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Quisiera ser Suecia: Noruega se arrepiente de las estrictas medidas contra el coronavirus

OSLO.- La primera ministra de Noruega, Erna Solberg, arrojó hoy una definición sorprendente en relación con su estrategia para combatir la pandemia del nuevo coronavirus: reconoció que algunas, incluso la mayoría, de las duras medidas de confinamiento que estableció en su país quizás no eran imprescindibles. "¿Era necesario cerrar las escuelas?", le preguntaron a la mandataria, a lo que ella reflexionó. "Tal vez no".

Solberg reconoció que había implementado medidas estrictas frente al temor que le produjo ver la situación de otros países europeos. "Probablemente tomé muchas de las decisiones por miedo", admitió. Y recordó que se asustó ante las aterradoras imágenes que llegaban desde Italia, según consignó The Telegraph.

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Sus dichos llamaron la atención porque días atrás Noruega y Dinamarca anunciaron que abandonarán los controles fronterizos entre los dos países, pero excluyeron a su vecino, Suecia, que adoptó un enfoque más flexible para tratar la pandemia de Covid-19 y sufrió un número mucho mayor de muertos.

En esa ocasión, Solberg dijo que Noruega admitiría solo a ciudadanos daneses por ahora, pero que su gobierno estaba hablando con Suecia, Finlandia e Islandia sobre incluirlos en una fecha posterior. La premier contó que había hablado dos veces con el primer ministro sueco, Stefan Löfven, pero que había firmado un acuerdo bilateral con Dinamarca "porque tenemos una situación de infección similar. La situación de infección se ve diferente en Suecia", según informó The Guardian.

Si bien su objetivo era "un marco normativo nórdico común", explicó, "va a ser más difícil encontrar una solución para Suecia. Pero hay regiones en Suecia con un bajo nivel de infección donde podríamos encontrar una solución ".

El modelo noruego para combatir la pandemia fue elogiado incluso por el presidente, Alberto Fernández, quien también rechazó la estrategia sueca contra la enfermedad. Noruega cerró sus puertos y aeropuertos el 16 de marzo, aunque se exceptuaron los noruegos que regresaban del extranjero.

Oslo también aconsejó no viajar a ningún país extranjero e instó a sus ciudadanos a regresar a casa lo antes posible. Como resultado de esta decisión, la entrada fue denegada a extranjeros, personas del Espacio Económico Europeo, así como a personas que carecieran de permisos de residencia noruegos. Además, el gobierno ordenó el cierre de escuelas y universidades, y recomendó a los ciudadanos trabajar desde sus hogares, siempre que sea posible.