Chinches de cama: el insecto que ataca de noche

En 2014 se hicieron públicos los primeros casos de plagas de chinches en viviendas particulares de Madrid y Barcelona. Desde entonces la demanda de actuaciones contra este insecto que ataca de noche y deja ronchas en la piel se ha disparado en los últimos dos años

(Foto: Roger Eritja / Getty)

Podemos reconocer las chinches fácilmente gracias a su color marrón rojizo, su forma ovalada y sus seis patas. Tradicionalmente confinada en el continente americano, principalmente en América Latina, en las últimas décadas la globalización y los movimientos migratorios han llevado la enfermedad que transmiten las chinches a otros países, entre ellos los europeos y especialmente España, que tiene un importante núcleo de población procedente de Bolivia.

Por eso, un grupo de investigadoras españolas del Centro Nacional de Medicina Tropical (CNMT) del ISCIII ha publicado esta semana en la revista ‘PLoS Neglected Tropical Diseases’ una investigación, en la que analizan el manejo de la enfermedad de Chagas, y solicitan un protocolo oficial que guíe el cribado y el tratamiento de la población en riesgo de sufrir enfermedad de Chagas residente en España.

Si eres un viajero empedernido debes extremar las precauciones ya que cualquier sitio donde haya tránsito de personas o maletas es un buen hogar para que estos pequeños insectos. (Foto: Eduardo Parra/ Europa Press via Getty Images)
Si eres un viajero empedernido debes extremar las precauciones ya que cualquier sitio donde haya tránsito de personas o maletas es un buen hogar para que estos pequeños insectos. (Foto: Eduardo Parra/ Europa Press via Getty Images)

Cómo se transmite

La enfermedad de Chagas -que lleva el nombre de Carlos Ribeiro Justiniano Chagas, médico e investigador brasileño que la descubrió en 1909- estaba localizada originariamente en zonas endémicas de 21 países de América Latina, donde se transmite a los seres humanos principalmente por las heces u orina de insectos triatomíneos conocidos como vinchucas o chinches, según la zona geográfica.

También se conoce como "chinche gaucha", "chinche besucona", "chupadora", "voladora", "barbeiros" o "chipos" porque a menudo muerden la cara de las personas.

Algunas especies de chinches están especialmente adaptadas al ser humano, su principal hospedador. Otras son propias de animales (vgr. murciélagos, aves, etc), pero la presencia de estos en proximidad con el ser humano podría hacer posible la infestación humana.

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Para combatirlas lo mejor es echar mano de los expertos. Pero se aconseja mantener limpia y ordenada tu casa para evitar que se escondan en las costuras de sillas y sillones, almohadones, pliegues de cortinas, tomas eléctricas, detrás de cuadros o tapices. (Foto: Getty)

¿Por qué se sabe tan poco?

Laura Iglesias Rus, María Romay, Teresa Boquete y Teresa Blasco Hernández, está última investigadora principal del proyecto, explican que “estamos ante una enfermedad silenciosa y olvidada" .

Tanto médicos como enfermeras consideran que parte de la población no habla de la enfermedad de Chagas por el estigma o por vergüenza, y que existe una doble realidad: mientras algunas personas muestran preocupación por la enfermedad, otras no.

El equipo del CNMT constató que los profesionales consideran tener un papel muy poco relevante en el abordaje de esta enfermedad, y que centran su trabajo en el seguimiento de las enfermedades crónicas.

Ante la falta de evidencia, este estudio aborda cómo manejan los servicios de atención primaria la enfermedad de Chagas en un país no endémico, evaluando los conocimientos, actitudes y prácticas sobre la enfermedad.

En el estudio han participado 81 profesionales de atención primaria de Madrid (41 médicos y 40 enfermeras), y se han tomado 70 notas de campo mediante observación no participante. Los profesionales sanitarios muestran falta de conocimientos generales sobre la enfermedad de Chagas (epidemiología, síntomas, mecanismos de transmisión, tratamiento…), y durante la investigación señalaron carencias en la identificación del país de origen para solicitar la prueba diagnóstica.

