Los organizadores de la Superliga Europea apuntan a una extensión de 80 miembros

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La Superliga Europea vuelve estar en la mesa de discusión. Después de que se frustrara su realización y quedaran apenas tres miembros fundadores, con Real Madrid, Barcelona y Juventus, tras la baja inmediata de los restantes nueve participantes, ahora la organización del novedoso certamen planea cambios en el proyecto.

En esta oportunidad, los encargados de llevar adelante esta idea pretenden incluir hasta 80 equipos en la competencia. Esto con el fin de abrir el torneo que, en principio, se esperaba que fuera hermético, y de tener aceptación en los diferentes países, mientras luchan por convertir este deseo por crear el certamen en una realidad.

A través de un comunicado publicado este jueves, se reveló que los clubes se repartirían en divisiones y se garantizaría, al menos, 14 partidos por temporada. La intención es que, a la vez, participen en sus ligas nacionales junto con la Superliga.

Según los organizadores de la Superliga A22, que se describe a sí misma como la compañía "formada para patrocinar y ayudar" al desarrollo de la competencia, casi 50 instituciones europeas y partes interesadas han sido consultadas desde octubre. Se dice que la "gran mayoría comparte la evaluación de que la base misma del fútbol europeo está amenazada y que es hora de cambiar".

Sobre esta planificación, Bernd Reichart, CEO de A22, dio su perspectiva y dijo: "Los clubes asumen todos los riesgos empresariales, pero con demasiada frecuencia se ven obligados a quedarse al margen cuando se toman decisiones clave, y ven cómo se desmoronan sus bases deportivas y financieras".

En la misma línea, manifestó: "Nuestras discusiones han dejado en claro que los clubes, a menudo, no pueden hablar públicamente en contra de un sistema en el que la amenaza de sanciones se utiliza para sofocar a la oposición. Nuestro diálogo ha sido honesto, directo y fructífero. Hay conclusiones claras sobre la necesidad de un cambio y los componentes básicos para lograrlo".

El informe de diez puntos cubre temas que incluyen la salud de los jugadores y la inversión en el fútbol femenino, pero la competencia en la que actualmente se cree que solo tres clubes apoyan abiertamente su desarrollo (Real Madrid, Barcelona y Juventus) también deja en claro que esto debería ser un evento masivo de participación.

Los planes originales, revelados en abril de 2021, involucraban solo a 12 de los mejores clubes, y la mayoría se retiró inmediatamente después de una ola de ira y rechazo en todo el ambiente. Seis eran de Inglaterra, tres de España, tres de Italia, Bayern Munich y Paris Saint-Germain, también con el temor de que sería un torneo cerrado para los demás.

Asimismo, la nueva publicación establece que "una liga de fútbol europea debe ser una competencia abierta con múltiples divisiones con 60 a 80 equipos, lo que permite una distribución sostenible de los ingresos en toda la pirámide" y que "la participación debe basarse en el mérito deportivo anual y no debe haber miembros permanentes".

Con tal de preservar la competencia doméstica, agregó: "Los clubes participantes deben permanecer totalmente comprometidos con los torneos nacionales como lo están hoy. Al mismo tiempo, se debe abordar la necesidad crítica de fortalecer y hacer que los torneos nacionales sean más competitivos en todo el continente".

En cuanto a las finanzas de los clubes bajo escrutinio, la A22 sentenció en su declaración: "Las reglas de sostenibilidad financiera deberían permitir que los clubes gasten solo un porcentaje fijo de sus ingresos anuales relacionados con el fútbol en salarios de jugadores y transferencias netas con disposiciones apropiadas para clubes más pequeños y reglas de transición".

El mes pasado, los jefes de la Superliga Europea lograron restaurar una orden judicial que impide que la UEFA y la FIFA castiguen a los clubes que deseen participar en el controvertido proyecto. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) debe pronunciarse en los próximos meses sobre si los órganos de gobierno europeos y mundiales tendrían derecho a congelar el certamen y sus equipos participantes.

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