¿Puedo contagiarme de legionela en el gimnasio?

Al contrario de lo que se piensa, a finales de verano y en otoño se presentan más casos de esta enfermedad estacional que se oculta en los sitios más insospechados, como la ducha del gimnasio

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Si las bacterias se dispersan en el aire (en ambientes húmedos y cálidos) en forma de gotas minúsculas, pueden penetrar en las vías aéreas y causar neumonías. (Foto: HERO IMAGES/GETTY IMAGES)

Los casos de legionelosis registrados en Europa (desde el año 2011 a 2015) han ido progresivamente en aumento. Entre las instalaciones de mayor riesgo destacan los jacuzzis y spas, potenciales focos de infección por legionela.

Así que, ¡ojo! Si has empezado septiembre apuntándote al gimnasio o al polideportivo del barrio y piensas hacer uso de la piscina o el spa, te conviene conocer los últimos datos sobre la legionelosis en España.

En los centros de wellness, además, factores como la alta humedad ambiental, y las condensaciones depositadas en las superficies de zonas como vestuarios, aseos, así como un deficiente mantenimiento de los equipos o conductos de aire acondicionado, facilitan el aumento de los niveles de presencia de legionella. Además, el riesgo se incrementa con la presencia de inyecciones de aire y agitaciones constantes en los circuitos.

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Al ducharnos, las toxinas que el cuerpo ha desprendido de la actividad deportiva se quedan en las duchas, suelos o bancos del vestuario. Extrema la higiene mientras te cambias, procura usar la toalla para sentarte y antes de irte, lávate bien las manos para eliminar bacterias de pomos y grifos. (Foto: SKYNESHER/Getty)

¿Qué es la legionela?

La legionelosis es una enfermedad causada por la Legionella pneumophila y otras del mismo género que se manifiesta en dos formas clínicas: una neumonía que puede ser grave y requerir hospitalización, denominada Enfermedad del Legionario, y un cuadro gripal, de carácter leve, conocido como Fiebre de Pontiac.

Esta enfermedad se presenta en forma de casos aislados o esporádicos y de brotes que afectan a la comunidad. La ‘Legionella’ habita en aguas estancadas y accede a nuestro organismo a través de las vías respiratorias, cuando inhalamos gotas microscópicas de agua contaminada.

Cómo se contrae

La ‘Legionella’ habita en aguas estancadas y accede a nuestro organismo a través de las vías respiratorias, cuando inhalamos gotas microscópicas de agua contaminada.

Se transmite al inhalar (no al ingerir) aerosoles provenientes de instalaciones como torres de refrigeración, condensadores evaporativos, sistemas sanitarios de agua caliente y fría, spas, piscinas de hidromasaje e hidroterapia, fuentes ornamentales, chorros a presión, humectadores, pulverizadores, nebulizadores, riego por aspersión, etc.

Aunque no se ha determinado que el contagio se produzca de persona a persona, ni haya pruebas de infección a través de los aires acondicionados de coche o domésticos, sí pueden producirse brotes de legionelosis, sobre todo a finales de verano, cuando existe agua contaminada con la bacteria en lugares públicos, y el aerosol que las dispersa es inhalado por las personas. Por eso, es importante no exponerse a las rejillas de aire acondicionado y sistemas de ventilación de gimnasios y otros lugares públicos, que funcionan también en invierno.

Qué síntomas produce

Pueden variar desde una leve fiebre o malestar, a los propios de una neumonía: dificultades respiratorias, fiebre alta y tos. Los escalofríos o dolores musculares también pueden indicar un posible contagio de legionella.

Sobre todo, hay que tener caso que la bacteria ataca los pulmones, y además de fiebre, cefalea, astenia, dolores musculares y tos, puede desencadenar, si no es tratada adecuadamente, esputos con sangre o dolor torácico fuerte.

“El periodo de incubación normalmente se produce entre 2 y 10 días”, explica el doctor José María García, coordinador del área de Enfermedades Infecciosas de SEPAR. “Si la enfermedad se trata a tiempo, el índice de mortalidad no supera el 6% pero si se inicia pasadas 48 horas del comienzo del cuadro, el porcentaje puede aumentar al 25 por ciento, de allí la importancia de la detección precoz”.

