consecuencias dañinas para tu salud. Entiendo que no sea fácil evitarlos, ya que, en general, se trata de alimentos cuyo sabor es rico y se antojan mucho. Pero, poco a poco, puedes hacerlo intentando disminuir su consumo y cambiarlo por opciones más sanas. A la larga tu cuerpo y salud te lo agradecerán. Consúmelos solo de vez en cuando.

Fibra

A menudo los carbohidratos son descalificados, incluso hay dietas que tratan de eliminarlos por completo, pero en realidad son necesarios para mantenernos saludables. Por lo anterior, es importante tomar en cuenta el contenido de fibra dentro de la cantidad de carbohidratos que contiene un producto.

Es muy común que en su dieta diaria la gente tan solo consuma un tercio del total de la fibra que necesita, por lo que el objetivo aconsejable sería lograr consumir por lo menos 5 gramos de fibra por porción de carbohidratos (pan, cereales, pastas, etc.).

Proteína

No necesitas convertirte en una obsesionada de las proteínas, pero fijarte que los alimentos empacados que consumes las contengan es muy buena recomendación. Las investigaciones indican que la proteína ayuda a sentirte satisfecho, al mismo tiempo que reconstruye y repara tus músculos. Lo ideal es que los productos envasados que consumes te brinden de 5 a 10 gramos de proteína.

Lista de ingredientes

La etiqueta te informa de los ingredientes que se utilizaron en la elaboración del producto. Deberás ser cuidadosa, pues puede aparecer una lista de nombres -en muchas ocasiones impronunciables- que, general y únicamente, indican que el producto está adicionado con muchos conservadores y productos químicos, haciendo de esta una opción no saludable. Trata de que los alimentos que elijas tengan la menor cantidad posible de estos ingredientes.

El orden de los ingredientes

Otra cosa importante es que pongas atención en el orden de los ingredientes del producto, es decir, cómo están enlistados.

El orden en que estos aparecen está relacionado directamente con la cantidad de sus contenidos dentro del producto. Por ejemplo, si en la etiqueta de un alimento el orden de los ingredientes aparece de la siguiente forma: azúcar, cereales integrales y vitamina E, esto indica que el producto, en su mayoría, contiene azúcar, después granos enteros y, por último, contiene un poco de vitamina E.

De acuerdo a lo anterior, trata siempre de elegir productos que muestren ingredientes nutritivos y saludables en la parte superior de la lista.

Un corazón sano

Los fabricantes de alimentos ya no pueden colocar cualquier dato en sus etiquetas, porque de estos depende que sus productos sean avalados o no por las instituciones competentes -de hecho, deben presentar estudios científicos que avalen lo publicado en las etiquetas-.

Un ejemplo de lo anterior es el de las etiquetas que contienen la leyenda “corazón sano”, lo que implica que las empresas responsables de incluir este mensaje en los envases de sus productos certifican que el alimento que venden es bajo en grasas saturadas y sodio. Asimismo, que no contienen grasas trans y al menos cuentan con 0.6 gramos de fibra soluble por porción.

Bajo en sodio

La etiqueta que indica “bajo en sodio” se refiere a que una porción de alimento contiene 140 miligramos o menos de sodio. La recomendación de consumo diario de este elemento es de 2300 miligramos. Las personas consumen un promedio diario de hasta el doble de esa cantidad.

Para ayudar a reducir este consumo diario y cuidar tu salud, trata, en la medida de lo posible, de elegir alimentos que en su etiqueta indiquen que son bajos en sodio.

Alimento orgánico

La tendencia en el consumo de este tipo de comida va en aumento, y cada vez es más popular y fácil de encontrar. Esto no quiere decir que nuestra dieta se tenga que volver 100% orgánica. Sin embargo, si tienes la oportunidad de adquirir estos productos o te interesa el tema, debes saber que la leyenda “orgánico” certifica que estás comprando alimentos de muy buena calidad, sanos y que, efectivamente, son orgánicos.

Grano entero

La leyenda “100% grano entero” indica que ese producto contiene una porción completa o más, de granos integrales por porción. Cuando aparece la leyenda “grano entero” indica que contiene, por lo menos, la mitad de una porción de grano entero por porción.

Para asegurarte de que estás consumiendo suficientes granos enteros, deberás checar que los productos de grano que consumes cuenten con este tipo de leyenda.

Estos son algunos de los datos que es necesario tomar en cuenta al momento de hacer tus compras. ¿Realmente pones atención en las etiquetas de los productos? Si no lo haces, es importante que comiences a hacerlo, te ayudará a cuidar tu salud y la de tus familiares.

Recuerda… ¡tú generas el cambio!