En el podio de Netflix: Rebel Ridge es un tenso y potente thriller con espíritu de western contemporáneo
Rebel Ridge (Estados Unidos/2024). Dirección, guion y edición: Jeremy Saulnier. Fotografía: David Gallego. Música: Brooke Blair y Will Blair. Elenco: Aaron Pierre, Don Johnson, AnnaSophia Robb, David Denman, Emory Cohen, James Cromwell. Duración: 132 minutos. Disponible en Netflix. Nuestra opinión: muy buena.
No hay concesiones ni pistas falsas en los thrillers de Jeremy Saulnier. Sus personajes centrales no dan vueltas, juegan al límite, van siempre al hueso y se exponen a las brutales consecuencias de sus conductas. Cenizas del pasado (Blue Ruin, 2013), disponible en Prime Video, y Noche de lobos (Hold the Dark, 2018), disponible en Netflix, son ejemplos inmejorables de su firme e implacable manera de contar estas historias ásperas y violentas. Allí son los personajes más ominosos los que suelen imponer su propia ley.
Como guionista y director, Saulnier es el artífice de Rebel Ridge, un magnífico relato policial de producción independiente que tardó muy poco en convertirse en la película número 1 de Netflix después de sumarse al catálogo de estrenos más recientes de la plataforma. Si el gigante del streaming no la hubiese adquirido para su distribución mundial, este potente relato de bajo presupuesto con genuino espíritu de western urbano habría quedado reducido al disfrute del selecto nicho de espectadores devoto del género y de la obra previa del realizador.
La otra buena noticia es que después de bastante tiempo una novedad del género policial que se afirma en el liderazgo de las preferencias globales de los suscriptores de Netflix no tiene en su elenco a los grandes nombres de Hollywood convocados por la plataforma para sus producciones originales más ambiciosas.
Mark Wahlberg, Chris Evans, Ryan Gosling, Gal Gadot, Ryan Reynolds y varias estrellas más pusieron sus nombres bien grandes en ampulosas películas de acción con toques de comedia (o viceversa) tan parecidas entre sí que parecían concebidas por algoritmos. Con figuras mucho más austeras en su elenco (el veterano Don Johnson es aquí el único rostro reconocible con alguna facilidad) Rebel Ridge llega más lejos. A Saulnier le interesa contar una historia en vez de poner a una estrella a hacer cosas determinadas por “likes” o las preferencias de los usuarios, predeterminadas a partir de alguna herramienta digital.
No aparece ninguno de esos artificios en la configuración de Rebel Ridge, que a diferencia de los trabajos previos de Saulnier conserva en el catálogo de Netflix su título original, una referencia geográfica clave en el tramo final. Lo que vemos, en cambio, es una actualización del clásico relato policial o del Oeste que encontraba en las grandes películas clase B de esos géneros, sobre todo en los años 50, su plenitud en términos de identidad.
Aquí también, como en lo mejor de aquella experiencia, aparece un protagonista dispuesto a todo y parado frente a un sistema institucional lleno de corruptelas y conductas deshonestas. Como quienes las ejercen son los encargados oficiales de imponer justicia (policías y jueces) solo queda, como siempre pasa en los clásicos del cine estadounidense, la salida individualista. En este caso representada por Terry Richmond, un ex Marine entrenado para sobrellevar cualquier peligro o amenaza y no dejar pasar toda esa sutil manipulación delictiva, después de convertirse en una de sus víctimas.
El británico Aaron Pierre (The Underground Railroad) se revela aquí con mucha eficacia como un duro, preciso e implacable héroe de acción de pocas palabras y rebelde a toda injusticia institucional, a quien ayuda una funcionaria judicial (AnnaSophia Robb) llena de problemas personales. Enfrente, el arquetípico villano con el que Richmond juega a un ajedrez frío y cruel es Sandy Burnne (un impecable Don Johnson), el taimado jefe policial de un pequeño pueblo.
Hay aquí muchas vueltas de tuerca atrapantes en el enfrentamiento entre los dos protagonistas. Son tantas que Rebel Ridge podría haber funcionado muy bien como miniserie. Sobre todo para darle mayor densidad a la descripción de la compleja red de múltiples venalidades sobre la que operan los personajes desde escalas de valores bien diferentes, que por momentos cae en el palabrerío y las explicaciones de más.
Cuando se imponen, en cambio, los momentos de acción pura, Rebel Ridge alcanza una altura poco igualada entre los thrillers de estreno más reciente. Son las miradas, los silencios y algunos enfrentamientos mano a mano brillante y atípicamente coreografiados los que configuran a los personajes, sobre todo desde la perspectiva de sus valores. Los mejores momentos de la película están allí.