'Picky eaters': lo que NO debes hacer si tu hijo es quisquilloso con la comida

Patatas fritas sí, arroz no. Espaguetis sí, pero ravioles no. Si tienes un hijo selectivo con la comida, seguramente estés muy familiarizado con esto, ya que debes lidiar con sus preferencias y negativas a comer lo que le ofreces. ¿Cómo resuelves el asunto? ¿Renegando con tu retoño? Un estudio halló que esta no sería una buena manera de abordar a un picky eater. Descubre por qué.

Investigadores de la Universidad de Michigan en EE.UU, se dispusieron responder algunos interrogantes en un estudio que fue publicado en la revista científica Appetite.

• ¿Deben los padres presionar a los niños para que coman? ¿Y cuáles son las consecuencias de esto para el peso de los niños y sus ‘mañas’ con la comida?

• Finalmente, ¿el niño aprenderá que debe comer de todo, lo que podría resultar en la obesidad, o aprenderá a comer verduras y otros alimentos saludables para evitar el aumento de peso?

Si bien todos estos escenarios podrían ser posibles, en la investigación descubrieron que ninguno se daba en la realidad.

• Hallaron que, durante un año en la vida de un niño, el peso se mantuvo estable en la tabla de crecimiento ya sea que fueran quisquillosos a la hora de comer, o no.

• Asimismo, el comportamiento ‘mañoso’ de los niños con la comida, se mantuvo igual si los padres los presionaban para comer o si no lo hacían.

Es decir, regañar a un niño para que coma no modificaría su comportamiento frente a ciertos alimentos, pero sí afectaría de manera negativa el vínculo que tienes con tu retoño.

“Presionar a los niños para que coman debe hacerse con precaución y no tenemos evidencia de que ayude”, dijo en el sitio de la Universidad, la investigadora, Julie Lumeng, directora del Centro U-M para el Crecimiento y Desarrollo Humano. “Como padre, si presionas a tu hijo, debes hacerlo de una manera que sea buena para su relación”, agregó.

Entonces, tener un hijo quisquilloso a la hora de comer, ¿es un asunto importante?

Según Lumeng lo es, en la medida que resulta “inquietante, inconveniente y frustrante para los padres”. Sin embargo, aclaró que rara vez suele ser un problema de salud asociado con deficiencias de nutrientes y de crecimiento del niño.

Ahora bien, si tienes un picky eater en casa y quisieras que coma una dieta balanceada, estas estrategias provistas por la Clínica Mayo, podrían ayudarte:

1. Respeta el apetito (o falta de apetito) de tu hijo. Si lo fuerzas a comer de más, el niño podría relacionar la hora de la comida con sentimientos de ansiedad y de frustración. Incluso, podría volverse menos sensible a sus propias señales de hambre y de saciedad.

En cambio, sírvele porciones pequeñas para evitar abrumarlo y dale la oportunidad de pedir más de manera independiente.

2. Arma (y respeta) una rutina. Ofrécele comidas y refrigerios aproximadamente a la misma hora todos los días. Si tu hijo decide no comer, al momento del refrigerio tendrá la oportunidad de ingerir alimentos nutritivos.

3. Sé paciente al introducir nuevos alimentos. Los niños pequeños suelen tocar u oler los alimentos nuevos, e incluso pueden poner trocitos en su boca y luego volver a sacarlos. Es posible que tu hijo necesite de la exposición repetida a un alimento nuevo antes de que coma el primer bocado.

4. Evita ‘el menú especial’. Si el niño se niega a comer lo que hay en la mesa, lo recomendable sería no preparar un platillo especial para él, pues así estarías fomentado su alimentación selectiva.

En su lugar, anímalo a permanecer en la mesa durante la hora de la comida, aunque no quiera comer.

Por último, y muy importante: procura enseñar con el ejemplo. Si tú comes de manera saludable y llevas una dieta balanceada y variada, tu hijo seguirá tus pasos.

Eso sí, recuerda que si tienes alguna duda debes consultar con un especialista de la salud.

Y tú, ¿cómo haces para que tu hijo lleve una dieta balanceada y variada?

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