¿Qué hay que tener para caer bien?
Hay personas que, sin apenas abrir la boca, se meten a la gente en el bolsillo, y a otras no las tragamos por más que lo intenten. ¿El truco? Incluir este gesto en tu repertorio habitual (y no es sonreír)
Existen muchas teorías sobre las caracteríticas y cualidades que nos ayudan a ser líderes o personas populares, y la mayoría son intangibles como el carisma. Sin embargo, hay determinados movimientos que, aunque parecen pasar desapercibidos, consiguen captar la atención de los demás al tiempo que envían un mensaje positivo, de empatía.
Si quieres que tus relaciones avancen con paso firme deberías asentir con la cabeza más a menudo. Es es la conclusión de un estudio japonés que ha analizado el impacto psicológico de dos movimientos de cabeza: asentir con aprobación y sacudir la cabeza en señal de desaprobación, de cara a evaluar el efecto de estos dos gestos.
Los investigadores, Jun-ichiro Kawahara, profesor asociado de la Universidad de Hokkaido en Sapporo y Takayuki Osugi, profesor asociado de la Universidad de Yamagata en Yamagata, pidieron a los participantes que calificaran la simpatía de una serie de figuras generadas por ordenador.
Y los resultados demostraron que inclinar la cabeza hacia delante mientras nos cuentan algo “realza el atractivo percibido” ya que se interpreta como una señal de comunicación positiva que nos hace parecer más agradables y accesibles.
Para demostrarlo, los expertos pidieron a 49 adultos japoneses de 18 años en adelante que vieran clips cortos de figuras que asentían, movían la cabeza en desacuerdo o se quedaban quietas. Después, los participantes tuvieron que calificar el atractivo, la accesibilidad y la simpatía de las figuras, usando una escala de 0 a 100.
En general, el estudio reveló que las figuras que asentían fueron calificadas como un 30 por ciento más agradables y un 40 por ciento más accesibles, en comparación con las figuras que permanecían quietas o las que negaban con la cabeza.
Un descubrimiento que viene a reforzar la hipótesis de que en esto del colegeo y el ligoteo cuenta más el ‘interior’ que el envoltorio.
“Nuestro estudio también demostró que asentir con la cabeza aumentó principalmente la simpatía atribuible a los rasgos de personalidad, más que a la apariencia física”, señala Kawahara.
Según los autores, esta es la primera vez que un estudio muestra que el simple hecho de ver a alguien mover sutilmente la cabeza puede cambiar positivamente la actitud del observador hacia esa persona.
Seguramente ya lo haces sin darte cuenta porque es un gesto que se hace de forma inconsciente y que puede revelar paciencia o inquietud, aunque sobre todo, demuestra interés y la importancia que le damos tanto a lo que escuchamos, como al que nos habla.
Y ¡ojo! Porque hay diferencias entre hacerlo de un modo u otro:
Asentir rápido: mover la cabeza de arriba a abajo 3 o 4 veces seguidas rápidamente cada poco tiempo indica que la persona que lo está haciendo “ya ha tenido bastante o ha escuchado bastante”. En realidad está deseando acabar rápidamente la conversación o le parece que la otra persona ya ha hablado lo suficiente y quiere que le ceda el turno.
Asentir despacio: lo hacemos cuando el tema que se está tratando nos parece interesante, también cuando estamos escuchando pacientemente a una persona (por ejemplo si nos están contando una historia o algún problema), o cuando necesitamos prestar mucha atención a lo que nos están diciendo.
Retomando el tema que nos ocupa, para que una persona nos caiga bien debe saber escuchar, crear confianza y tener credibilidad, mostrarse tal cual es.
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