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Razones por las que nos sale un bulto al lado del ombligo

Tus músculos pueden ser lo suficientemente fuertes y tensos para mantener sus órganos e intestinos en su lugar, pero se puede desarrollar una hernia si hay puntos débiles. <strong>Una hernia ocurre cuando una parte interna del cuerpo atraviesa una debilidad en el músculo o en la pared del tejido circundante. </strong>(Foto: Getty)
Tus músculos pueden ser lo suficientemente fuertes y tensos para mantener sus órganos e intestinos en su lugar, pero se puede desarrollar una hernia si hay puntos débiles. Una hernia ocurre cuando una parte interna del cuerpo atraviesa una debilidad en el músculo o en la pared del tejido circundante. (Foto: Getty)

Los bultos o protuberancias en el abdomen pueden hacer que nos asustemos, pero no siempre hay que ponerse en lo peor y pensar que podría ser algo más grave como un quiste o un tumor que avisa de un cáncer. Este tipo de bultos son más comunes de lo que pensamos.

La protrusión o bulto de la hernia de ombligo puede tener un tamaño de menos de 1 cm a más de 5 cm de diámetro. Se produce cuando una parte de los órganos abdominales internos sobresalen a través del anillo abdominal debido a la presión intensificada en la zona más débil del área abdominal.

Dado que el ombligo es una zona cicatrizada de nuestra pared abdominal, constituye uno de los puntos débiles de la misma, es decir, un lugar donde es más fácil que se rompa la pared que forma nuestro abdomen, ya que es como una sábana que nos envuelve. Por eso, en ocasiones, puede aparecer un bulto sobre la región de la cicatriz umbilical.

baby navel with Umbilical hernia

Estos dos 'defectos' en la pared muscular pueden ser la causa de la hernia umbilical:

  1. Congénitos (desde el nacimiento). Pueden darse porque no se haya cerrado completamente el orificio alrededor del ombligo. Aunque están presentes desde el nacimiento, pueden no ser apreciables hasta más adelante.

  2. Adquiridos. Se pueden originar por debilitamiento de la musculatura al realizar esfuerzos al defecar, levantar pesos, o a cualquier actividad que aumente la presión dentro del abdomen.

A veces no presenta ningún síntoma durante años pero se puede identificar cuando la persona realiza fuerza en la región abdominal, se ríe, levanta peso, tose o va al baño a evacuar, por ejemplo.

Si la hernia es pequeña y no produce síntomas solo requiere vigilancia. En muchos casos, ejerciendo una presión firme y constante sobre la hernia, el médico podría hacerla desaparecer detrás de la pared abdominal.

Para evitar que crezca se aconseja beber más líquidos y consumir alimentos ricos en fibra, así puedes prevenir el estreñimiento y el esfuerzo durante la evacuación intestinal.

En general, este tipo de hernias no suele ser grave, pero si es muy grande puede provocar dolor, mareos e inflamación en la zona abdominal, especialmente al realizar esfuerzos, mantenerse mucho tiempo de pie o al inclinarse. El malestar suele desaparecer en reposo o cuando te acuestas.

La mayoría de las hernias no representan un riesgo grave, excepto cuando provoca una obstrucción de un segmento de intestino o se corta el suministro de sangre a este como consecuencia de un atasco o estrangulamiento, que puede desencadenar una emergencia.

Cuando un fragmento de grasa queda atrapado en la hernia se produce un trastorno llamado incarcelación que puede bloquear (obstruir) el intestino. En raras ocasiones, la hernia aprisiona el intestino tan fuertemente que interrumpe el aporte de sangre, lo que se denomina 'estrangulación'. La estrangulación puede producir la muerte de los tejidos intestinales afectados. Una hernia estrangulada es potencialmente mortal y requiere cirugía inmediata.

En estos casos puede haber complicaciones graves o muy graves. Si no se trata puede llegar a salir de contenido del interior del abdomen. Si lo que ha salido por el orificio es intestino y no se reintroduce en un tiempo adecuado, puede convertirse en una hernia umbilical estrangulada, que lleve a una perforación intestinal, una peritonitis y un cuadro infeccioso muy grave o letal.

Por este motivo, es muy importante no llegar al extremo de la hernia umbilical estrangulada. Es fundamental visitar a un medico si:

  • El bulto se vuelve doloroso.

  • Junto con el bulto se producen vómitos.

  • El bulto se hincha más o se decolora.

  • Antes podías empujar el bulto contra el abdomen y se aplanaba, pero ahora no puedes hacerlo sin sentir dolor o sensibilidad significativos.

Algunos adultos tienen una hernia umbilical a causa de la obesidad, el embarazo o un exceso de líquido en el abdomen. La tos persistente y las mujeres que han tenido embarazos múltiples tienen un mayor riesgo de desarrollar una hernia umbilical. Como hemos dicho, también están relacionadas con un inadecuado cierre del orificio umbilical tras el nacimiento, que se “arrastra” hasta la edad adulta.

Realizar esfuerzos físicos intensos como levantar objetos pesados sin el cuidado adecuado puede aumentar mucho la presión intraabdominal, que se trasmite hacia la línea media de la pared abdominal, rompiendo esa zona y provocando la hernia en el ombligo.

Otros factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar hernias umbilicales son los antecedentes familiares de hernias umbilicales, especialmente en la infancia, fibrosis quística, displasia de desarrollo de cadera, agrandamiento de la próstata (esfuerzo para orinar), presencia de líquido en el abdomen (ascitis), alteraciones en la uretra y recién nacidos prematuros.

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