Recomendados: un paseo por la filmografía de Alfred Hitchcock, el gran maestro del suspenso

Hitchcock promocionando su film Vértigo
Hitchcock promocionando su film Vértigo

“Cuando se observa atentamente la carrera de Hitchcock, desde sus películas mudas inglesas hasta sus películas en color de Hollywood, se encuentra la respuesta a algunas de las preguntas que todo cineasta debe plantearse; la primera y principal es: ¿Cómo expresarse de una forma puramente visual?”. Al leer esta reflexión, de otro genio del cine como el francés Francois Truffaut, instantáneamente del imaginario de los espectadores brotarán diversas instantáneas, como la de una mujer perseguida por una bandada de pájaros; o un hombre que se aferra con sus últimas fuerzas ante un precipicio que se agiganta ante sus pies; o bien un vaso de leche que es llevado en una delicada bandeja de plata; o aquél que es sorprendido por un flash con un muerto en brazos que él no asesinó; y ni que hablar de una cortina que devuelve una silueta justo antes de un grito desgarrador.

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Y así pudiera seguirse durante toda esta reseña, con instantes convertidos en momentos que parecen redefinir al cine mismo. A fin de cuentas, ¿qué más puede decirse del genio inmortal de Alfred Hitchcock, aquél cineasta muerto hace más de cuarenta años y nacido en hace dos siglos (Londres, 13 de agosto de 1899, Los Angeles, 29 de abril de 1980), pero que nunca pierde vigencia? Convertido permanentemente en el más moderno de los clásicos, en el más celebrado por espectadores de todas las edades, el eterno maestro del suspenso es homenajeado una vez más y además -como a él le hubiera gustado, como un enigma a resolver- sin motivo aparente. O (tal como sucede en sus películas), como un auténtico Macguffin, o sea la excusa argumental carente de importancia pero que sirve para que la trama avance. Este sábado, la señal HBO Mundi emitirá varios de sus clásicos pero para quien no pueda llegar a la sintonía de la señal de cable, muchas de estas películas, y muchas otras, también se encuentran disponibles en diversas plataformas de streaming para completar un auténtico deleite o festival Hitchcock.

Psicosis (1960)

Marion Crane (Janet Leigh), una joven secretaria, roba dinero en su empresa para que su novio salde deudas y huye de la ciudad para ir a su encuentro. Con la llegada de la noche y de una fuerte tormenta, decide parar en un motel donde conoce al propietario del mismo, Norman Bates (Anthony Perkins). Este le cuenta que no puede tener una vida autónoma debido a su madre y Marion reflexiona que al día siguiente devolverá el dinero robado. Pero no habrá para ella día siguiente.

El rodaje duró siete días y tuvimos que realizar setenta posiciones de cámara para obtener cuarenta y cinco segundos de película. Para esta escena me habían fabricado un maravilloso torso artificial con sangre que debía brotar bajo la presión del cuchillo, pero no me serví de él. Prefería utilizar a una muchacha, una modelo desnuda, que servía de doble de Janet Leigh. De esta no se ven más que las manos, los hombros y la cabeza. Todo el resto está hecho con la modelo. Naturalmente, el cuchillo no toca jamás el cuerpo, todo esta hecho en el montaje...”, diría Hitchcock sobre la famosa escena de la ducha.

Cortina rasgada (1966)

Vagamente inspirada en la historia de la desaparición de dos diplomáticos británicos que se pasaron a la Unión Soviética. Michael Armstrong (Paul Newman) es un físico nuclear estadounidense que necesita conseguir una fórmula de un científico de la República Democrática Alemana sobre el peligroso avance nuclear soviético. Para conseguirlo simula ofrecer sus servicios a los comunistas y se presenta como desertor. Pero su novia (Julie Andrews), duda y lo sigue hasta Berlín Oriental, descubre la verdad y va a intentar ayudarlo. Pero no es fácil salirse de un juego de espías.

