La otra cara de Tom Cruise ayudando a madres preocupadas como Kate Hudson

NORTHAMPTON, ENGLAND - JULY 03: Tom Cruise walks in the Paddock prior to the F1 Grand Prix of Great Britain at Silverstone on July 03, 2022 in Northampton, England. (Photo by Mark Thompson/Getty Images)
NORTHAMPTON, INGLATERRA - 03 DE JULIO: Tom Cruise camina en el Paddock antes del Gran Premio de F1 de Gran Bretaña en Silverstone el 03 de julio de 2022 en Northampton, Inglaterra. (Foto de Mark Thompson/Getty Images)

De Tom Cruise sabemos que es un profesional que se entrega por completo a su trabajo, que no hay escena de riesgo que se le resista y que cuando se trata de sus películas, siempre busca la manera de superarse. Pero no solo a sí mismo, también a sus compañeros. Porque así como los anima a darlo todo y les exige el máximo, también les regala consejos profesionales y los ayuda con las secuencias como si fuera el director de sus películas (cuando, de momento, todavía no ha dirigido una película). Hasta les envía mensajes de texto por la noche porque está pensando en las escenas del próximo día. Las de ellos, no las suyas. Está, literalmente, en todo.

Sin embargo, su vida privada es todo un misterio. Desde el final del publicitado matrimonio con Katie Holmes y la polémica entrevista con Matt Lauer en 2005 donde criticó a Brooke Shields por su defensa de los antidepresivos debido a sus creencias como cienciólogo, blindó esa parte suya. Desde entonces las entrevistas que otorga se centran únicamente en sus esfuerzos profesionales y los estrenos que promociona. No sabemos nada de su rutina, su día a día y ni los paparazis lo captan casi nunca. Sin embargo, Tom Cruise sería más cercano de lo que pensábamos. Porque resulta que si las madres de Hollywood lo llaman para pedirle consejos en un área que conoce de sobra, él responde enseguida. Al menos esto fue lo que hizo Kate Hudson el día que entró en pánico cuando su hijo mayor le dijo que quería practicar paracaidismo.

La actriz se encuentra promocionando el estreno de Puñales por la espalda: el misterio de Glass Onion -que tras su breve paso por salas de cine aterriza en Netflix el 23 de diciembre- y se sentó a charlar con un amigo de la familia, el también actor Glen Powell, para uno de los encuentros entre actores que organiza Variety. Powell trabajó con Tom Cruise en Top Gun: Maverick interpretando al arrogante y competitivo piloto Jake ‘Hangman’ Seresin, el contrincante directo de ‘Rooster’ (Miles Teller).

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El nombre de Tom Cruise salió varias veces en la conversación a través de los consejos que le dio a Glen Powell y el amor que Kate Hudson siente por Top Gun pero, lo que más llama la atención es la confesión que la actriz hace de manera inesperada. Según cuenta la hija de Goldie Hawn, cuando su hijo de 18 años le dijo que quería saltar de un avión solo pensó en llamar a Tom Cruise. Con todas sus secuencias de riesgo colgándose de edificios, saltando en paracaídas o agarrado de un avión en pleno despegue, era la única figura que podía ayudarle en ese momento.

Hace poco mi hijo quería hacer paracaidismo. Y no sabía qué hacer. Tiene 18. Me dije ‘necesito llamar a Tom’. Y Tom me lo explicó todo” revela en la entrevista. Glen Powell se quedó sorprendido ante la información, quizás porque llamar a Tom Cruise para pedirle un consejo tan personal que no tiene nada que ver con el cine no es algo que harían muchos. Kate Hudson cuenta que no quería que su hijo practicara el deporte extremo en “un lugar raro” y su instinto protector le hizo llamar a Tom Cruise.

Tom estaba muy entusiasmado” explica. “Al final de la llamada hasta yo quería saltar [de un avión] en solitario. De algún modo me convenció de lo increíble que es el paracaidismo” añade. Y es que según sus palabras y las de Glen Powell, el actor tiene facilidad para contagiar su pasión por el riesgo y sus hobbies de manera infecciosa. El propio Powell cuenta que después de trabajar con Cruise en Top Gun: Maverick y hacer el entrenamiento aéreo para las secuencias en el aire, decidió sacarse la licencia de piloto. Y todo gracias a Tom Cruise, porque además de contagiarle su pasión, también pagó por sus clases de aviación como regalo navideño.

Cuando ves el amor de Tom por el vuelo, es algo infeccioso. Volaba al set en su P-51, un avión viejo de la Segunda Guerra Mundial. Crea un campo de distorsión de la realidad donde puede convencerte de que todo es posible. Llega al set como si fuera su primer día, cada día. De repente hablaba de lentes [de la cámara] y luego me enviaba un mensaje de texto por la noche sobre una escena que tenía que rodar el día siguiente”.

Quien lo hubiera dicho… Tom Cruise a una mera llamada de distancia para dar tranquilidad a las madres de Hollywood cuando sus hijos quieren repetir sus pasos en los deportes extremos.

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