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Polvos de talco, por qué debes comprobar que no esté entre los ingredientes de tus cosméticos favoritos

Tiene muchos usos en cosméticos y otros productos de cuidado personal; también en alimentos como el arroz y aditivos. Aunque los estudios dicen que el riesgo es mínimo, existe un vínculo

El talco absorbe la humedad y proporcionar un toque de brillo. También evita el apelmazamiento, mejorando la sensación de un producto. Por eso se suele usar en la sombra de ojos, colorete, en el maquillaje, el desodorante y el jabón. (Foto: Getty)
El talco absorbe la humedad y proporcionar un toque de brillo. También evita el apelmazamiento, mejorando la sensación de un producto. Por eso se suele usar en la sombra de ojos, colorete, en el maquillaje, el desodorante y el jabón. (Foto: Getty)

El talco suele agregarse a los cosméticos para crear una sensación sedosa y para la absorción de humedad. Por eso se ha usado durante décadas en productos de bebé e higiene femenina. El problema es que si se inhala, este mineral natural puede causar dificultad para respirar, disminución de la función pulmonar y fibrosis pulmonar, una cicatrización de los pulmones

Hace años que la seguridad de este popular producto para el cuidado personal está en entredicho. Utilizado para el cuidado de la piel del bebé, es también un ingrediente habitual en las cremas para pañales, se usa para evitar erupciones y suele incluirse en antitranspirantes y desodorantes, hasta se utiliza para la higiene de los genitales femeninos.

“Se utiliza por su efecto secante. Nos vale para eliminar el exceso de humedad en áreas como las ingles o donde se coloca el pañal”, comenta la doctora Paloma Borregón, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en el suplemento SModa de El País.

El talco puede actuar de manera similar al amianto cuando se inhala y puede conducir a la formación de tumores de pulmón. (Foto: Getty)
El talco puede actuar de manera similar al amianto cuando se inhala y puede conducir a la formación de tumores de pulmón. (Foto: Getty)

A pesar de su imagen saludable y su uso generalizado, el talco no es completamente benigno. La comunidad médica aún no tiene una respuesta definitiva, pero es importante que los consumidores sean conscientes de los posibles riesgos que este producto entraña. Algunos trabajos que han evaluado su uso sugieren que no es un producto seguro ya que la exposición puede causar problemas respiratorios potencialmente graves y posiblemente cáncer de ovario.

“Cuando se inhala, las partículas finas de talco se alojan dentro del pulmón, y con el tiempo hay un efecto acumulativo asociado a eso”, explica David Morin, director general del departamento de Salud, Medio Ambiente Saludable y Seguridad del Consumidor de Canadá. Una opinión compartida por la dermatóloga española, que asegura que “si se aplican sin control, puede irritar los bronquios y cerrarlos”.

Posible cancerígeno

Los productos que contienen talco como los maquillajes también se han relacionado con el cáncer de ovario en algunas mujeres, y se ha identificado su uso en los genitales femeninos como un posible factor de riesgo.

Así lo revela un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) y realizado a más de 250.000 mujeres, entre las que había usuarias de polvos de talco u otros productos similares de higiene. Se trata, tal y como ha publicado Cinco Días, de uno de los estudios más amplios realizados hasta la fecha en busca de un posible mayor riesgo de desarrollar cáncer de aquellas mujeres que usaron este tipo de productos en sus genitales,

Aunque el ensayo tiene algunas limitaciones, no ha podido descartar por completo que los polvos de talco sean peligrosos en este sentido, y algunas conclusiones sugieren que hay un riesgo, aunque sea mínimo.

El caso Johnson & Johnson ha hecho que nos preguntemos si usar talco es seguro. En 1968 un estudio concluyó que casi 20 por ciento del talco era contenido fibroso, similar a las fibras del asbesto. En 1971, una investigación detallada en <em>Lancet</em> descubrió partículas profundamente implantadas en tumores ováricos y cervicales, y en 1976 un estudio suplementario al de 1968 determinó que el polvo de talco necesitaba estándares regulatorios estándares. ¿La conclusión? Si está libre de asbesto, y se usa correctamente, no causaría cáncer. (Foto: Getty)

Por su parte, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasifica el talco como "posible cancerígeno" para humanos (riesgo IIB) cuando se emplea en el área genital (no con otros usos). Otras organizaciones, como la Sociedad Estadounidense de Oncología, señalan que "no está claro" que exista esta relación.

Si bien reconoce que "hay ciertos indicios de un posible incremento en el riesgo de cáncer de ovario", pero matiza que muchos de los estudios que han mostrado este efecto no tienen un diseño que permita establecer una relación directa de causa-efecto (por ejemplo se basan en el recuerdo de las pacientes sobre la cantidad de polvos de talco que han utilizado a lo largo de los años).

