Esta película de terror te llevará al extremo si sufres vértigo

El cine de terror acostumbra a impactar con lugares asfixiantes, oscuros y tenebrosos, aunque de vez en cuando encontramos propuestas refrescantes que huyen de lugares comunes y buscan atemorizarnos con nuevas ideas. Es el caso de Fall, cinta que llega a los cines este viernes 7 de octubre y que apuesta por destrozar nuestros nervios en las alturas de una torre en medio del cálido y luminoso desierto. Y no una torre cualquiera, sino una vieja construcción de más de 600 metros donde, tras un derrumbe de parte de su estructura, dos jóvenes quedan atrapadas sin posibilidad de bajar o contactar con alguien. Y como bien deja entrever este argumento, no es una experiencia apta para aquellos que sufren de vértigo.

A nivel de trama, estamos ante una película simple. Después de perder a su novio durante la escalada a una montaña, una chica se ve animada por su amiga, una influencer amante del riesgo, a vencer el trauma escalando una torre de comunicaciones abandonada en medio de la nada. Desde luego, un punto de partida algo pobre si lo que se lo que se busca es calado emocional, pero esa no es la intención de Fall, donde lo que prima es el espectáculo de mantenernos en tensión al borde de nuestra butaca durante sus casi dos horas de metraje. Y vaya si lo consigue.

Aunque en su primer tramo pueda percibirse como una película de serie B sin mucho que aportar, en el momento en que ambos personajes inician la peligrosa escalada las cosas empiezan a cambiar. Primero, con lo tenso que se percibe el momento de la subida, donde al sortear varios obstáculos mientras ascienden empezamos a ver planos aéreos de infarto, momentos ingeniados para transmitirnos el sufrimiento de los personajes o juegos con el sonido del viento y la estructura que aumentan nuestros nervios.

Aunque más interesante se pone en su segundo tramo, cuando una vez atrapadas arriba deberán ingeniárselas para pedir ayuda. Al situarse en un espacio enano y enfrentándose a un montón de inclemencias, la tensión y el vértigo no hace más que aumentar con una cámara que se vuelve agresiva para meternos de lleno en la acción en pantalla.

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Soy de los que sufre un poco de vértigo, y he de decir que esta sensación la cumple con creces. Hubo tramos en los que llegué a apartar la mirada de la pantalla de lo mal que la película te lo hace pasar. Y lo curioso es que lo hacía hasta en partes en las que sabía de antemano que nada malo iba a ocurrir. Al fin y al cabo, no deja de ser una trama de terror bastante típica del género, pero a nivel de realización es tan inmenso el trabajo para transmitirte estas sensaciones de horror que el resultado final es una experiencia de infarto. Y eso que la vi en una sala de cine bastante pequeña.

Aunque en mi caso, más allá de esta continua tensión y vértigo, creo que lo que más disfruté de Fall fue su último tramo. Solo diré que existen detalles que darán ganas a los fans del género de levantarse de la butaca y aplaudir. Por esta razón, creo que en su conjunto es una de las cintas más vertiginosas y disfrutables que he visto en los últimos meses, un ingenioso y divertido cóctel que traslada con soltura el terror de localizaciones pequeñas y asfixiantes al terreno más amplio e inmenso posible. Eso sí, no apto para aquellos con miedo extremo a las alturas.

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