¿Primera vez que eres jefe? Esto es lo que debes saber

Convertirse en jefe por primera vez produce una mezcla de sensaciones y emociones. Por un lado, es probable que te sientas feliz y orgulloso, y por el otro, podrías tener incertidumbre y sentir temor por no ‘estar a la altura’ de las circunstancias.

¡A no desesperar! Te brindaremos algunos consejos para lidiar con este ascenso laboral de la mejor manera para ti y para tu equipo de trabajo.

Foto: fizkes/istock
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1. Ten una visión global del negocio

Como manager, debes estar preparado para responder preguntas de tus jefes directos, que requieran de un panorama más amplio de la empresa. Desde la estrategia hasta la cultura y los problemas de recursos humanos, debes saber qué está sucediendo en el negocio, para poder tomar las mejores decisiones, al mismo tiempo que orientas a tu equipo de una manera sólida.

Recuerda que cuánto más sepas del negocio, mejor líder serás.

2. Nunca dejes de hacer ‘el trabajo sucio’

Es probable que te hayan ascendido porque trabajaste duro, pero ahora que eres jefe no significa que debes dejar de hacer ciertas tareas, que en definitiva, fueron las que te ayudaron a tener éxito y ser promovido.

Tus jefes verán con muy buenos ojos esa actitud de estar dispuesto a hacer cualquier trabajo en cualquier momento para ayudarlos a avanzar. Y tu equipo valorará que trabajes y te esfuerces a la par de ellos cuando sea necesario.

3. Deja el perfeccionismo de lado

"Cuando asumí como gerente por primera vez, revisaba todo una y mil veces y recuerdo que pensaba: ‘No me encanta esa imagen’ ‘No me agrada el título de esa diapositiva’… Hasta que yo no intervenía y colocaba mis aportes, no me terminaban de cerrar los trabajos. Era mi necesidad de perfección con toda su fuerza, y la perfección tal como YO la había definido. Tuve que volver al punto cero y reflexionar: ‘¿Cuál fue el resultado que queríamos?’ ‘¿Cuál fue el impacto que necesitábamos?’ ‘¿Cuál fue el objetivo final?’, cuenta Mita Malick, directora de diversidad e inclusión en Unilever.

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"Si estábamos logrando resultados, tenía que dejar de enfocarme en detalles innecesarios. Necesitaba elegir mis batallas sobre qué detalles cambiar y qué aceptar. Y a veces, como me recordó uno de mis colegas: ‘Que esté listo es mejor que perfecto’", agrega la empresaria.

4. Preocúpate e interésate por tu equipo

Demostrarle a un empleado que te importa es una parte integral de la construcción de relaciones laborales estables con los miembros de tu equipo. Según Melissa Lamson, CEO de Lamson Consulting, los empleados que se sienten valorados y apreciados por sus líderes son infinitamente más propensos a ir más allá y hacerse responsables de sus proyectos.

La experta recomienda, primero, escuchar atentamente las necesidades de tu equipo, antes de proveer un sinfín de soluciones. Préstales atención y juntos vean los posibles caminos para resolver los inconvenientes que surjan.

5. Presta atención a las necesidades de cada miembro de tu equipo: no todos son iguales ni tienen las mismas necesidades

"No lideres a las personas de la misma manera que a ti te gusta que te lideren. Liderar y ser jefe no es algo que puedas hacer igual para todas las personas. Tienes que flexibilizar tu estilo y conocer a la otra persona a mitad de camino", aclara Mita Malick.

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Recuerda que eres el jefe de personas con capacidades, culturas y visiones del mundo diferentes, por lo tanto, deberías ser capaz de identificar qué estilo o formato funciona mejor para potenciar a cada miembro de tu team.