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Real Madrid campeón de la Champions League: Federico Valverde, ese motor que juega bien y, encima, ataca a 37,4 km/h

Federico Valverde, de Real Madrid, busca frenar el avance del lateral Andrew Robertson en la final de la Champions League
Frank Augstein

Federico Valverde tiene 23 años y es un ejemplo de la versatilidad del Real Madrid, con un despliegue admirable. Da una mano como lateral derecho bis en el retroceso para ayudar a controlar a Luis Díaz y después recorre 80 metros sin la pelota para llegar y asistir como wing derecho. Según las estadísticas de la UEFA, el mediocampista uruguayo recorre un promedio de 8,8 kilómetros por partido y tiene un promedio de velocidad de 33 kilómetros por hora y alcanzar una máxima de 37,4.

Valverde salió acalambrado, a los 85 minutos. No fue la figura del partido, pero explica el despliegue que tuvo este volante, delantero, lateral. Cualquier denominación le cae bien porque puede cumplir a la perfección todas las funciones de esa banda derecha, la que le dio el gol y el triunfo a Real Madrid ante Liverpool en París.

Los planteos y las estrategias estuvieron bien claros desde el arranque. Liverpool, desde su clásico 4-3-3, buscando ser un equipo agresivo para marcar y también para atacar, presionando alto al equipo de Carlo Ancelotti ante la pérdida y tratando de generar avances con ataques respaldados desde los laterales y los tres delanteros. Real Madrid utilizó dos variables: mientras tuvo la pelota, se movió dentro del esquema 4-2-1-3 (con Modric delante del doble 5 Casemiro y Kroos); cuando se replegó para defender en el bloque bajo, se reubicó 4-1-4-1, con Casemiro de volante tapón y los demás (Valverde, Modric, Kroos y Vinicios) entre él y Benzema.

La asistencia de Valverde para Vinicius

La mejor sociedad del equipo blanco estaba en el entendimiento y la sociedad que generan entre Benzema y Vinicius. El 9 que además resuelve como enganche cuando se tira atrás resolvía poniéndose siempre para recibir en una posición intermedia entre los centrales y los mediocampistas. De esa forma, recibía cada inicio de contraataque y aportaba pausa y tenencia hasta que le marcaba el pase Vinicius. Por esa vía llegaron las principales aproximaciones del equipo de Ancelotti. Ni que hablar la que armaron a siete minutos del final, con ese contraataque de 3 vs. 2 en la que Benzema filtró para Vinicius y lo atoró bien el arquero.

Como contrapartida de eso, Liverpool buscó cortarle todos los posibles lanzamientos de los volantes de Real Madrid con una presión rápida, para evitar que desde el círculo central le tiren lanzamientos para Vinicius y Benzema. La mayor parte del primer tiempo lo pudo hacer, pero en una que lo encontró Alaba largo a Benzema el 9 generó la situación del gol bien anulado al Madrid por off-side.

Dani Carvajal festeja con Federico Valverde
Kirsty Wigglesworth


Dani Carvajal festeja con Federico Valverde (Kirsty Wigglesworth/)

El ataque del Liverpool funcionó mejor porque Courtois fue figura con cuatro atajadas clave. Ante un remate de afuera de Mane que salvaron entre el arquero y el palo derecho; y un centro de Alexander Arnold que pellizcó de media vuelta Salah; otro mano a mano a Salah y otro remate sacado al egipcio. Liverpool tuvo eso: desequilibrio por afuera y adentro. Hizo ancho el ataque con los laterales y encontraba pase vertical porque uno de los extremos siempre se cerraba para sorprender y recibir sin marca.

Lo mejor del partido

Una de las formas de Real Madrid para bajarle la intensidad al ritmo frenético del Liverpool era sumar pases hacia atrás, incluso llegando hasta Courtois. Pero el Madrid dio el zarpazo en el segundo tiempo con una jugada de posesión que involucró a casi todos sus futbolistas; que fue de izquierda a derecha, de derecha al centro y nuevamente a la derecha para el avance amplio de Valverde y un remate que terminó en buscapié y lo corrigió Vinicius a la red. Un ataque en 8 pases. El último, antes del gol, fue de Valverde.