“Para asegurarme de que todo esto sería exacto, antes de iniciar el guión, realicé el mismo trayecto que los personajes. Fui a Copenhague, luego, utilizando una linea de aviación rumana, me presenté en Berlín oriental, en Leipzig, de nuevo Berlín oriental y finalmente Suecia”, explicó el realizador.

Marnie (1964)

Marnie (Tippi Hedren) es una hermosa joven enigmática y cleptómana que se ve obligada a cambiar de identidad en cada nuevo trabajo hasta que se encuentra con Mark Rutland (Sean Connery), dueño de la empresa que la contrata como secretaria, y enamorado, le dice que conoce su accionar y si no se casa con él la denunciará a la policía.

Fue la última película que contó con Bernard Herrmann, Robert Burks y George Tomasini, como parte del equipo habitual del realizador. “Hubiera presentado a este hombre mirando e incluso contemplando secretamente un verdadero robo. Luego, hubiera seguido a Marnie la ladrona, la hubiera atrapado simulando que había encontrado su pista y se habría adueñado de ella haciéndose el hombre ultrajado. Pero realmente es imposible representar este tipo de cosas en la pantalla, porque el público las rechazaría , diciendo: “¡Ah,no!” ¡Eso no...!”, señaló Hitchock sobre el film.

Frenesí (1972)

Una de las películas más interesantes y también más olvidadas de la filmografía del gran director. Ambientada en el Londres de los 70, un criminal conocido como el “Asesino de la corbata” es intensamente buscado por la policía. Richard Blaney (Jon Finch) se convierte en el sospechoso número uno luego de que apareciera asesinada su ex esposa. Buscará por todos los medios, dar con el asesino y demostrar su inocencia.

Anteúltima película de Hitchcock y la primera rodada en Inglaterra desde que dejó su país en la década del 30 para convertirse en una leyenda del cine de Hollywood. “Me gusta el color. Es cierto que hice Psicosis en blanco y negro para no enseñar la sangre roja en el asesinato de Janet Leigh bajo la ducha. Por otra parte, desde que existe el color, los decorados representan un problema difícil. Los contrastes violentos, por ejemplo un lujo ultrajante o una ultrajante miseria, pueden expresarse en la pantalla con precisión y nitidez. Por el contrario, si se quiere mostrar un apartamento medio, es difícil dar veracidad a ese decorado de apartamento, se corre el riesgo de conseguir algo impreciso”, explicó.

El hombre que sabía demasiado (1956)

Una familia va de vacaciones a Marruecos y en el camino conoce a un hombre que es luego apuñalado. Agonizante pide que se haga lo posible para evitar el asesinato del Primer Ministro inglés. Ahora el Dr. McKenna (James Stewart) sabe demasiado y los villanos secuestran a su hijo. Junto a su mujer Jo (Doris Day) deberán rescatarlo y además evitar el anunciado crimen.

“En el guión de El hombre que sabía demasiado hay una diferencia importante entre las dos versiones: en la película inglesa el marido sigue encerrado y la protagonista se encuentra sola en el Albert Hall, hasta el final de la película”. En Xiclos.com y Qubit.tv está disponible también la primera versión rodada en 1934 y protagonizada por Leslie Banks, Edna Best y Peter Lorre.

La soga (1948)

Una pareja de brillantes universitarios, estrangulan a un amigo de la facultad con el fin de demostrar su superioridad, ante las teorías del profesor Rupert Cadell (James Stewart), que sostiene que no existe el crimen perfecto. Esconden el cadáver en un arcón sobre el que luego sirven la cena a la que asisten el padre, la tía, la novia y el mejor amigo del muerto; además del profesor Rupert Cadell, que descubre el cadáver.

“Mandé colocar un micrófono en el exterior del estudio, a unos seis pisos de altura y reuní un grupo de personas abajo con la orden de que mantuvieran una conversación. En cuanto a la sirena de la policía, los responsables del estudio me dijeron: ‘Tenemos una en nuestra sonoteca’. Yo les pregunté entonces: ‘¿Cómo conseguiremos dar la sensación de distancia?’. ‘Bien, la haremos arrancar suavemente e iremos aumentando poco a poco su volumen’. ‘No me interesa’. Mandé que alquilaran una ambulancia, coloqué el micrófono en la reja del estudio y envié la ambulancia a dos kilómetros, y así es como registramos el sonido”.

