Preocupados por la salud del Rey Juan Carlos I

La última alarma que empieza a aparecer en los medios digitales, y que seguro que en breve los inundará, tiene que ver con la salud del Rey Emérito. Aseguran que don Juan Carlos no se encuentra nada bien. Las informaciones señalan que le cuesta caminar. El Palacio de la Zarzuela ha tenido que ser completamente reformado para que el monarca pueda desplazarse, según publica un diario digital. Y así nos imaginamos un sinfín de rampas poblando ahora el recinto palaciego, para que el padre del rey Felipe VI pueda moverse de una estancia a otra.

No hay duda de que la salud del Rey Juan Carlos siempre ha suscitado un alto interés público. Y, a pesar de que la Casa Real española no suela informar demasiado sobre este asunto, hemos estado al corriente siempre de sus distintas operaciones. Recordamos bien la intervención quirúrgica para ponerle la prótesis en la rodilla que tanta guerra le ha dado, una operación que le llevó un tiempo a la silla de ruedas y que luego le dejó unas muletas como molesta compañía itinerante. Pero, también estuvieron preocupando a los ciudadanos, y a la prensa, la operación de cadera, la de hernia discal, la rotura del tendón de Aquiles y, sobre todo, la intervención quirúrgica por un nódulo en el pulmón.

Un hecho curioso es que cuando al Rey Emérito se le pregunta por estos temas de su salud, don Juan Carlos siempre contesta con muy buen humor. Casi con demasiado buen humor y hasta haciendo algún chiste que otro. Pero esas respuestas airosas y simpáticas pueden esconder otra cosa. Dicen, quienes le conocen bien, que al Rey Juan Carlos no hay nada que más le moleste que le vean como alguien debilitado o mermado, de ahí que siempre le quite importancia a sus achaques. Que no es cosa de buen humor, sino de defensa propia, vamos.

Este verano pasado la llamativa ausencia del Rey Juan Carlos en Palma de Mallorca fue justificada por motivos de salud. Las redacciones de los medios volvieron a ponerse en alerta para conocer el verdadero estado de afección del Rey Juan Carlos. “Los médicos le han recomendado no moverse mucho”- explicó entonces el Rey Felipe VI–“Está fastidiado”, añadió. Y volvimos a preocuparnos por don Juan Carlos. Pero, enseguida aparecieron unas fotos del Rey Emérito donde se le veía disfrutar bien de una comida con amigos y la preocupación se nos fue. Por eso la inquietud por el estado de salud de don Juan Carlos es siempre muy fluctuante. Nos dan la alarma, pero luego llega el propio marido de la Reina Sofía y nos tranquiliza con sus desenfadadas respuestas o nos llega rauda una foto donde se le ve bien a gusto.

Ahora estamos en el momento de la alerta. Nos dicen que vuelve a estar mal. Muy mal, incluso. Nos aseguran que no sólo es que tenga reducida la movilidad es que le pone de muy mal humor por no poder trasladarse tan airosamente como antaño. Quizá sea sólo cosa de los años. Quizá. Veremos hasta dónde tiene que llegar, en esta ocasión, la preocupación por la salud del Rey. Veremos.