Yahoo Estilo ¿Qué pasa si (aunque lo parezca) no estás sufriendo una crisis nerviosa al uso?
Tener un ataque de ansiedad no es inusual pero si la angustia, ansiedad y pérdida de control que genera te desborda, puede indicar algo mas grave
El campo de la Salud Mental es complejo y muchas afecciones contúan siendo un misterio para la ciencia. Pero cada hay más datos e investigaciones que ‘cercan’ enfermedades tan estigmatizadas como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, que pueden presentar episodios de agitación en un espectro de menor a mayor grado de intensidad: leve, moderado, severo.
Uno de sus indicadores son las llamadas ‘crisis de agitación’, que se caracterizan por la presencia, en escalada, de síntomas de hiperactividad motora -inquietud, gesticulación, deambulación- que se acompañan de un estado afectivo de ansiedad -cólera, pánico o euforia- y, en los casos de mayor gravedad, desinhibición verbal, falta de conexión ideativa, pudiéndose llegar a producir, en los casos más severos, conductas violentas involuntarias. Asimismo, la agitación supone un número elevado de visitas a urgencias, hospitalizaciones o estancias hospitalarias prolongadas.
El pronóstico de la esquizofrenia y el TB es difícil de predecir y una persona afectada puede padecer una media de 12 episodios de agitación al año. En España, casi 1 millón de personas sufre esquizofrenia o TB y su conocimiento, reconocimiento y abordaje todavía representa un reto para las administraciones, las políticas sanitarias, los profesionales de la salud así como, para los cuidadores y personas afectadas.
Alrededor del 12 por ciento de las urgencias atendidas en los servicios de emergencias son por causas psiquiátricas y de éstas, el 30 por ciento están provocadas por una crisis de agitación. El 90 por ciento de los pacientes agitados llega en un “estado de agitación severo” difícil de revertir y que puede precisar de ingreso hospitalario con una estancia media de 3 días.
Según el experto en TB y jefe de Hospitalización de Agudos del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Dr. Juan Manuel Montes, “la intervención en estados leves o moderados podría evitar hasta un 50 por ciento de ingresos hospitalarios”. En este sentido, apunta,“una de las asignaturas pendientes que tenemos es mejorar la experiencia del paciente agitado en el entorno hospitalario ya que, con frecuencia, es traumática”.
En este contexto Ferrer ha realizado varios estudios para analizar los puntos de vista de todos los implicados (profesionales sanitarios, cuidadores y las personas afectadas por episodios de agitación frecuentes) con el objetivo de aportar mayor grado de conocimiento sobre la agitación y su contexto para mejorar y facilitar la comprensión de este ‘síntoma’, así como su impacto en la calidad de vida y salud de los pacientes y sus cuidadores.
Según el Informe “Current and Ideal Management Paradigm of Agitation”, fruto de un encuentro internacional de expertos, publicado en la revista Frontiers of Psychiatry (2018), la agitación es “un estado de hipersensibilidad, pensamientos acelerados, tensión emocional e hiperactividad motora y verbal en el que una intervención temprana en un estado grado leve-moderado, es crucial para evitar la escalada y el punto de “no retorno”.
Por otro lado, el estudio ”Characterizing the experience of agitation in patients with bipolar disorder and schizophrenia” –publicado en el BCM Psychiatry- confirma que2 de cada 3 personas que sufren una crisis de agitación tiene conciencia de su estado, sabe identificar los síntomas así como los factores desencadenantes
Antes de llegar a un comportamiento potencialmente violento, el afectado se siente inquieto y nervioso. De las conclusiones de este estudio se desprende que se requieren estrategias de actuación tempranas para frenar la escalada y, en consecuencia, evitar que los pacientes tengan que acudir a un centro hospitalario.
Asimismo, la agitación también afecta a la salud de los cuidadores y al entorno próximo de la persona que la padece según los resultados del estudio europeo“A survey of caregiver burden in those providing informal care for patients with schizophrenia or bipolar disorder with agitation: results from a European study”,publicado en Annals of General Psychiatry. En dicho estudio han participado 297 cuidadores no profesionales otros 297 pacientes de España, Reino Unido y Alemania.
El estudio revela que el 89 por ciento de los cuidadores reporta una carga física, psicológica, emocional y económica que repercute negativamente en su estado de salud.Con una dedicación media de 32 horas semanales, el 84 por ciento de los cuidadores son capaces de reconocer los síntomas de la agitación en sus estadios iniciales, lo que les puede permitir una intervención temprana para frenar la escalada y evitar alcanzar el “punto de no retorno”.
¿Has sufrido este tipo de episodios alguna vez o tienes un familiar cercano afectado? ¿Qué tipo de ayuda ha recibido? ¿Crees que todavía es una enfermedad estigmatizada?
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