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Por qué aparecen los quistes que atacaron el útero y el apéndice de Amy Schumer

Amy Schumer, la actriz, guionista y productora estadounidense ha contado que le descubrieron hasta 30 manchas de endometriosis (conocidas como 'quistes de chocolate') durante una histerectomía, la intervención por la que se extirpa el útero, tal y como publican medios como USMagazine o Self.

Schumer no es la primera famosa en hablar sobre someterse a una cirugía para esta enfermedad común, que afecta a alrededor del 10-15 por ciento de las mujeres con úteros en edad reproductiva, y representa una de las causas principales de infertilidad en mujeres jóvenes. Cada vez más mujeres dan el paso de hablar públicamente de esta patología en las redes sociales: Susan Sarandon, Lena Dunham Emma Roberts, la modelo Olivia Culpo o la influencer Alexa Xung.

"Es la mañana después de mi cirugía de endometriosis, y mi útero está fuera", cuenta Schumer desde la cama de hospital en un video grabado por su esposo Chris Fischer. Schumer dijo que su cirujano vio el alcance de su endometriosis durante el procedimiento. "El médico encontró 30 manchas de endometriosis. Había mucha, mucha sangre en mi útero".

La endometriosis es una condición de salud reproductiva debilitante y dolorosa que ocurre cuando el tejido del revestimiento del útero crece en otros órganos formando quistes ováricos.

Los que tenía Schumer, conocidos como 'quistes de chocolate o endometrioma', se forman a partir de células en el útero que se desplazan y se sitúan en los ovarios. Con el tiempo se mantienen y aumentan de tamaño a partir de las hormonas liberadas durante el ciclo menstrual de la mujer, y pueden llegar a dañar el tejido ovárico sano. Se llaman así porque el contenido del quiste es sangre espesa de color marrón oscuro, que recuerda al chocolate deshecho.

Estos quistes de ovario se relacionan con la endometriosis, un trastorno que afecta al sistema reproductor femenino, y pueden ir asociados a adherencias y a focos en otras zonas de la pelvis.llegando a afectar a otros órganos del cuerpo femenino.

A pesar de que hace décadas que se investiga sobre el tema, todavía no se tiene una explicación concreta de los motivos por los que unas mujeres sufren endometriosis y otras no.

A día de hoy, la endometriosis es una de las enfermedades más enigmáticas de la ginecología y en general de la profesión médica. Hay mujeres que tienen endometriosis y presentan dolor y/o infertilidad, y hay mujeres que teniendo endometriosis no presentan ni dolor ni infertilidad.

En verdad, la causa de la endometriosis no está completamente clara, y esa es parte de la razón por la que a menudo es tan difícil de tratar. Por un lado, se sabe que el crecimiento 'rebelde' de tejido que caracteriza a la endometriosis puede responder a las fluctuaciones hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual al causar inflamación, sangrado y dolor intenso, explica la Clínica Mayo.

Uno de los principales síntomas de la afección crónica son los períodos abundantes y extremadamente dolorosos, un hecho sobre el que Schumer pone el foco en su publicación: "Si tienes períodos realmente dolorosos, es posible que tengas #endometriosis". Otros signos y síntomas de la endometriosis pueden incluir sangrado entre menstruaciones, dolor pélvico crónico (con o sin la regla), dolor durante las relaciones sexuales, lumbalgia, dolor al ir al baño, quistes, tejido cicatricial y problemas de infertilidad (otra complicación que ha experimentado Schumer, quien se sometió a FIV).

Por otro lado, la mayoría de las investigaciones (como esta última revisión de 2020) sugieren que el estrógeno desempeña un papel clave en la endometriosis. Por eso se considera una enfermedad inflamatoria estrógeno-dependiente de origen desconocido que afecta aproximadamente un 10-20 por ciento de mujeres en edad fértil de cualquier etnia-raza y grupo social; aunque los investigadores no están seguros de por qué la hormona causa la condición en algunas personas y no en otras.

Lo que sí se sabe es que existen ciertos factores de riesgo como:

  1. Genética. Se trata de una enfermedad crónica cuya causa se desconoce, aunque se ha comprobado una cierta predisposición genética. De manera que las personas con antecedentes familiares de endometriosis tienen más probabilidades de contraer la enfermedad.

  2. Flujo menstrual retrógrado: esto sucede cuando la sangre del período viaja en la dirección inversa, subiendo las trompas de Falopio en lugar de salir de la vagina.

  3. Trastornos inmunológicos: ciertos problemas del sistema inmunitario, especialmente los trastornos autoinmunes, pueden causar endometriosis.

  4. Lesiones: el daño al útero o las estructuras circundantes se correlacionan con un mayor riesgo de endometriosis. Lesiones que pueden ocurrir, por ejemplo, durante el parto por cesárea.

Otra de las hipótesis más aceptadas sobre el mecanismo de aparición de la enfermedad es la menstruación retrógrada que se observa en el 90 por ciento de todas las mujeres, tengan o no endometriosis. Factores de predisposición adicionales de origen desconocido o poco conocido (factores genéticos, inmunológicos, hormonales, medioambientales, etc.) pueden hacer que el tejido endometrial que alcanza la cavidad peritoneal mediante la menstruación retrógrada se implante, prolifere y se descame cíclicamente, de la misma manera que el tejido endometrial eutópico, con la consiguiente inflamación, fibrosis, etc.

Es definitiva, la endometriosis es un proceso de evolución imprevisible que ocurre cuando el endometrio (capa de mucosa que recubre el útero por dentro) se sitúa fuera de su lugar original que es el útero. Pero este tejido incorrectamente desarrollado es capaz de asentarse en cualquier lugar del abdomen (ovarios, trompas de Falopio, ligamentos de sostén del útero, vagina, saco de Douglas, y menos frecuentemente en vejiga), e incluso en lugares más raros, como el ombligo, los intestinos o los pulmones.

En los casos más graves como el de Schumer, se esparce hasta lugares insospechados como el apéndice. Por eso, junto con la extirpación del útero, también se tienen que extraer otras zonas afectadas como el apéndice, que tenía lesiones endometriales. “Me extirpó el apéndice porque la endometriosis lo había atacado”, dijo Schumer, quien también compartió una foto suya frente al espejo.

Schumer, que parece aturdida y aliviada en el video, cuenta que se está recuperando bien hasta ahora. "Estoy dolorida y tengo algunas molestias por gases. Pero aparte de eso, ya siento mi energía...", momento en el que el video se corta.

No obstante, hay que señalar que, si bien la cirugía puede brindar un gran alivio a las personas que padecen endometriosis (o brindar otros beneficios, como ayudar a la fertilidad), no siempre es una solución definitiva. Los crecimientos endometriales pueden reaparecer después de la extirpación quirúrgica, y el dolor relacionado con la endometriosis puede persistir en ocasiones después de una histerectomía. Al igual que con cualquier decisión médica, es importante discutir los pros y los contras con el médico para encontrar el mejor tratamiento, que puede ser diferente para cada paciente en función de sus síntomas e historial médico.

Entre las opciones inciales están los anticonceptivos hormonales, para ayudar a controlar la acumulación de tejido, una serie de medidas para aliviar el dolor (como medicamentos, terapia de calor y varios remedios caseros) y cirugía mínimamente invasiva para extirpar los crecimientos endometriales.

Por lo tanto la eficacia de cualquier tratamiento contra la endometriosis se medirá principalmente en función de su capacidad para favorecer la fertilidad y su capacidad de mitigar el dolor y la sintomatología asociada a la enfermedad.

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