Por qué comemos de más cuando estamos cansados y cómo evitarlo

Es una noche de mitad de semana y llegas exhausto a casa. Lo único que quieres es recostarte en el sillón y ver televisión mientras comes un gran plato con helado de chocolate. ¿Te suena familiar?

A ciertas personas, estar cansado les haría comer de más. Pero calma, hay una explicación científica… aunque antes de decírtela, contesta: ¿Cuántas horas duermes al día?

La respuesta estaría directamente relacionada con invadir el refrigerador cuando el cansancio apremia. Según estudios del King College de Londres, resulta que no dormir lo suficiente provocaría que ciertas personas coman hasta 385 calorías extras al día… el equivalente a cuatro rebanadas y media de pan.

El cansancio y el estrés aumentarían el apetito en algunas personas. Foto: Getty Images
El cansancio y el estrés aumentarían el apetito en algunas personas. Foto: Getty Images

Lo anterior no solo afectaría tu peso, sino también tu estado de ánimo. Según otro estudio del International Journal of Endocrinology, quienes restringen su horario de sueño a cuatro o cinco horas diarias, tienen menor control de su metabolismo y de sus emociones durante el día.

Esto termina afectando tu toma de decisiones y fuerza de voluntad, la cual disminuiría a lo largo del día y se degradaría aún más por la fatiga física. La consecuencia: terminar cansado y con un hambre voraz.

Quien termina pagando las consecuencias de todo esto es la ghrelina, la llamada ‘hormona del hambre’. Es la encargada de estimular el apetito. Sus niveles aumentan antes de comer y disminuyen después de hacerlo.

También te puede interesar: Salud mental, estos hábitos te impiden ser feliz

¿Qué hacer?

Pero no todo está perdido. No estás condenado a llevar una vida de asaltos al refrigerador cuando te sientas agotado. Glenn Livingston, doctor en Psicología y autor de ‘Never Binge Again’ (algo así como ‘No más atracones’), propone lo siguiente en Psychology Today:

1. Tómate un descanso. Aléjate de todo durante al menos cinco minutos. Durante ese lapso, deja de tomar decisiones y de ser productivo. Toma una respiración profunda mientras dices para ti mismo: “Uso el momento presente para estar saludable” y toma otra respiración.

2. Utiliza estrategias dilatorias que ayuden a posponer el antojo. Es decir, en lugar de salir a comer lo que estás deseando, mejor escríbelo. Sé muy específico. Menciona el tipo de comida que estás deseando, cómo es, dónde se consigue y cuánto cuesta. Mientras lo haces, toma otra respiración.

3. Proyéctate después de comerlo. Imagínate a ti mismo unos 30 minutos después de que hayas terminado de comerlo. ¿Qué ves? ¿Cómo es tu digestión? ¿Cómo queda tu autoestima después de esa comilona? Toma otra respiración.

4. Pregúntate qué podrías comer para mejorar esa proyección. Visualiza ahora un alimento mucho más saludable y especifica dónde lo comprarías, cómo es, qué sabor tiene y, sobre todo, cómo te sentirías después de comerlo. Mucho mejor ahora, ¿no? Toma una respiración aún más profunda y exhala.

Pero lo anterior no sería de gran utilidad sin la recomendación más importante de todas: dormir mejor. Ya viste cómo una mala noche de sueño puede afectarte en lo metabólico y emocional. Así que, si sabes que tendrás un día largo y pesado, procura dormir lo mejor que puedas, sugiere Livingston. Y haz un esfuerzo por tomar todas las decisiones sobre los alimentos en la mañana, cuando tu fuerza de voluntad es más fuerte.

“Empaca tu comida en tuppers y bolsas listas esperándote para más tarde, cuando sepas que estarás cansado. También considera escribir un plan hipotético de alimentos para el día siguiente. El mero hecho de pensarlo y escribirlo obliga a elaborar estrategias de planificación. ¡Esto elimina la necesidad de tomar decisiones espontáneas que requieren una fuerza de voluntad que no tendrás cuando estés cansado!”, recomienda el experto en Psychology Today.

También te puede interesar: Bañarse en la noche es mejor que en la mañana, según expertos

Así que no más excusas. El cansancio y la comilona no tienen por qué ir de la mano. Considera estas alternativas y transforma tu vida. Y recuerda siempre asesorarte con un experto en la salud.

@braham_MV