Cómo saber qué pan debes escoger en el restaurante
Un gesto tan rutinario como el de ofrecer pan al cliente en un restaurante ha cambiado muchísimo en los últimos años. Si antes la pregunta era simplemente “¿un poquito de pan?”, ahora el camarero llega con un amplio abanico en el que tenemos hogazas de maíz, baguettes con nueces, rebanadas de harina de trigo blanco, etc. La elección tiene importancia porque, lógicamente hay tipos que van mejor con determinados alimentos y otros que maridan mejor con según qué cosas. La pregunta es, ¿cuáles son las combinaciones más acertadas? Nos las cuenta Moncho López, panadero artesano de Levadura Madre, que cuenta con varios establecimientos en Madrid. La primera ‘norma’ es que encontrar el pan perfecto para cada alimento depende mucho de nuestro paladar y nuestra propia experiencia, pero a partir de ahí hay algunas recomendaciones.
Pan de trigo blanco. “Hay que hacer caso a la tradición porque casi siempre suele acertar. Pongo como ejemplo el jamón ibérico. Normalmente el jamón suele acompañarse de picos de trigo blanco porque realmente es el complemento ideal, porque no solo resalta el sabor del jamón sino que su textura crujiente pone el contrapunto a la suavidad de la carne”. No obstante, un pan blanco perfectamente cocido, -con la corteza dorada y la miga alveolada y esponjosa-, resulta ideal para acompañar embutidos curados como el jamón y el lomo embuchado y guisos. Una gran opción si se trata de rebañar el plato.
Pan de centeno. Su miga resulta algo ácida, lo que lo hace idóneo para alimentos grasos como pescados ahumados y también para verduras un poco amargas como la endivia y las espinacas. Además, el pan de centeno tiene menos calorías y más fibra que el pan de trigo, con lo cual resulta más saludable.
Pan de maíz. “Es muy reconocible, con ese color amarillo y miga blanda, de alveolado pequeño y un cierto toque dulce que viene muy bien para las carnes rojas, pero sobre todo para mermeladas, mantequillas o carne de membrillo, ya que está a medio camino entre el pan y el bizcocho”. Resulta un buen acompañante para una hamburguesa, por tanto, pero también para hacer una estupenda tostada de desayuno.
Pan de pasas y nueces. Cada vez más presente en tiendas y como perfecto para sensaciones de contraste: “Sobre todo, ese toque dulce va perfecto con patés, foies y quesos curados”. Un acompañante perfecto para las cenas de Navidad, por tanto.
Pan multicereales. Tiene un intenso sabor a cereales, es crujiente y posee una miga bastante compacta: “Gracias a su sabor, se puede tomar solo con un chorrito de aceite de oliva aunque también es ideal para acompañar con aguacate”, recomienda Moncho. Es, por tanto, un pan que funciona por sí solo y es ideal para el desayuno.