Paciente de coronavirus pregunta al médico: "¿No dirige usted un equipo de fútbol?"

LISBON, PORTUGAL - FEBRUARY 3: Frederico Varandas of Sporting CP before the start of the Liga NOS match between Sporting CP and SL Benfica at Estadio Jose Alvalade on February 3, 2019 in Lisbon, Portugal.  (Photo by Gualter Fatia/Getty Images)
Frederico Varandas. (Photo by Gualter Fatia/Getty Images)

Se quitó el saco y la corbata para ponerse el incómodo equipo personal de protección y salió de la sala de juntas para ir a la sala de emergencias de un hospital militar en Lisboa.

Ahí, como un médico que se ve obligado a trabajar durante la pandemia del coronavirus, atendió a pacientes que tenían fiebre y tos y ayudó con sus cuidados. Sin embargo, algunos de ellos tenían una pregunta curiosa.

Con tan solo verme a los ojos decían: ‘Oiga, ¿no es usted el presidente del Sporting? ¿Me puedo tomar una selfi con usted?’”.

En efecto, Frederico Varandas es el presidente del Sporting Clube de Portugal, o Sporting de Lisboa, uno de los equipos de fútbol más grandes del país. También es el doctor Frederico Varandas, un médico militar de reserva que realizó una gira en Afganistán hace una década antes de cambiar de carrera.

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Varandas, de 40 años, hace poco estuvo trabajando en el hospital unas seis semanas con turnos de doce horas para tratar a miembros del personal militar y a sus familias. Su principal tarea era aplicar pruebas y evaluar a los pacientes al llegar, antes de transferir los casos más serios a sus colegas de la unidad de cuidados intensivos.

Aunque no era el tipo de deber militar al que estaba acostumbrado —hace una década enfrentó las balas del enemigo con un batallón de soldados de coalición en Kandahar, Afganistán—, luchar en la batalla contra el coronavirus planteó un conjunto distinto de desafíos.

Estaba el riesgo de contraer la nueva enfermedad posiblemente mortal que no se entendía por completo. Además, el trabajo, según recordó, requería más tiempo de lo habitual, pues se exigía que los médicos desinfectaran su equipo —generalmente antiparras, guantes y cubrebocas— tras cada consulta.

LISBON, PORTUGAL - APRIL 02: Nurse technicians help each other  with protective gear before entering the sterile area of the intensive care sector for COVID-19 Coronavirus patients in Santa Maria Hospital on April 02, 2020 in Lisbon, Portugal. With 209 deaths and 9.034 confirmed cases, the country is feeling the impact of the COVID-19 Coronavirus, and the Portuguese Parliament approved the extension of the state of emergency. (Photo by Horacio Villalobos#Corbis/Corbis via Getty Images)
(Photo by Horacio Villalobos#Corbis/Corbis via Getty Images)

Aun así, hubo momentos más amenos, como cuando lo reconocían a pesar de que llevaba puesto su equipo de protección personal.

En Portugal, los presidentes de los tres grandes equipos de fútbol de la Primeira Liga — Benfica, Porto y Sporting— gozan de un reconocimiento nacional igual al del jefe de Estado o el primer ministro. Varandas dijo que, para cuando acabó su último turno al final de abril, ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces que le pidieron que posara para tomarse fotografías.

No es el único personaje deportivo que ha tenido que participar en la lucha médica global en contra del virus. En Canadá, por ejemplo, Hayley Wickenheiser, una mujer cuatro veces ganadora de la medalla olímpica de oro en la competición de hockey que se volvió estudiante de medicina, ha estado reuniendo equipo de protección para los trabajadores y también ayudando con iniciativas para dar seguimiento a la propagación del virus.

TORONTO, ON - APRIL 11: Premier Doug Ford drops off face masks to Canadian hockey legend Hayley Wickenheiser. Conquer COVID-19, in collaboration with Canadian hockey legend Hayley Wickenheiser and actor Ryan Reynolds, collects masks, gloves, and other supplies that are essential for healthcare workers amid the COVID-19 pandemic.        (Rene Johnston/Toronto Star via Getty Images)
Hayley Wickenheiser a la derecha. (Rene Johnston/Toronto Star via Getty Images)

Aunque fue inesperado, su servicio médico le pareció gratificante.

“Los deportes se detuvieron en Portugal, y pensé que soy más importante para el país si trabajo como médico”, dijo Varandas, quien esta semana aceptó hablar sobre su experiencia.

Tras terminar sus turnos en el hospital, Varandas tomaba largas llamadas nocturnas con miembros del consejo para idear un plan con el fin de lograr que el club superara el drama inesperado por la pausa en la temporada.

“Seguí controlando las cosas porque se detuvo el fútbol, pero el club continuó”, comentó Varandas. “Ese primer mes y medio no fue fácil en absoluto, pues tuve que lidiar con el trabajo en el hospital y el fútbol”.

Los miembros del consejo, incluyendo a Varandas, aceptaron recortes del 50 por ciento en su sueldo, y él tuvo que llamar de manera individual a los jugadores para convencerlos de reducir sus salarios un 40 por ciento durante tres meses.

Se han hecho planes para que el fútbol se reanude el 4 de junio, pero los partidos se jugarán sin aficionados y con protocolos estrictos de higiene, similares a los que adoptó la Bundesliga en Alemania, la primera liga europea de fútbol en volver a las actividades.

FARO, PORTUGAL - AUGUST 4:  Bruno Fernandes of Sporting CP with Portugal President Marcelo Rebelo de Sousa at the end of the Portuguese SuperCup match between SL Benfica and Sporting CP at Estadio Algarve on August 4, 2019 in Faro, Portugal.  (Photo by Gualter Fatia/Getty Images)
(Photo by Gualter Fatia/Getty Images)

A pesar de que los partidos están próximos a reanudarse, los equipos portugueses enfrentarán enormes retos financieros en el futuro cercano. Durante las últimas dos décadas, el país ha superado las expectativas convirtiéndose en un gran productor de talento de clase mundial que ha obtenido millones de dólares en ingresos de algunos de los equipos más adinerados del mundo gracias al renombre de la marca “Hecho en Portugal”.

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Ahora está en duda su capacidad para volver a lograrlo, pues personajes como los directores ejecutivos de la Bundesliga y el vicepresidente ejecutivo del Manchester United dicen que el mercado mundial de fichajes, con un valor de 7000 millones de dólares, sufrirá un gran cambio.

Tan solo este enero, el Sporting llevó a cabo el traspaso más costoso de su historia cuando vendió al mediocampista Bruno Fernandes al United por una tarifa que podría ascender a 65 millones de euros. “Ahora a veces me voy a la cama e imagino qué pasaría si tratáramos de vender a Bruno Fernandes en este momento. ¿Cuál sería el precio? ¿Quince, diez?”, mencionó.

“No sé cuál es el valor de un jugador en la actualidad. Todos los clubes de Portugal —el Sporting, el Porto y el Benfica— debemos vender jugadores”.

This article originally appeared in The New York Times.

© 2020 The New York Times Company