Pablo Urdangarín no ha tenido una vida tan fácil como crees

Cuando lees el nombre de Pablo Urdangarín debes pensar que este “pobre niño rico” ha tenido problemas del primer mundo y se atreve a quejarse a pesar de haber sido criado entre algodones.

Sin embargo, haciendo un ejercicio de empatía y yendo más allá del hecho de que Pablo sea el hijo de la infanta Cristina, hay que tener en cuenta sus vivencias y su posible dolor antes de juzgarle por ser quién es.

Pablo Urdangarín no eligió nacer en el seno de la familia real española ni ser el octavo en la línea de sucesión al trono. De hecho, es un chico discreto, moderno e independiente que aunque tiene dinero y privilegios que muchos chicos de su edad jamás conocerán, no abusa de sus títulos ni de su ‘sangre azul’.

De hecho, Pilar Eyre explica en su blog de ‘Lecturas’ que Pablo Urdangarín y Bordón “Tiene el tratamiento de excelentísimo señor y debería recibir honores de grande de España allá donde fuere” sin embargo observando su día a día en Barcelona, entrenando con su equipo y saliendo con sus amigos, está claro que se aleja mucho de otros jóvenes ‘royal’ europeos.

“Podría alternar con la flor y nata de los príncipes reales europeos, pero no lo han educado por este camino”, apunta la cronista especializada en monarquía. Cristina e Iñaki Urdangarín no le han educado para ser un niño pijo y consentido sino para estudiar, encontrar sus pasiones -como el deporte- y trabajar en su edad adulta.

A día de hoy Pablo tiene 21 años y vive solo en una zona exclusiva de Barcelona pero, antes de coger las riendas de su vida independiente, lo ha pasado muy mal por el acoso al que Pilar se refiere, que ha tenido que sufrir y eso es algo injustificable, sea o no el nieto de Juan Carlos I el crío que lo sufra.

Según recoge Eyre: “Los desprecios fueron constantes” en su etapa escolar, de hecho tanto Pablo como sus hermanos sufrieron ese dolor e incluso el mayor de todos, Juan, sufrió mucho bullying en el colegio.

Cabe recordar que siendo ellos tan solo niños estalló el caso de corrupción ‘Noos’ por el cual su padre, Iñaki ingresó en prisión. Los compañeros pueden ser despiadados y, siendo su padre tan famoso, era inevitable que se enteraran de todo y los machacaran a ellos.

“Con el caso Nóos, la familia se trasladó a Washington. Los niños lo pasaron mal en el colegio; el mayor, Juan, sufrió ‘bullying”, la adaptación a un nuevo continente con la esperanza de que allí les dejaran en paz no fue fácil para Pablo y sus hermanos. De hecho Pilar recoge que en aquella época: “Un periodista que fue a hacerles un reportaje me contó: ‘Cuando ven un fotógrafo bajan la cabeza, dan mucha pena. Juan, con lo grandote que es, los protege, los coge por el hombro como si fueran sus polluelos’, desde luego es muy triste.

Al final ellos eran niños que no habían hecho nada malo ni ilegal y pagaron los malos actos de su padre así como el peso de la procedencia institucional de su madre. Quizá por ese pasado duro Pablo se desmarca hoy en día de la corona y vive su vida como un joven más.

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Este testimonio nos sirve para ver más allá del típico “que no se queje que lo ha tenido todo” porque ni él es responsable de haber nacido en dicha familia, ni nadie tiene derecho a acosarle por llevar los apellidos Urdangarín Borbón.

Por suerte Pablo ha tenido siempre el apoyo de su madre y el resto de hermanos así como el de sus compañeros de equipo y amigos. Ahora, según apunta el amigo de Georgina Rodríguez y periodista Iván García, también tiene novia: “Yo confirmo que lleva más de un año con una chica. La pareja están muy bien, viven en ciudades diferentes pero se ven bastante. Llevan vida fuera de donde se ven. Salen a cenar pero se cuidan mucho de que no les vean. Es una recomendación de la familia de Pablo, que le ha dicho a ella que se cuide mucho de no salir. Porque él es público y ella no. Son muy jóvenes.”