Poppy Delevingne, Lindsay Lohan y mil y un disfraces para Halloween

Este jueves tuvo lugar en Londres una de las fiestas pre Halloween con más aglomeración de las últimas semanas. Una de las estrellas del evento fue sin duda la popular bloguera y modelo Poppy Delevingne, quien escogió este sexy disfraz de Escuadrón Suicida, la próxima película protagonizada por Margot Robbie y Will Smith.

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Y es que Poppy no renuncia a la sensualidad ni siquiera en Halloween. La hermanísima de Cara Delevingne es una de las celebs estrella de Londres y por eso fue una de las más fotografiadas de la noche.

Poppy quiso dar todo su apoyo a la fundación que organizaba la fiesta, UNICEF, que intentaban recaudar fondos para los más pequeños. Por que sí, la gala de pre Halloween lo tenía todo: era un evento divertido, solidario y con un toque muy gamberro.

Junto a ella, Hugh Grant o Rita Ora. Si el primero se disfrazaba de león (cómo nos gusta este chico) la segunda lo hacía de ella misma. Porque sí, porque ella es todo un personaje en sí misma (en el buen sentido de la palabra, claro está) y para qué más líos.

Michael Sheen (el malvado Aro de Crepúsculo) lo hacía de sombrerero loco. O de domador de leones, quizá. ¿Sería Hugh Grant su animalito de compañía?

Quien también se pasó por allí fue la actriz, cantante y modelo estadounidense Lindsay Lohan, que no ha querido perderse esta party tan tradicional. Y lo ha hecho celebrándolo, nada más y nada menos, que vestida de “Gatita sexy” junto a su amigo Mert Alas, conocido fotógrafo.

Con antifaz, un abrigo negro de cuero, un sexy conjunto de lencería y unas llamativas medias negras de encaje, Lindsay Lohan se ha creado un disfraz de lo más provocativo.

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Del brazo de Lindsay Lohan iba su amigo Mert Alas, que llevaba un atuendo bastante más discreto, suponemos que para no restar protagonismo a su amiga. El fotógrafo Mert Alas lucía un look total black que consistía en unos pantalones, camiseta y cazadora de cuero negro (a juego con su chica). Lo más llamativo, los ojos saltones que se plantó, ¡Qué miedo!