Yahoo Estilo ¿Rápido, brusco y violento? Olvídate del 'quickie', si quieres gozar practica el 'Peaking'
No es cuestión de fuerza sino de resistencia, el ‘slow sex’ arrasa
Sin prisas ni prejuicios y… hasta la extenuación. Así es como tienes que vivir tus encuentros sexuales. Lo siento por Magan pero frente a la creencia de que hacerlo “rápido, brusco y violento” es más placentero, una nueva tendencia asegura que es mejor retrasar todo lo posible la fase resolutoria.
Es la última moda en los Estados Unidos y el Reino Unido, una técnica recomendada por la famosa sexóloga Tracey Cox y que se podría traducir como “alcanzar la cima”.
Los expertos aseguran que el ‘Peaking’ es la técnica infalible para alcanzar el orgasmo. Se trata de un ejercicio de moda que consiste en controlar el orgasmo lo máximo posible para aumentar su intensidad. Originario del tantra (o sexo tántrico) y el taoísmo, el control del orgasmo es la punta de lanza del ‘slow sex’ (sexo pausado). Aunque los antiguos ya dominaban los secretos del placer, para nosotros es algo totalmente nuevo que debemos aprender.
Solemos lanzarnos a la carrera en la búsqueda del orgasmo, desatándonos y subiendo revoluciones a la primera señal. Sin embargo, parece que para conseguir orgasmos más intensos no hay que ser tan ansioso. Al contrario, vale más esperar y controlar la excitación. Es más, este autocontrol es una práctica recomendada por eminentes sexólogos.
Básicamente consiste en darle tiempo al acto sexual para “estar atenta a lo que el cuerpo te dice y a lo que sientes”, cuenta la terapeuta sexual Nathalie Giraud Desforge a Doctissimo.fr. En concreto, el ejercicio se basa en refrenar la progresión hacia el orgasmo.
“Más que de aguantar, se trataría de surfear la cresta de la ola orgásmica y de retrasar todo lo posible la fase resolutoria. Controlar el subidón orgásmico primero requiere ser consciente de su existencia”, añade la experta.
Para lograrlo, lo primero es ser consciente de que el orgasmo se va acercando. Por tanto, debes estar muy atent@ a tu cuerpo y a las sensaciones que experimentas. Una vez percibido, no se trata tanto de bloquearlo o de permanecer inmóvil sino de regular su fluctuación.
Esto se consigue permaneciendo concentrados en la sensación, lo que implica continuar despacio o saber aminorar el ritmo. Esto es lo que tienes que hacer cuando sientas que las primeras oleadas de placer están llegando: contrae el perineo, acompaña el ejercicio de una respiración profunda. Luego, expira mientras relajas. Esto provocará una inundación hormonal con la que la sensación de placer se expandirá por todo tu cuerpo en vez de quedarse limitada al área genital.
Problema: Durante el control del orgasmo puede disminuir la erección. No hay que alarmarse, a veces ocurre y no pasa nada porque la calidad del orgasmo nunca depende de la rigidez de la erección. Eso sí, no paréis, recuperar la excitación con besos y caricias.
Pero tenlo claro, para que tengas éxito necesitáis estar coordinados; esta técnica requiere que tengas una coordinación absoluta con tu pareja. Es preciso que él se ponga en tu lugar y asuma que tú (como todas las mujeres) necesitas más tiempo. Así que cuando te diga que quiere terminar rápido, dile que no, que te espere, que quieres probar algo nuevo.
Tenéis que hacer lo posible para rebajar el ritmo del acto sexual (lo que los ingleses llaman slow sex); explícale que quieres ir aumentando poco a poco el nivel de excitación y que aunque esté a punto de explotar necesitas respirar y prolongar esa sensación.
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