Reacción inflamatoria

Esta es la hipótesis que manejan expertos como Marta Gil, oncóloga especializada en cáncer de ovario del Instituto Catalán de Oncología (ICO), para explicar la relación entre el uso de polvos de talco en la higiene íntima y el cáncer.

Las partículas de talco ascenderían, por aspiración, a través de la vagina, el útero y las trompas de Falopio hacia el ovario y su presencia provocaría inflamación, lo que facilitaría el desarrollo de un cáncer. En cualquier caso, Gil recuerda que "los resultados de la investigación son heterogéneos, por lo que la relación sigue siendo controvertida".

Desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) añaden que en las últimas décadas "el uso del talco en la higiene íntima ha disminuido notablemente", lo que también ha influido en la investigación, "ya que dificulta poder hacer estudios de caso-control que permitan sacar conclusiones más claras y definitivas".

Por otro lado, es importante matizar que en la aparición del cáncer de ovario intervienen factores de riesgo como los genéticos (hasta un 30 por ciento de los casos 'heredan' un mayor riesgo), padecer obesidad, haber tomado terapia hormonal sustitutiva o los antecedentes reproductivos. No haber tenido hijos parece aumentar las posibilidades de desarrollar este tipo de tumor. En cambio, los anticonceptivos parecen cumplir un efecto protector frente a su desarrollo. El control exhaustivo y el diagnóstico precoz de estos ‘condicionantes’ o signos de alarma serían las claves para superarlo y evitar el riesgo de recaídas.

Y aunque los estudios sugieren la existencia de una relación, no está claro ni el posible mecanismo de acción, ni la cantidad o la frecuencia de uso que serían necesarias para aumentar ese riesgo. Sin embargo, como principio de precaución y hasta que no se llegue a una certeza, la recomendación de los especialistas de la SEOM es no usar polvos de talco " en el área de los genitales" ni en adultos ni en bebés.

Qué son los polvos de talco

Se trata de un mineral natural (el más suave conocido) extraído de depósitos de roca, compuesto de magnesio, silicio, oxígeno e hidrógeno. Su nombre químico es silicato de magnesio hidratado. Cuando está finamente molido, el talco crea un polvo suave y sedoso que absorbe la humedad y reduce los olores y la fricción.

Dónde puede encontrarse

Esas propiedades lo convierten en un ingrediente ideal como desodorante, maquillaje y cientos de otros productos de consumo. Por ejemplo, como aditivo alimentario como sales, edulcorantes y azúcar glass, en harina para frituras y otros alimentos como fideos orientales, arroz para sushi, ajo, cebolla, vainilla, té, cápsulas de café o sopas de sobre. Es muy común en chicles y caramelos, y también se utiliza en suplementos alimenticios tales como vitaminas en pastillas.

El compuesto ‘maldito’

El talco se ha utilizado durante más de un siglo en una variedad de productos cosméticos. Si bien el talco cosmético puro (libre de asbesto) no se considera un factor de riesgo, recientemente se ha sugerido que la inhalación de talco cosmético contiene niveles de amianto, un factor de riesgo para el mesotelioma, una forma rara de cáncer que se desarrolla a partir de células transformadas originarias del mesotelio, el revestimiento protector que cubre muchos de los órganos internos del cuerpo.

La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) tiene investigaciones en curso en esta área a raíz de una demanda colectiva de cáncer de ovario presentada en contra de Johnson & Johnson. En 2018 la compañía llegó a pedir la retirada algunos de sus productos después de que las pruebas de la FDA encontraran niveles de contaminación por asbesto crisotilo en muestras provenientes de una botella del popular talco.

Hay es donde está la polémica, en el amianto o asbesto, un compuesto prohibido con el que los polvos de talco podría estar contaminado ya que esta sustancia también está presente en los depósitos subterráneos de donde se extrae el talco; a decir de geólogos, eso genera riesgos de contaminación cruzada.

Qué otros daños puede causar

Por otro lado, la exposición crónica que pueden sufrir los trabajadores de fábricas e industrias da lugar a un patrón obstructivo severo (tos, expectoración, disnea) que evoluciona a fibrosis pulmonar.

Así lo recoge la guía de la ACGIH (Conferencia Americana de Higienistas Industriales Gubernamentales, asociación profesional de higienistas industriales y profesionales de profesiones relacionadas, con sede en Cincinnati, Ohio), donde los polvos ‘mixtos’ de talco figuran con la anotación A4 (no clasificable como carcinógeno humano), con la excepción del asbesto, que figura con la anotación A1 (carcinógeno humano confirmado). Los tipos de cánceres asociados con este último son: mesotelioma pleural, peritoneal y cáncer de pulmón. Una patología que sólo se puede diagnosticar con radiografía de tórax y las pruebas de función pulmonar.

¿Conocías el vínculo entre los polvos de talco y el cáncer de ovario?

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