¿Puedo comer huevo crudo si estoy embarazada?

Hasta ahora, la idea de una mujer embarada comiendo una salsa carbonara clásica era considerado poco menos que un anatema. El motivo es la posibilidad de que la gestante pudiera coger una salmonelosis que, acompañada de vómitos y diarreas, pudiera llegar a afectar la cantidad de nutrientes que el bebé necesita. Pero eso ha cambiado, al menos en Reino Unido, donde las autoridades sanitarias acaban de asegurar que no hay peligro alguno de comer huevo crudo durante el embarazo, debido al bajísimo riesgo de contraer esta enfermedad. Se refieren en general a los marcados con el código de un león, una práctica que se lleva haciendo en el país desde 1998. Leyendo la letra pequeña de dicho código, nos encontramos que todas las gallinas están vacunadas contra la bacteria de la salmonela. Por tanto, podemos concluir que, independientemente del sello de cada país, si las gallinas están vacunadas, poco problema hay.

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(Foto: PIxabay)

Otro sospechoso habitual en la dieta de una embarazada es el sushi hecho a partir de pescado crudo. Se suele recomendar a las mujeres gestantes que lo eviten por la amenaza de parásitos como el anisakis. Sin embargo, existe la posibilidad de seguir disfrutando de este clásico de la cocina japonesa. Por ejemplo, existen los rollos en los que, en lugar de pescado crudo, nos encontramos con aguacate, queso crema o verduras. También hay variedades en las que el pescado está cocinado, incluso rebozado y frito. Por otro lado, si en el restaurante nos informan de que todo el pescado ha sido congelado previamente a servirse, podemos respirar: el anisakis muere si pasa a una temperatura de -20 grados durante al menos 24 horas.

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(Foto: PIxabay)

El jamón serrano tampoco se ha librado de ser otro de los tradicionales proscritos durante nueve meses. La razón, la toxoplasmosis, infección provocada por parásitos presentes en la carne cruda y que, en el caso de mujeres embarazadas, es muy peligrosa, ya que puede afectar a la placenta y al bebé. Sin embargo, el Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico (TEICA) certificó mediante estudios realizados en el año 2012 que el complejo proceso de salado y curación necesario para producir el jamón elimina la toxoplasmosis. Otro manjar salvado de la hoguera, por tanto.

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(Foto: Sxc)

Eso sí, no se salvan de la quema las verduras que pongamos en nuestra ensalada sin lavarlas debidamente (toxoplasmosis y listeriosis pueden esperar en un pedacito de tierra que no se retire) o los quesos hechos a partir de leche cruda, sin pasteurizar (más listeriosis). Para ellos, mejor esperar a que el bebé haya asomado la cabecita…