Vértigo (1958)

Scottie Fergusson (James Stewart) es un detective que decide retirarse cuando ve a un policía caer al vacío mientras persiguen a un delincuente por los techos. Ya retirado del servicio activo Gavin Elster (Tom Helmore), un antiguo compañero de la universidad, lo contrata para que vigile a su esposa Madeleine (Kim Novak), que en apariencia no esta bien psicológicamente. Madeleine se suicida y Scottie cae en un pozo depresivo hasta que un día ve pasar a una mujer idéntica a Madeleine y comienza a obsesionarse con ella.

Vértigo fue elegida el 2 de agosto de 2012 como “la mejor película de la historia del cine”, desplazando por primera vez a la que siempre había estado en lo alto del podio: El ciudadano, de Orson Welles. “Lo que me interesaba más eran los esfuerzos que hacía James Stewart para recrear una mujer, a partir de la imagen de una muerta”.

La ventana indiscreta (1954)

Se la suele citar como el punto de vista del espectador y es asimismo uno de los más extraordinarios paradigmas en cuanto a técnica narrativa. Un fotógrafo (James Stewart) está obligado a permanecer en reposo con una pierna enyesada. Lo acompañan su novia (Grace Kelly) y su enfermera (Thelma Ritter), pero su mayor entretenimiento es ver lo que sucede en el edificio de enfrente con sus prismáticos hasta que empieza a pensar de que ha sucedido un crimen.

“Le apuesto a que nueve de cada diez personas si contemplan al otro lado del patio a una mujer que se desnuda antes de irse a acostar, o simplemente a un hombre que ordena las cosas en su habitación, no podrán evitar mirarlo. Podrían apartar la mirada diciendo: ‘No me concierne’, podrían echar las cortinas, pues bien, no lo harán, se entretendrán mirado”, reflexionó.

Los pájaros (1963)

Melanie (Tippi Hedren), es una joven de la alta sociedad de San Francisco que conoce en una pajarería al abogado Mitch Brenner (Rod Taylor). Él la trata con desdén pero ella averigua su dirección, encarga unos loritos que Mitch no pudo llevar de la tienda y va hasta la casa de la madre de él, en Bodega Bay. En cuanto llega, los pájaros, enloquecidos, empiezan a atacar salvajemente a todos. La situación va empeorando.

“Cuando Tippi Hedren va a ser atacada y picada en la frente por una gaviota en la canoa; el trayecto de la gaviota en el cuadro sería tan rápido que se podría pensar que se trata sólo de un trozo de papel que ha ido a chocar contra su rostro. (…) Por lo tanto, el único medio es romper la regla del punto de vista; hay que abandonar el punto de vista subjetivo para adoptar el punto de vista objetivo; es decir, presentar a la gaviota antes de que ataque a la muchacha, para que el público sea consciente de lo que pasa”, contó el director.

Topaz (1969)

Boris Kusenov (Per-Axel Arosenius) deserta con su familia hacia los Estados Unidos luego de haber sido espía de la inteligencia soviética y revela a la CIA que Cuba recibirá misiles de la URSS y que existe en la organización francesa Topaz un doble agente que pasa información de la OTAN a los soviéticos. Pero el documento que prueba ese acuerdo esta en poder del delegado cubano ante la ONU en una trama que continuará en la Cuba castrista y en París.

Hitchcock no rodó el final y luego en un preestreno decidió cambiarlo. Asimismo tuvo otro final en varios países europeos y fue el único film abiertamente político de toda su carrera. A L´express ante la pregunta ‘¿Se considera un liberal?’, Hitchcock respondió: “Creo que sí, en todos los sentidos del término. Se me ha preguntado recientemente si era demócrata o republicano, respondí que era demócrata. Pero en lo que concierne a mi dinero vuelvo a ser un republicano, no soy un hipócrita”.