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Por qué deberías hacerte un ecocardiograma si tienes fatiga o mareos

Son síntomas que suelen pasar desapercibidos en una persona joven pero que pueden ser indicativos de una enfermedad grave que, si no se trata, puede condicionar la muerte en menos de tres años

La fatiga es uno de los síntomas habituales en mujeres adultas. Estar siempre cansada no es normal. Si además va unido a otros síntomas como mareos o náuseas, no lo dejes pasar. (Foto: Getty)
La fatiga es uno de los síntomas habituales en mujeres adultas. Estar siempre cansada no es normal. Si además va unido a otros síntomas como mareos o náuseas, no lo dejes pasar. (Foto: Getty)

La Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP) se caracteriza por un aumento progresivo en la resistencia vascular pulmonar debida a cambios en las arteriolas pulmonares, tales como vasoconstricción, obstrucción de las paredes de los vasos, reacción inflamatoria o formación de trombos (un aviso de ictus); lo cual se traduce en un aumento de la presión arterial en la circulación pulmonar.

Esta patología afecta en España a entre 15 y 20 personas adultas por cada millón de habitantes y presenta una incidencia de tres o cuatro casos nuevos al año por cada millón de personas, siendo datos similares a otros países europeos de nuestro entorno.

El perfil de pacientes con esta enfermedad suele ser mujeres en la edad media de su vida, alrededor de los 45 años de edad.

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“Suelen ser personas todavía jóvenes, en las que se puede modificar la supervivencia si la enfermedad es detectada a tiempo, por lo que el diagnóstico juega un papel clave en este sentido”, señala el Dr. Joan Albert Barberá, jefe del Servicio de Neumología y Alergia Respiratoria y Coordinador de la Unidad de Hipertensión Pulmonar del Hospital Clínic de Barcelona.

Su diagnóstico puede tardar hasta dos años desde el inicio de los síntomas -siendo el principal de ellos la dificultad para respirar- lo cual puede condicionar la muerte de los pacientes en menos de tres años si no se trata adecuadamente, al tratarse de una enfermedad grave. De hecho, un 70 por ciento de los pacientes presentan la enfermedad en estado grave en el momento del diagnóstico.

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De no tratarse, la HAP puede acabar en fallo cardíaco debido al desmesurado aumento de presión en las arterias que llevan la sangre del corazón a los pulmones causando disnea, cansancio, mareos, tos seca o síncopes. (Foto: Getty)

“A veces el diagnóstico es difícil de realizar porque los pacientes presentan una sintomatología que suele ser de fatiga al esfuerzo o sensación de mareos, que puede pasar desapercibida en una persona joven como indicativa de una enfermedad. Debemos estar alerta a estos síntomas y cuando tengamos la sospecha clínica de la enfermedad es esencial efectuar un ecocardiograma, que es la herramienta fundamental de detección, y derivar al paciente a centros para completar el diagnóstico, que requerirá un cateterismo derecho, y donde se la pueda tratar adecuadamente”, añade el doctor.

Es una prueba indolora y sin efectos secundarios, suele durar en torno a 15 o 10 minutos y no implica radiación.

Cuáles son las causas de su aparición

Es una enfermedad progresiva que causa un claro deterioro del paciente, en la que la presión arterial pulmonar y la resistencia vascular pulmonar aumentan. Suele estar provocada por el estrechamiento paulatino de las arteriolas pulmonares y el aumento de la resistencia al flujo sanguíneo.

Ello se debe al remodelado progresivo de las arterias, lo que provoca una sobrecarga del lado derecho del corazón, que a la larga se traduce en insuficiencia cardíaca progresiva y muerte prematura. De hecho, si esta patología no se trata adecuadamente, la media de supervivencia es de 2,8 años aproximadamente.

La HAP está causada por una combinación de factores como la predisposición genética, exposición a factores de riesgo y patologías adquiridas, que conducen a una lesión vascular que dan lugar a la enfermedad. “Para establecer el diagnóstico de HAP deben descartarse como causas los problemas cardiacos, respiratorios o el tromboembolismo pulmonar”, explica el Dr. Joan Albert Barberá.

Señales que puede ayudarte a identificar la HAP

Además de la dificultad para respirar o disnea, que es el principal síntoma, los pacientes también suelen sufrir cansancio, opresión en el pecho o palpitaciones lo que, cuando progresa la enfermedad, puede derivar en mayores dificultades para respirar, hinchazón de tobillos y pies, desmayos, ganancia de peso y malestar abdominal (debido a una acumulación anómala de líquido).

En la actualidad, no existe un tratamiento curativo para la HAP, pero en los últimos años se han producido importantes avances que están permitiendo ralentizar la progresión de la enfermedad y el deterioro clínico, así como aumentar la supervivencia.

Recuerda que para cuidar tu corazón es imprescindible llevar una vida saludable, pero en el caso de que puedan surgir enfermedades cardiacas, por ejemplo, por predisposición genética, es importantísimo recurrir a las pruebas que nos sean recomendadas para conocer el estado real de nuestro corazón.

¿Te falta el aliento o sientes dolor en el pecho y aún así no vas al médico porque siente estrés, ansiedad o miedo antes las pruebas médicas?

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