Dónde hay más riesgo

Según el informe Enfermedad del Legionario y Torres de Refrigeración y Condensadores Evaporativos en España, presentado por AEFYT a principios de año, en nuestro país el 58 por ciento de los brotes de legionella están producidos por contagio desde las redes de agua caliente sanitaria, frente a solo un 27 por ciento originados por torres de refrigeración, de igual modo que sucede en Estados Unidos o en la Unión Europea.

Los jacuzzis, spas, piscinas y similares han presentado cifras de un 22 por ciento de positivos. Tampoco hay que perder de vista los sistemas de riego por aspersión, nebulizadores o fuentes ornamentales que, aunque son consideradas de bajo riesgo, en los últimos años han aparecido como origen conocido de brotes comunitarios de legionelosis.

En estas instalaciones, si están mal diseñadas, sin mantenimiento o éste es inadecuado, la Legionella encuentra condiciones idóneas de temperatura (20-45 ºC) y nutrientes para su multiplicación hasta concentraciones infectivas para el ser humano. Si en la instalación existe algún sistema productor de aerosoles, la bacteria puede dispersarse en el aire incluida en pequeñas gotas de agua (aerosoles) y, de esta forma, puede penetrar por inhalación en el aparato respiratorio de las personas.

Y es que las principales condiciones para que se desarrolle la bacteria de la legionella son aguas cálidas y estancadas. También favorece su aparición, la presencia de materia orgánica en el agua, o aguas con poca depuración.

Grupos de riesgo

Estas pequeñas gotitas, que contienen legionela, son inhaladas y llegan al sistema respiratorio causando la enfermedad.

Que aparezca o no la enfermedad en una persona dependerá de:

  • La cantidad de bacterias que llegan al pulmón.

  • Las condiciones físicas de predisposición de la persona (ser fumador, padecer enfermedad respiratoria, etc.).

  • La agresividad de la bacteria.

La legionela afecta fundamentalmente a personas mayores o con ciertas afecciones graves (inmunodeprimidos). Respecto de éste último punto, ser hombre, mayor de 60 años, fumador y consumidor asiduo de alcohol y con afecciones respiratorias crónicas como bronquitis o asma -incluso sufrir otras enfermedades como la diabetes- es el perfil para sufrir un brote de legionela.

De todas formas, el riesgo de contraer la enfermedad dependerá de la concentración de bacterias en el aerosol que se inhale, el tiempo de exposición y la susceptibilidad de los sujetos expuestos.

Cuidar tu dieta tomando probióticos te ayuda a fortalecer su sistema inmunitario y luchar frente a las bacterias e infecciones. (Foto: Getty)
Cuidar tu dieta tomando probióticos te ayuda a fortalecer su sistema inmunitario y luchar frente a las bacterias e infecciones. (Foto: Getty)

Cómo puedo protegerme

Las personas particulares poco pueden hacer para prevenir un contagio por legionela en un lugar público. Los responsables de llevar a cabo esta labor son las administraciones o los titulares del lugar.

Sin embargo, si vas a menudo al spa o al gimnasio es aconsejable tomar ciertas precauciones como ducharse siempre después de realizar una actividad deportiva, pero ¿nada más acabar el entrenamiento? Eso depende de los gustos y necesidades de cada uno.Pero si lo haces en el mismo centro recuerda que debes usar siempre zapatillas y secarse en las mismas duchas, no frente a las taquillas donde te vas a cambiar ya que las áreas de las duchas y los suelos de los vestuarios son ‘zonas sensibles’.

Ten en cuenta que las duchas son el primer sitio donde eliminamos el sudor y y toxinas que el cuerpo ha desprendido de la actividad deportiva; y los suelos, además de mezclarse microorganismos de nuestro cuerpo, se pisan con el calzado de calle. Si se te han olvidado las chanclas, no te cortes y dúchate con calcetines para evitar el contacto directo del pie con el suelo mojado.

¿Te da miedo contraer la legionela?¿Crees que hay un buen control de las torres de refrigeración y los condensadores evaporativos?

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