Los síntomas

En la mayoría de los casos estos son leves y no específicos. En menos del 50 por ciento de las personas picadas por un triatomíneo, un signo inicial característico puede ser una lesión cutánea o una hinchazón amoratada de un párpado.

Además, puede causar fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico.

Durante la fase crónica, los parásitos permanecen ocultos en el músculo cardíaco y digestivo pudiendo provocar trastornos cardiacos y alteraciones digestivas.

¿Hay tratamiento?

Se ha mejorado mucho en el diagnóstico de la enfermedad de Chagas en España, pero todavía queda mucho por hacer en cuanto a la adherencia al tratamiento, explican las autoras: "Por lo que nos parecía muy importante abordar el estudio de esta enfermedad desde la puerta de acceso al sistema sanitario; la implicación de estos profesionales mejoraría mucho el acceso de la población a riesgo al diagnóstico y seguimiento del tratamiento”.

Cómo detectarlas y eliminarlas

Son difíciles de reconocer debido a su tamaño y hábitos nocturnos. Si tienes sospechas es mejor llamar a los especialistas, ya que cuentan con perros que están entrenados para detectarlas. Junto a los procedimientos químicos existen otros alternativos para combatirlas, como tratamientos térmicos por calor seco, calor húmedo o tratamiento térmico por frío, entre otros. También hay alternativas complementarias como la aspiración o trampas adhesivas.

Antes de llevar a cabo el tratamiento

Es recomendable lavar toda la ropa de cama a altas temperaturas, al menos 60º, más aún si se regresa de algún viaje. En estos casos será aconsejable revisar el equipaje y lavar bien la ropa, tanto sucia como limpia que llevemos en la maleta. Asimismo, y a modo de prevención, es aconsejable utilizar fundas de colchón que evitan que las chinches puedan instalarse en las camas.

10 datos que deberías conocer

  • En la actualidad y desde hace aproximadamente 10 años, estaría aumentando la frecuencia de incidencias con chinches de cama.

  • Las chinches son insectos hematófagos, necesitan picar para tomar sangre de su hospedador habitual o “de fortuna”.

  • Las infestaciones por chinches no son exclusivas de situaciones de pobreza y/o marginalidad. Pueden ocurrir y –de hecho- son frecuentes en situaciones económicas favorables.

  • No obstante, viviendas sucias, con desorden así como ciertos factores socioeconómicos pueden agravar notablemente este problema.

  • Las picaduras de las chinches (fundamentalmente nocturnas) son a menudo indoloras. Pero puede causar reacciones y complicaciones, principalmente dermatológicas.

  • Las chinches son insectos tremendamente elusivos, se esconden y se detectan con dificultad. Esta circunstancia, sumada a la anteriormente citada de picaduras indoloras y/o confundibles con las producidas por otros insectos, hace que se detecten tarde, cuando el número y gravedad de la infestación es elevada.

  • Las chinches se ocultan sobre todo en los colchones, en las maletas y la ropa. Su lugar preferido es el dormitorio, y en concreto, la cama; pero se extiende con gran habilidad y rapidez a todos los elementos de la habitación, como somieres, mesitas de noche, enchufes, zócalos y molduras.

  • Las chinches no vuelan, pero muestran una enorme capacidad de dispersión, principalmente a través de maletas o equipajes infestados.

  • La introducción en viviendas de materiales o mobiliario contaminado es la segunda causa probable de infestación. Por eso es aconsejable evitar la adquisición de material no garantizado y jamás recojas muebles (sobre todo de dormitorio) de la calle.

  • El ‘umbral de tolerancia’ con estos insectos debe ser cero. Por tanto, una vez detectada la infestación, la estrategia de control debe ser la erradicación total.

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