Qué le pasa al cerebro cuando tienes un ‘déjà vu'

Si crees que ya lo has visto o vivido, algo falla

Tienes lleno el disco duro, has perdido (momentáneamente) la capacidad cerebral para clasificar nueva información o tienes un problema de memoria.

Son las tres explicaciones científicas para los ‘déjà vu’, una expresión francesa que en español significa ‘ya visto’, que suele ser fugaz y puede suceder en cualquier momento.

Un fenómeno curioso que, cuando ocurre, nos deja descolocados y que suele afectar casi al 80 por ciento de la gente en alguna ocasión.

Investigadores de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, afirman que cuando uno tiene una experiencia que cree haber vivido anteriormente, podrían deberse a un fallo eléctrico en una región específica del cerebro que está relacionada con el almacenamiento de la memoria y los recuerdos.

El nombre de esta estructura cerebral te puede parecer algo inquietante: giro dentado. Pero en realidad, se trata de una pequeña región muy particular y de función sumamente especial. Una pequeña parte del hipocampo que trabaja con los recuerdos episódicos, aquellos que permiten distinguir entre situaciones y lugares similares pero diferentes, o reconocer rápidamente un rostro o un objeto.

El déjà vu es la sensación que experimenta el cerebro cuando trata de discernir si dos situaciones extremadamente parecidas son o no la misma.

En realidad lo que hace el giro dentado es algo muy sencillo a la vez que relevante: es el encargado de la llamada memoria episódica. Es decir, es donde se evoca y relaciona nuestros sucesos autobiográficos, por ejemplo, asociando un olor a un recuerdo, una calle a una conversación, un restaurante a aquella cena que nos sentó mal, un banco del parque a esa cita tan maravillosa, etc.

Diferentes estudios han demostrado que entre un 60 y 80 por ciento de los ciudadanos han experimentado en alguna ocasión este fenómeno.

Pese a esta frecuencia la comunidad científica no ha logrado encontrar una explicación de por qué se produce ya que no existe un estímulo o una experiencia clara que favorezca su aparición.

La edad, si hay tejido cerebral dañado en esa zona del hipocampo o, simplemente, un fallo puntual es lo que origina el déjà vu.

Michelle Hook, una de las autoras de este trabajo, ha avanzado que saber cómo se almacena la memoria en el cerebro puede arrojar algo de luz sobre este fenómeno y a la hora de saber “por qué algunas personas lo experimentan más que otros”.

En concreto, personas con epilepsia del lóbulo temporal que esta región cerebral podría estar también relacionada con el 'déjà vu’, ya que han visto que hay una parte específica que también está implicada en la detección de la “familiaridad” y el reconocimiento de ciertos eventos.

Sobre todo, explica Hook, porque existen informes clínicos que demuestran que este fenómeno es “como una especie de advertencia antes de sufrir un ataque epiléptico”.

“Esto ya lo he vivivido, ¿no?” Si tienes este tipo de dudas muy a menudo es aconsejable acudir al neurólogo. (Foto: Getty Images)

En el caso de las personas sanas, podría deberse a una especie de “problema técnico” en la activación neuronal en esa región cerebral que hace que se confunda el presente con el pasado, que podría ser el mismo que hace que en ocasiones sufran un espasmo pese a no tener epilepsia (por ejemplo, cuando uno se está quedando dormido).

No obstante, también podría atribuirse a un “desajuste” de las vías neuronales del cerebro ocasionado por el hecho de que “constantemente esté tratando de crear percepciones globales del mundo que nos rodea a partir de un número limitado de señales”.

Esto sucede cuando a partir de una única percepción sensorial, como un olor que nos resulta familiar, el cerebro es capaz de recrear un recuerdo concreto.

En este caso, el 'déjà vu’ podría estar relacionado con una alteración en ese proceso que llevaría a la memoria a largo plazo la información sensorial recién obtenida.

Sin embargo, pese a esta aproximación, todavía queda mucho por aprender sobre este fenómeno y los mecanismos cerebrales que están implicados.

Pero tranquilos, según los expertos, es un fenómeno que le ocurre más a menudo a personas con un nivel intelectual alto y mayor creatividad, y a aquellos que viven situaciones de tensión, más que a quienes están relajados.

Además, se nos pasa con la edad. La mayoría de las experiencias se dan entre los 15 y los 25 años, y van disminuyendo conforme vamos cumpliendo años.

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