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El príncipe Andrés podría vivir con su ex Sarah Ferguson si es expulsado de Windsor

El príncipe Andrés y Sarah Ferguson en una foto de 2013 credit:Bang Showbiz
El príncipe Andrés y Sarah Ferguson en una foto de 2013 credit:Bang Showbiz

El príncipe Andrés de Inglaterra se ha consolidado como la 'oveja negra' de la familia real británica, al menos de la que permanece en el Reino Unido, a causa de sus malas prácticas empresariales, su estrecha amistad con el malogrado pedófilo Jeffrey Epstein y, sobre todo, por las acusaciones que le dirigió Virginia Giuffre a cuenta de unos presuntos abusos sexuales cometidos hace veinte años.

Hay que recordar que la difunta Isabel II, muy a su pesar, tuvo que despojar a su hijo favorito de numerosos títulos y patronazgos reales para que la casa real pudiera desmarcarse con efectividad de la polémica. Eso no impidió a la antigua soberana, en un aparente gesto de rebeldía contra su propia institución, presentarse poco después de la mano de Andrés de camino a la iglesia el día de Navidad, con toda la familia real reunida en su finca de Sandringham.

Ahora que los Windsor están liderados por su hermano mayor, el rey Carlos III, la situación del duque de York en el organigrama real parece ser aún más precaria. Un ejemplo ilustrativo de ello es que Andrés aparece en la página web de la casa real como un miembro de importancia residual dentro de la institución, al igual que su sobrino Harry, quien abandonó sus funciones reales en marzo de 2020 para empezar una nueva vida en California junto a su esposa Meghan Markle. Para más inri, varios informantes conectados con el día a día de la monarquía aseguran ahora que Andrés será expulsado más pronto que tarde de la mansión en la que vive dentro de los terrenos del castillo de Windsor.

El actual soberano, según informa el diario The Sun, habría ordenado una reducción drástica de la partida presupuestaria que va dirigida a las comodidades domésticas de los royals, especialmente de los más problemáticos. Si se confirman esos rumores, Andrés tendrá que abandonar la imponente propiedad The Royal Lodge y establecer su residencia en uno de los cada vez más escasos inmuebles que son de su propiedad. En ese sentido, su exmujer Sarah Ferguson, duquesa de York y madre de las princesas Beatriz y Eugenia, podría salir al rescate del príncipe ofreciéndose como compañera de piso, alojando al hombre de su vida en el único piso que ambos poseen en Londres, concretamente en el exclusivo barrio de Mayfair.

"Se suponía que esa propiedad era una inversión de futuro para sus hijas, pero por el momento tendrán que usarlo los dos. No tiene nada que ver con la grandeza de los terrenos de Windsor, pero es la única propiedad que les queda a los dos en Londres. Lo reformaron en profundidad y a un nivel exquisito, pero por ahora no podrán alquilarlo y menos aún venderlo", señala un confidente al citado periódico.