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Las opositoras bielorrusas reciben un premio Carlomagno orientado hacia Ucrania

Berlín, 26 may (EFE).- Las líderes de la oposición bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya, Veronika Zepkalo y Maria Kolesnikova recibieron hoy el Premio Carlomagno al compromiso con el proyecto europeo en reconocimiento a su lucha por la democracia y sus llamamientos a apoyar activamente a Ucrania.

"Vosotras representáis la lucha por la libertad y por los valores europeos de vuestros compatriotas y del conjunto de Europa", afirmó la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, en el discurso de entrega del prestigioso galardón, instituido en 1950 por la ciudad de Aquisgrán (oeste de país).

Tijanóvskaya, líder de la oposición en el exilio, acudió al acto junto con Zepkalo, mientras que la tercera premiada, Kolesnikova, estuvo representada por su hermana Tatjana, portadora durante todo el acto de una foto de Maria, encarcelada.

"Con este discurso quiero honrar a las mujeres más valientes de Europa", afirmó la titular de Exteriores, en un mensaje muy emotivo, donde recordó anteriores encuentros en Berlín con Tijanóvskaya y también el hecho de que los hijos de ésta -"de edad parecida a las de mis hijas"- tienen en la cárcel a su padre, el bloguero Mijaíl Tijanovski.

A Tijanóvskaya, quien en 2020 se convirtió en candidata a la presidencia, le correspondió pronunciar el primer discurso de agradecimiento. Recordó ahí la brutal represión del régimen de Minsk, agravada tras las presidenciales cuya victoria se atribuyó de nuevo el presidente Alekandr Lukashenko, pese al rechazo internacional.

Su compañera Zepkalo elogió a la Alemania actual, una democracia sólida superadora de la monstruosidad que fue el nazismo. Kolesnikova, sin desprenderse de la foto de su hermana Maria, reclamó un mayor apoyo, también defensivo, a Ucrania, en su lucha contra el "enemigo común" que es Rusia, un país al que Occidente no debe responder ofreciendo "compromisos", sino aislándolo.

El de Lukashenko "es claramente un régimen dictatorial", que "reprime a la oposición y falsea resultados electorales", había aseverado ya en su discurso Baerbock, de los Verdes. Occidente cerró los ojos ante esa "en aras de un pragmatismo político" e incluso llevó a la capital bielorrusa, país aliado de Moscú, las negociaciones entre Ucrania y Rusia, de la que emanaron unos Acuerdos de Minks "que no llevaron a la paz".

"Da igual que sean elecciones fraudulentas o falsos referéndums, en Minsk o en Donbás, no podemos mirar hacia otro lado", prosiguió la ministra, que lamentó la "tardía respuesta" de parte de Occidente y la realidad plasmada ahora por la "destructiva guerra de agresión" lanzada por el presidente Vladímir Putin.

"Aunque esos países no sean aún parte de la Unión Europea, sí lo son de la familia europea", dijo Baerbock, en dirección tanto a Ucrania como a Bielorrusia.

La ceremonia del Premio Carlomagno tuvo un claro protagonismo femenino, no solo por la presencia de las líderes opositoras y la hija de la tercera, además de la de Baerbock, sino también porque el discurso inicial correspondió a la alcaldesa de Aquisgrán, la independiente Sibylle Keupen.

Presencias destacadas fueron también las de la presidenta del Parlamento alemán, la socialdemócrata Bärbel Bas, y de la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, principal oradora en un acto previo en homenaje a las galardonadas, el miércoles.

El Carlomagno se otorga desde 1950 en reconocimiento al compromiso con los valores y el proyecto europeo. En su nómina de galardonados están las principales figuras políticas europeas, desde el primer ministro británico Winston Churchill (1955) a los padres de la Unión Europea Jean Monnet (1953) y Robert Schuman (1958), además de los papas Juan Pablo II (2004) y Francisco (2016).

También lo recibieron el presidente francés, Emmanuel Macron (2018), la canciller alemana Angela Merkel (2008) y el presidente de gobierno español Felipe González (1993), el del Parlamento Europeo, Martin Schulz (2015), asistente a la ceremonia, al igual que otros anteriores galardonados.

Tijanóvskaya ya fue galardonada junto con otros líderes de la oposición bielorrusa en 2020 con el Premio Sájarov que concede el Parlamento Europeo a la libertad de conciencia.

(c) Agencia EFE