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Los comportamientos más odiosos en el gimnasio

Foto: Totojang/istock
Foto: Totojang/istock

En el gimnasio hay ciertas reglas, algunas explícitas otras implícitas, que hay que cumplir. Así es: como se trata de un sitio público al que acuden personas tan diversas, es necesario tener un comportamiento adecuado y ser respetuoso.

A continuación, recopilamos 5 comportamientos que hay que evitar, a menos que quieras ganarte malas miradas de tus compañeros fit.

1.Ocupar un lugar reservado en la clase. Hay ciertas disciplinas que requieren de reservar un lugar previo al inicio de la clase porque hay cupo limitado.

Por lo tanto, si no hiciste la reserva no deberías ocupar un lugar o un material como puede ser una camilla en pilates o colchoneta para la clase de streching, pues la persona que sí lo reservó estaría perdiendo su lugar.

En todo caso, consulta en recepción para ver si pueden ponerte en la lista de espera y si alguien se ausenta, te sumas a la clase.

“Voy al gimnasio después del trabajo y siempre llego muy justa de tiempo, por eso reservo con anticipación mi lugar en las clases de pilates. El otro día llegué cuando la clase estaba empezada y, para mi sorpresa, había un señor ocupando mi camilla y haciendo los ejercicios. Le pedí que se retirara y lo hizo rezongando. Me cayó pésimo su actitud”, nos cuenta Estefanía, gerente de Recursos Humanos de un banco.

2.No limpiar el sudor de los equipamientos que utilizas. Todos sudamos al ejercitar, pero el tema es que no todos se ocupan de limpiarlo y la verdad, no es para nada higiénico sentarse o recostarse sobre el sudor ajeno.

Si observas esta actitud en alguien más hay una manera educada de confrontarlos, según explica Jodi R.R. Smith, presidente de Mannersmith Etiquette Consulting. "Puedes decir: ‘Perdón, no creo que te hayas dado cuenta, pero hay toallas de papel allí para que puedas limpiar la máquina’ ", sugiere en el Huffpost. “La mayoría de las personas tienen buenas intenciones y lo harán. Pero, si no obtienes una respuesta positiva siempre puedes recurrir a los miembros del personal para que se ocupen".

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3.No ordenar el equipamiento después de usarlo. “A guardar a guardar, cada cosa en lugar", dice una canción infantil y vale la pena recordarla en el gimnasio.

Si usas pesas, un mat o lo que sea que necesites, recuerda devolverlo a su sitio para que otras personas pueden usarlo después.

“Desafortunadamente, me la paso devolviendo equipamientos a su lugar. La gente no es consciente de que el gimnasio es un lugar público y debe estar ordenado por el bien de todos", opina Gabriel, entrenador de crossfit.

4.Quedarte desnudo sin tapujos en los vestuarios. Si bien son el lugar indicado para cambiarse, hay que tener en cuenta que no estás en el baño de tu casa. Por lo tanto, debes ser respetuoso a la hora de (des)vestirte y no asumir que todos se sienten tan cómodos como tú ante la desnudez ajena.

“Me pasa muy seguido que no sé para dónde mirar cuando veo mujeres totalmente desnudas paseándose por el vestuario como si nada. A mi me da mucha vergüenza y no soy la única, pero nadie se anima a decirles nada para no generar un problema", nos dice Solange, secretaria.

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5.Quedarte demasiado tiempo en una máquina. Es común ver personas checando emails o mirando Instagram mientras están sentados en una máquina del gimnasio. Si bien la mayoría no lo hace adrede para molestar a los demás, es un hábito que entorpece y demora la actividad física del resto de los concurrentes al gym.

"Si has estado esperando durante mucho tiempo, puedes decir algo como: ‘Odio molestarte porque parece que estás entrenando, pero necesito dos minutos en esta máquina. ¿Te importa bajar para que pueda completar mi circuito?’", sugiere Smith y agrega: "A menudo la gente dice: ‘¡Oh, no tenía idea de que estabas esperando!’ ó ‘¡Sí, acababa de terminar!’".