OPEP+ debe mantener un poco más el recorte de oferta: L. Denning

(Bloomberg) -- En el mejor de los casos, la gestión del mercado del petróleo de la OPEP es como volar un avión con guantes de boxeo. En los últimos años, más pilotos se han aglomerado en la cabina. Luego, en 2020, una de las alas se cayó cuando el covid-19 devastó la demanda de petróleo.

Todo lo anterior se traduce en que, a pesar de la aparente disidencia en las filas durante el fin de semana, la OPEP+ no tiene más remedio que postergar el aumento de la producción. En resumen, el tema sobre la mesa en el cónclave que comenzó el lunes en Viena es si se deben desplegar pronto otros 1,9 millones de barriles por día luego de los profundos recortes de suministro acordados (con mucho forcejeo) en la primavera. La idea en ese momento era reducir los recortes a medida que pasaba el flagelo del covid-19 y repuntaba la demanda de petróleo

Nada nunca es tan claro en el mercado del petróleo, y eso vale por dos cuando se trata de una pandemia. El reciente repunte en los futuros del petróleo comenzó a principios de este mes con el primer anuncio de prometedores resultados preliminares de ensayos para una vacuna. Otros éxitos en este frente solo han reforzado la confianza de muchos de que el covid-19 pronto estará bajo control.

Sin embargo, para la OPEP+, la decisión sobre qué hacer con su oferta es un poco como la decisión que enfrentan muchos sobre qué hacer con los tapabocas, reuniones familiares, entre otros. Todos están cansados de las restricciones y pueden ver la luz al final del túnel con una vacunación masiva en el horizonte. Pero aún no hemos llegado a ese punto, y el aumento incesante de casos y muertes en Estados Unidos y Europa nos advierte de que mantengamos el régimen de 2020 durante unos meses más. Si no lo hacemos, como bien pudo haber pasado con los viajes en Estados Unidos durante el Día de Acción de Gracias, es probable que el túnel antes de llegar a la luz sea terriblemente largo.

Del mismo modo, la OPEP+ tiene buenas razones para ser optimista sobre que la demanda se recuperará el próximo año a medida que las personas comiencen nuevamente a desplazarse con mayor libertad. Sin embargo, una falsa sensación de seguridad podría causar estragos en el precio del petróleo, y las finanzas de los países miembros, antes de que la recuperación sea sostenida. En términos simples, el precio actual del crudo Brent de aproximadamente US$48 por barril implica ingresos mensuales de la OPEP+ de aproximadamente US$50.000 millones (utilizando las cifras de producción de octubre). El precio debe caer solo 5%, al nivel en que estaba hace menos de dos semanas, para eliminar la ganancia de agregar 1,9 millones de barriles por día.

Dos gráficos sugieren que el optimismo está sobre un terreno muy frágil:

El repunte de noviembre ha coincidido con un gran aumento en la longitud especulativa de los futuros del Brent, a medida que los fondos de cobertura apostaron por una recuperación impulsada por la vacuna e, implícitamente, la OPEP+ ha sido arrastrada en consecuencia. Mientras tanto, los márgenes de refinación siguen siendo pésimos. El diferencial de referencia de crack 3:2:1 de Nymex ha promediado alrededor de US$8,75 por barril en noviembre, aproximadamente la mitad del promedio de los últimos cinco años. Eso sugiere que, a pesar de todos los nuevos atascos de tráfico en Asia y las expectativas de atractivos futuros a 2021 impulsados por los aviones, el mercado físico aún no está en ese nivel.

Al igual que con la población en general, algunos miembros de la OPEP+ están mejor posicionados para seguir con el recorte de suministro que otros. Este ha sido durante mucho tiempo el caso de un club que reúne a los que tienen, a los que no tienen y a los que no tienen nada, pero la prueba especialmente dura del covid-19 ha tensado aún más las relaciones. Piense en Arabia Saudita como un trabajador remoto bien remunerado que sobrevive la tormenta con relativa facilidad y, por ejemplo, en Nigeria como un trabajador de una planta de carne que tiene que encargarse de la educación remota de 10 niños.

Esta disparidad, junto con la dependencia peligrosa del petróleo de muchos miembros, es la condición crónica subyacente del grupo. En ese frente, las recientes reflexiones sobre retirarse del grupo de Emiratos Árabes Unidos son especialmente interesantes. Emiratos Árabes Unidos es uno de los “ricos” de la OPEP, pero, a medida que se acercan asuntos existenciales como un repunte en la demanda de petróleo, la máxima de dejar petróleo en el suelo para ayudar a apuntalar a los miembros heridos del grupo es cada vez más cuestionable. Este grupo heterogéneo ha tenido dificultades para imponer orden en el mercado petrolero durante gran parte de lo corrido del siglo. Es difícil imaginar que manejará hábilmente los desafíos de la transición energética.

Aun así, ese es un tema para otro día y futuras reuniones. En este momento, la OPEP+ debe hacer lo que muchos otros están haciendo: mantener su tapaboca y las esperanzas vivas, pero bajo control.

Nota Original:OPEC+ Needs to Keep Covid-19 Mask On a Bit Longer: Liam Denning

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