Porque no todos son iguales, 10 señales de un mal profesor de yoga

Practicar yoga se ha vuelto cada vez más común, y si te vas a animar a probarlo, o ya lo practicas, es importante que sepas identificar a un mal profesor. Esto no solo te ayudará a evitar lesiones, sino también a avanzar mejor en tu práctica.

Un buen profesor de yoga debería adaptar su clase a las necesidades de sus alumnos. Foto: Getty Images.
Un buen profesor de yoga debería adaptar su clase a las necesidades de sus alumnos. Foto: Getty Images.

1. No pregunta si alguien tiene algún problema, o necesidad. Antes de empezar la clase, un profesor debería querer saber cómo están sus alumnos físicamente, y si hay alguien con heridas, esguinces, torceduras, tensiones o molestias. Todo esto debe tenerlo en cuenta a lo largo de toda la clase, como recalca el portal Yoga Teacher Training.

2. Elige posturas muy complicadas o no ofrece variantes. No se trata de hacer las cosas fáciles, sino de considerar a todos los alumnos, y de saber guiarlos para alcanzar todas las posturas, como recalca el blog Apothecary 7. Esto incluye considerar variantes para los menos experimentados, o no considerar a quienes tienen algún problema o necesidad especial.

3. No explica o demuestra las poses, especialmente las más complicadas. Lo Ideal es que se asegure que todos sepan qué está pasando, y de los peligros y errores más comunes en una postura. Además, debe ser capaz de explicar el por qué de cada una, como recoge el portal Yoga Journal.

4. Lo ‘sabe todo’. El mismo portal recoge que esto podría ser difícil de notar al principio, pero un maestro que no muestre señales de humildad, o del que nunca salgan las palabras “no sé”, no sería bueno. Nadie lo sabe todo, y lo ideal es que el maestro también esté interesado en seguir creciendo.

5. La clase es importante para sí mismo. Si habla más que escuchar, si parece más interesado en demostrar lo bueno que es en su práctica, habla solo de sus grandes maestros, y elige posturas complicadas solo para demostrar que puede hacerlas, estarías ante un mal profesor recoge Yoga Journal.

Un buen profesor de yoga no debería causarte lesiones. Foto: Klaus Vedfelt / Getty Images.
Un buen profesor de yoga no debería causarte lesiones. Foto: Klaus Vedfelt / Getty Images.

6. Su clase no es un desafío para ti. Si vas a una clase en la que ya no estás progresando en tu práctica, y donde ya sabes qué esperar de cada sesión, sería una señal de que deberías cambiar de profesor. No importa si se trata de tu primer profesor de yoga, o el que te ayudó a dominar ciertas posturas, si la clase es aburrida, es que es hora de buscar a otro maestro.

7. Te empujan demasiado. Cuando un profesor de yoga se acerca a ti para corregir tu postura, o para ayudarte a profundizar en ella, debe de hacerlo sabiendo tus límites. Si te lleva demasiado lejos, se arriesga a lesionarte, lo que lo haría un mal profesor.

8. Te imponen sus creencias. Muchos yoguis están realmente comprometidos con la filosofía y práctica del yoga, por lo que suelen meditar diario, practicar, y hasta ser vegetarianos o veganos. Lo cual está muy bien. Pero intentar imponer esto en sus alumnos no sería lo ideal. Por eso, como recoge el portal Pop Sugar, lo ideal sería encontrar un profesor cuya visión no choque con la tuya.

9. Te hacen sentir inseguro. Lo común es que, si algún alumno está cometiendo un error, el profesor le corrija, pero de forma genérica, sin mencionar nombres, lo cual también ayudaría a los demás alumnos. Si te sientes inseguro porque suele mencionar tu nombre, o sientes que te juzga, estarás muy estresado como para disfrutar la práctica, y es señal de que es un mal maestro para ti.

10. Finalmente, debe terminar la clase preguntando cómo están los alumnos. Igual que como comenzó debería interesarse en cómo fue la práctica para la clase, qué se les complicó y si tuvieron algún problema.

¿Qué consideras que hace a un buen profesor de yoga?

@travesabarros

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