Por qué la psoriasis puede afectar a las uñas

La psoriasis en las uñas suele acompañar a otras formas de la enfermedad dado que las uñas forman parte de la piel. Crecen desde la raíz de la uña, que está debajo de la cutícula, y se puede formar psoriasis en la raíz de la uña. (Foto: Getty)

La psoriasis en las uñas puede ser la primera manifestación de la psoriasis, y suele estar asociada a la artritis psoriásica y ser un marcador precoz de la misma. Se manifiesta con pequeños hoyuelos que pueden pasar desapercibidos o dar la apariencia de uñas 'picadas', hasta lesiones amarillentas en lámina. Y es que las uñas nos pueden dar mucha información sobre nuestra salud.

Por ejemplo, la lámina ungueal permite ver alteraciones de la coloración, anemia y otros trastornos de la sangre como la metahemoglobinemia. Se puede incluso percibir la aparición de tumores benignos (nevus, tumor glómico..) y malignos (melanoma).

Vamos que hay muchas posibilidades de que ante cambios, incluso sutiles, la uña ”se queje" y cambie de aspecto. Es el caso de los 'pits', una especie de hoyuelos que dan a la uña un aspecto picado, por lo que se ha denominado también 'uña en dedal'. Esos hoyos o depresiones pueden tener un diámetro más o menos grande y presentarse aisladamente o ser muy numerosas adquiriendo, entonces, la uña un aspecto de dedal. El origen está en una alteración en la queratinización de la lámina por un proceso que afectaría a la matriz.

La psoriasis es una enfermedad crónica que se caracteriza por afectar a la piel formando placas descamativas y enrojecidas. Los sitios más frecuentemente afectados son el cuero cabelludo, codos, rodillas, pies, tronco, manos y uñas. (Foto: Getty)
La psoriasis es una enfermedad crónica que se caracteriza por afectar a la piel formando placas descamativas y enrojecidas. Los sitios más frecuentemente afectados son el cuero cabelludo, codos, rodillas, pies, tronco, manos y uñas. (Foto: Getty)

Es un síntoma es muy común en los pacientes que sufren de psoriasis, un tipo de trastorno de la piel que cambia el ciclo de vida de las células. Debido a la enfermedad, las células se acumulan rápidamente en la superficie de la piel.

Por lo general, las células de la piel se reproducen cada 28 a 30 días. Cuando una persona tiene psoriasis, su sistema inmunitario hiperactivo hace que estas células se reproduzcan cada 3 a 4 días. Como resultado, algunas secciones visibles de la piel se vuelven gruesas, enrojecidas y causan picazón.

Hasta el 50 por ciento de los pacientes con psoriasis muestran la condición de uñas picadas o con hoyuelos. Además de aparecer pequeñas abolladuras en la uña (los temidos hoyos), se produce una decoloración blanca y levantamiento, como si la uña se estuviera separando del dedo.

Generalmente, las uñas de las manos están afectadas con mayor frecuencia que las de los pies, ya que están sometidas a mayor trauma, lo que las hace más propensas a tener daños. Se suelen afectar ambas manos o pies y, como señalábamos antes, puede ir acompañada de inflamación de las articulaciones (artritis) o de los dedos (dactilitis o dedos en salchicha).

De acuerdo con la Asociación Americana de Dermatología (AAD por su siglas en inglés) y VeryWellHealth, si tienes uñas picadas, puedes observar otros cambios en la forma de la uña. Además de blancas, las uñas pueden ponerse amarillas o marrones, separarse del lecho ungueal y acumular sangre debajo.

Además se pueden encontrar otros signos menos específicos como pequeñas estrías longitudinales de color café (hemorragias en astilla), engrosamiento de la uña, pérdida de su transparencia y que se vuelva de un color blanquecino, tal y como recoge este artículo de Accion Psoriasis.

"Tanto las uñas de las manos como las de los pies pueden verse afectadas, y puede afectar a una uña o a las 20" , cuenta Mona Gohara, profesora clínica asociada de dermatología en la Facultad de Medicina de Yale, a CreakyJoints.

Cuanto más extensa es la afectación por la psoriasis, más grave es la destrucción de la uña. Los dermatólogos la llaman 'psoriasis ungueal` y consideran que tiene un impacto severo en la calidad de vida de la las personas que la padecen, con una gran carga física y psicológica.

La uña es un anexo de la piel que crece toda la vida y que tiene una serie de importantes funciones: protege el extremo de los dedos, contribuye al tacto, a la coordinación de movimientos finos y a la sujeción de pequeños objetos, además de tener una destacada función estética y social.

Por estas razones, cuando se pierde su integridad, se pierde también parte de estas importantes funciones que alteran notablemente las actividades de la vida diaria. Además, es una de las manifestaciones más difíciles de tratar de la enfermedad ya que generalmente no responde a los tratamientos convencionales.

Recuerda, tal y como señala MedicalsNewsToday, las señales de uñas psoriásicas incluyen:

  • Hoyuelos, que implica la formación de grietas o agujeros en la uña.

  • Manchas blancas en la uña.

  • Surcos en la uña.

  • Un cambio en la forma o el tamaño de la uña.

  • Engrosamiento de la uña

  • Separación de la uña del lecho ungueal.

  • Uñas que se desmoronan.

  • Decoloración, en la que la uña puede volverse, por ejemplo, amarillenta o marrón.

  • Sangre debajo de la uña.

  • Las uñas también pueden partirse, engrosarse, caerse o desprenderse del dedo

El diagnóstico se realiza a partir del aspecto de la uña (dependiendo de los criterios clínicos que cumpla), así como por la presencia de psoriasis en otras partes del cuerpo. Dado que las uñas con psoriasis se parecen a las uñas afectadas por hongos, y que muchas veces se asocian, se deben practicar cultivos al inicio y durante el tratamiento.

El especialista puede solicitar hacer una biopsia ungueal, que es tomar una muestra de la uña para luego ser analizada en el microscopio. La ecografía es útil para detectar signos precoces de artritis, o inflamación de los tendones.

Como primer paso y sin importar el grado de afectación, es necesario tomar medidas generales de cuidado de las uñas, como evitar los traumatismos, la humedad constante, pulir las asperezas y mantenerlas cortas, procurando cortarlas después del baño.

El manejo incluye asesoramiento al paciente, evitar el estrés y la tensión en el aparato ungueal y diferentes tipos de tratamiento. Se pueden instaurar diferentes tratamientos:

  • Tópicos, los cuales pueden ser pomadas, ungüentos, cremas o lacas a base de: Corticoides, Derivados de vitamina D, 5-fluorouracilo, Ditranol (o antralina) y Retinoides como el tazaroteno al 1%.

  • Infiltraciones (inyecciones) con corticoides y metotrexato; a menudo son beneficiosas, pero pueden ser dolorosas y no se pueden aplicar en muchas uñas.

  • Tratamientos sistémicos clásicos, ya sea por medicación oral o rayos UVA: Acitretino, Ciclosporina, Metotrexato, PUVA (tópico y sistémico).

  • Terapia biológica (reguladores del sistema inmune): Infliximab, Etanercept, Adalimumab o Ustekinumab.

Por otro lado, los tratamientos sistémicos (medicamentos orales, subcutáneos, intramusculares o intravenosos) que eliminan las lesiones cutáneas generalizadas suelen eliminar también las lesiones ungueales. No obstante, en los últimos años han aparecido numerosas novedades terapéuticas para la psoriasis, como los tratamientos biológicos, eficaces tanto para la piel como para las lesiones de las uñas.

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