¿Por qué transpiramos cuando estamos nerviosos?

Foto: AVAVA/iStock
Foto: AVAVA/iStock

Estás por tener una conversación importante con tu jefe y antes de ingresar a su oficina, sientes que te sube la temperatura corporal y empiezas a sudar como si hubieses jugado un partido de fútbol en pleno verano. ¿Te sientes identificado con esta situación? ¿Sueles transpirar en momentos de estrés y nerviosismo?

Es probable que muchos de ustedes hayan asentido con la cabeza, porque la sudoración nerviosa es más común de lo que crees. “Cuando estás nervioso, se activa el sistema de ‘lucha o huida’ y envía una avalancha de hormonas energéticas al cuerpo que provocan un aumento en la frecuencia cardíaca y en el flujo sanguíneo, entre otras cosas”, indican desde Calm Clinic.

La sudoración se activa para ayudar a enfriar al cuerpo de toda esa energía, de lo contrario, podríamos sobre calentarnos y posiblemente dañar nuestros músculos, enzimas y otros factores biológicos importantes que no pueden funcionar a temperaturas tan altas. Es por eso que la sudoración es normal y saludable. El problema es cuando ocurre con demasiada frecuencia o en situaciones indeseables”, aclaran.

¿Es posible controlar la sudoración por nerviosismo?

La teoría quedó clara, pero lo cierto es que, en la práctica, la transpiración es muy molesta y embarazosa, pues a los nervios se le suma la vergüenza de estar todo transpirado.

También te puede interesar: 3 formas de evitar el sudor excesivo por estrés

Según Calm Clinic, la clave para reducir la sudoración por ansiedad y/o nervios, no es detenerla, porque no le estaríamos permitiendo a nuestro cuerpo enfriarse (al contrario, estaríamos favoreciendo a que se sobre caliente y dañe).

En su lugar, hay que tratar de encontrar formas de calmarse para que el evento o situación en cuestión, no genere tanta respuesta de miedo. Practicar mindfulness o meditación podría ayudar, aconsejan desde la Sociedad Internacional de Hiperidrosis.

También, puedes salir a trotar antes de enfrentarte a una situación que te provoca nervios (eso sí, no lo hagas inmediatamente antes, porque trotar genera sudor).

“Esta actividad libera endorfinas que calman el estado de ánimo y lo hacen menos propenso a los sentimientos de nerviosismo, incluso en situaciones que los provocan. Trotar también cansa los músculos, lo que evita que el estrés provoque tanta energía (y, por lo tanto, menos calor)”, sugieren desde Calm Clinic.

Asimismo, hay ciertas estrategias que pueden ayudarte a reducir la transpiración:

1. Permite que tus manos y brazos respiren: cuando estás estresado o ansioso, es posible que aprietes tus puños o coloques las manos en tus bolsillos o sobre tu rostro. Todo esto, de acuerdo con Calm Clinic, agrega calor a tu piel, lo que te hace sudar más. Sin embargo, si dejas manos y brazos libres, permitirás que la transpiración se evapore.

2. Usa un antitranspirante y aplícalo a la noche para obtener mejor eficacia, según aconseja la Sociedad Internacional de Hiperidroisis. “A la hora de acostarnos, generalmente sudamos menos y esto le permite a los ingredientes activos de los antitranspirantes, tiempo para formar los tapones superficiales (que ayudan a limitar la sudoración) antes de comenzar a transpirar nuevamente por la mañana. Si aplicas el antitranspirante cuando estás sudando, la transpiración eliminará el producto antes de que pueda comenzar a funcionar”, sugieren desde la entidad y aclaran que el producto puede aplicarse en otras áreas del cuerpo más allá de las axilas.

3. Afeita/depila o mantén corto el vello en las zonas donde sueles transpirar más. Esto no limitará la sudoración, pero puede ayudar a que el antitranspirante y el desodorante lleguen más a fondo en la piel y, por lo tanto, hagan su trabajo de manera más efectiva.

También te puede interesar: El infierno silencioso de la sudoración excesiva

Si tienes dudas, consulta con un especialista de la salud.