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Polo tecnológico. Rosario apuesta a la economía del conocimiento

Ayer se aprobó una nueva ley de economía del conocimiento, pero buena parte de la industria la considera un retroceso respecto de la ley anterior
Rosario busca convertirse en un polo de atracción del talento y las inversiones en materia de economía del conocimiento - Créditos: @Shutterstock

Rosario suele acaparar las miradas, y en este caso también lo hace, pero por un potencial que la distingue de otras ciudades argentinas. Es que es una de las más elegidas por empresas nacionales para tener allí su sede, nacer, crecer y hasta expandirse en el exterior.

En este aspecto hay actores que ponen lo mejor de sí y que interactúan para crear un campo fértil para las empresas. Se trata del Polo Tecnológico de Rosario, la Universidad Nacional de Rosario (UNR), la Bolsa de Comercio de Rosario y el gobierno provincial y municipal que apoya el desarrollo de las organizaciones, muchas ligadas a la economía del conocimiento, y también que buscan las nuevas tendencias, como las que apuntan al mercado de plant based y las llamadas Empresas B.

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“Hoy el mercado tecnológico en Rosario está bien, con empresas grandes, medianas y pymes. Están como en una burbuja, con un gran potencial de crear puestos de trabajo de calidad. Y son organizaciones que están creciendo. Hay una continuidad que permite formar equipos, porque si algo cuesta mucho es conseguir perfiles”, cuenta Ignacio Sanseovich, presidente del Polo Tecnológico de Rosario.

El mercado del empleo IT goza de pleno empleo, con ciertas dificultades para la atracción y retención de los trabajadores. Por eso, por ejemplo, desde el polo armaron programas de formaciones con la UNR, con una tecnicatura en Inteligencia Artificial (IA) en el que se anotaron más de 800 postulantes para la primera cursada. También desarrollaron otro de programación, que también llenó sus cupos rápidamente. “En el polo actualmente hay 120 empresas de base tecnológica, focalizadas en biotech, desarrollo de software, agtech, telecomunicaciones (lo que tiene que ver con automatización) y fintech. En estas firmas trabajan aproximadamente 4000 talentos”, destaca Sanseovich.

Este movimiento generó, además, “una importante inclusión de los jóvenes dentro del mundo laboral. Por ejemplo, desembarcó en Rosario Potrero Digital, que brinda capacitaciones para chicos en situaciones vulnerables y que sean empleables”, advierte Maximiliano Schellhas, director general de Randstad Argentina.

“También inauguró hace poco el puerto de la innovación, un espacio que trata de aprovechar la orilla del río, donde los galpones que están cerca de la plaza España se transforman en un lugar que intenta acercar a los jóvenes a los trabajos del futuro”, suma Schellhas.

Por su parte, María José Soler, directora de Operaciones de Endeavor Argentina en Rosario, señala que “desde el área de ciencia y tecnología Santa Fe hace mucho esfuerzo para promover las empresas de economía del conocimiento”. “Tenemos buenos científicos, y buenas facultades de farmacia, tecnología y biotecnología. A esto hay que agregar el cluster agroexportador y el puerto. Por ejemplo, se lanzó el fondo SF500, ideado por Bioceres y la provincia, que busca potenciar las interacciones entre el sistema científico y el sector productivo a través de nuevas vinculaciones público-privadas. Se buscan científicos con investigaciones en marcha que tengan aplicación en el mercado, y a ellos los ayudan a crear su propia startup”, describe Soler.

Todos crecen

Una compañía que reconoce las ventajas que trae contar con todas estas herramientas en la ciudad es Rosario Bio Energy, que busca descarbonizar la matriz energética. “El polo y sus alrededores albergan al principal complejo agroexportador argentino. Por sus terminales portuarias sale más del 70% de las exportaciones agroindustriales del país a través de sus múltiples conexiones, no solo por tierra sino por su frente fluvial de 100km sobre el río Paraná, con salida al mar con un calado asegurado a 32 pies”, indica Camila Altamira, RSC Develompent de la firma.

“Al disponer de tres conexiones interprovinciales, el puente Rosario - Victoria, el túnel subfluvial Hernandarias (Santa Fe - Paraná) y el puente Zárate Brazo Largo, se constituye en centro neurálgico de transferencias de cargas en lo que se da a conocer como corredor bioceánico Atlántico Pacífico”, resalta Altamira.

“Es fundamental que haya un ecosistema con diferentes actores, con distintos roles y esto potencia a todos los participantes. La provincia no podría tener una red de mentores como la nuestra, y nosotros no podríamos aportar la estructura que tiene el Estado, cada uno brinda su fortaleza y así el ecosistema crece”, analiza Soler.

Una de las empresas que nació en Rosario es Neoris, y pudo vivenciar las bondades de la ciudad para desarrollarse. “Rosario es nuestra cuna, la ciudad y el ecosistema emprendedor local nos vio nacer, crecer y convertirnos en esta empresa que apuesta junto a su socio, Advent International, a brindar soluciones disruptivas y sostenibles, que sean capaces de promover cambios reales en los modelos de negocio de aquellas compañías que aspiren a revolucionar su misión hacia la digitalización”, cuenta Sebastián Ramaciotti, Country Manager de Neoris en Argentina.

“Entre los principales beneficios que vemos en Rosario es destacable la gran oferta educativa de nivel universitario y terciario, lo que es clave en la generación de talento y motor principal de nuestra actividad”, señala Ramaciotti.

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Y agrega: “Rosario tiene muchas posibilidades de traslado con lo cual, si tenemos que hacer algunas reuniones presenciales o encuentros de team building, nos facilita muchísimo la organización, tanto sea como para los residentes en esta ciudad como para otros talentos del país. Igualmente, desde que implementamos el trabajo híbrido y remoto hay que reconocer que la ubicación de las oficinas ha pasado a un segundo plano”.

Incluso, muchos ya observan un movimiento migratorio de talentos que trabajaban en Ciudad de Buenos Aires y hoy están en empresas rosarinas.

Y esto también pasa con las empresas, como el caso de Fixit. “Nacimos en Buenos Aires, porque el mayor porcentaje de clientes era internacional. Per hicimos el cambio a Rosario cuando el mercado de empresas rosarinas empezó a demandar nuestros servicios. Entonces, nuestros colaboradores eran mayoritariamente rosarinos y sentimos la necesidad de ‘jugar a nivel local’, siendo consistentes con la realidad”, relata Irene Berardo, directora de esta agencia de innovación social.

“El principal beneficio es la cercanía con muchos de nuestro clientes y la visión federal. A lo que se suman los espacios como el polo, ya que creemos en estas manifestaciones de innovación y desarrollo, y a nosotros que hacemos innovación social nos suma que haya una mirada empresarial con ese foco. Es una manera de pensar, más allá del ámbito o sector de aplicación”, concluye Berardo.