Reeducar tu forma de escribir puede cambiar tu vida

¿Sabías que modificando tu letra puedes mejorar la calidad de tu vida, tu autoestima y empatía? Personas de éxito como Andreu Buenafuente, Ferrán Adrià, Irene Villa o Álex Rovira han demostrado que funciona

Rediseñar la letra de las personas podría modificar su personalidad, su estado de ánimo y ayudarles a crear un carácter ideal, según asevera el creador de un nuevo método para entrenar la inteligencia emocional. (Foto: Pixabay)
Rediseñar la letra de las personas podría modificar su personalidad, su estado de ánimo y ayudarles a crear un carácter ideal, según asevera el creador de un nuevo método para entrenar la inteligencia emocional. (Foto: Pixabay)

La manera en que escribimos bolígrafo en mano habla de nosotros y puede ayudarnos a corregir problemas o aspectos de nosotros mismos. Es lo que se conoce como método ‘grafotransformador’, y aunque puede sonar complejo y críptico, lo resumimos en una premisa comprensible para todos: para nuestra sorpresa, se puede mejorar la vida transformando la escritura.

Esta idea, que hoy cuenta con cada vez más evidencias científicas y testimonios que la respaldan, es la que nos propone el Dr. Joaquim Valls, autor del libro Manual_Mente’ y presidente del Instituto KIMMON.

“De la misma manera que en una sociedad eminentemente sedentaria se han creado los gimnasios, debemos crear ‘gimnasios caligráficos’ para forzar a las personas a escribir a mano, dado que de lo contrario siempre están haciéndolo con teclados (ordenador, móvil, tablets, etc.). Mi generación en el colegio hacía caligrafía, dictados y redacciones a mano continuamente: no padecíamos ansiedad, probablemente éramos más creativos, y desde luego teníamos mucha más memoria”, explica el neuropsicólogo.

La premisa básica de la filosofía del logro, ‘cambia tu modo de pensar si quieres obtener resultados distintos’, puede reformularse de la siguiente manera: “Si quieres cambiar analiza tu lenguaje actual y sustitúyelo por un lenguaje de vida plena”, ya que las palabras
que utilizamos para dialogar con nosotros mismos poseen la cualidad de poder transformar nuestra realidad.

Por ejemplo, una pauta de renglones ascendentes que nos obligue a escribir hacia arriba nos endereza los hombros, lo que tiene un efecto beneficioso casi inmediato sobre nuestro estado de ánimo

Servirnos de un lenguaje positivo puede ejercer grandes cambios en nuestro estado emocional y en nuestra manera de percibir el mundo, puesto que no vemos el mundo como es, sino como somos. Si logramos hacer evolucionar el diálogo interior actual de una persona hacia una comunicación interna adecuada, podemos facilitar que un individuo común componga un carácter que le capacite para alcanzar sus anhelos personales y profesionales.

Veamos, ¿qué pasa cuando te pones tu ropa favorita? De inmediato te sientes bien, sonríes, caminas mejor y esa alegría se transmite. Pues lo mismo pasa con la letra, al escribir establecemos conexiones neuronales que se transmiten en la forma en que realizamos los trazos. Si estamos enojados, alegres, nerviosos o queremos ocultar algo, se transmite en nuestra escritura.

Personas de éxito como Andreu Buenafuente, Ferran Adrià, Irene Villa o Álex Rovira) tienen una caligrafía común, con nueve características principales: autoconcepto, optimismo, perseverancia, autogestión emocional, iniciativa, extroversión, empatía, paciencia y gratitud.

Así lo demostró el autor en el año 2012 al analizar su letra teniendo en cuenta los ocho componentes de la escritura (tamaño, presión, forma, inclinación, cohesión, dirección de líneas, velocidad y orden e impresión de conjunto); los resultados indicaron que estos personajes presentaban puntuaciones muy elevadas en la mayor parte de las características necesarias para tener éxito. Un par de ejemplos:

  • FERRAN ADRIÀ

Mejor cocinero del mundo durante muchos años al frente de El Bulli. Visionario y estratega, ha roto muchos moldes dentro de su profesión. El informe grafológico revelaba que
es una persona muy inteligente y ambiciosa, que tiene ansias de superación y de mejora, ya que cree que su meta vital, aunque ya la ha conseguido, puede llegar incluso más lejos.
Es muy tenaz y perseverante. Locuaz, optimista, sociable, emprendedor, creativo, enérgico y práctico.

  • ANDREU BUENAFUENTE

Humorista, presentador y productor de varios programas en televisión, en radio y en Internet. El análisis grafológico pone de manifiesto que es una persona con una buena claridad de ideas y conceptos. De inteligencia rápida, de extraordinarios reflejos y de gran facilidad para improvisar, y buena capacidad pedagógica y comunicativa. Es ordenado, preciso y realizador. Es extravertido, decidido, impaciente y espontáneo. Su escritura proporcionada nos
indica su prudencia y cautela en el momento de tomar decisiones, haciéndolo con sensatez y sentido común, pero en ciertos momentos (posiblemente por motivos de monotonía) se puede quedar colapsado. Tiene un gran sentido del éxito y es capaz de superar cualquier obstáculo que se encuentre en su camino para conseguir lo que se ha propuesto, pero a la vez sabe reconocer el trabajo y los méritos de los demás.

“Lo que hacemos, explica Valss, es imitar esos rasgos de escritura, con lo que reeducamos los ganglios basales de nuestro cerebro (que es donde se halla la motricidad fina que nos permite escribir a mano, y donde se ubican nuestros hábitos, desde comer compulsivamente al pesimismo). Como beneficio colateral, al regular la actividad de los ganglios basales, disminuye la ansiedad y mejora nuestra capacidad de atención”.

(Foto: Getty)
Corregir esos pequeños ‘vicios’ al escribir (letra muy grande, trazos que encierran letras, detalles exagerados) puede ayudarte a sentirte mejor, mejorar la memoria y la productividad. (Foto: Getty)

Se trata de reescribir tus guiones personales en aras de construir una psicología positiva. Esta cuestión ha sido tratada y contestada por dos estudiosos norteamericanos: Richard Bandler y John Grinder, creadores de la programación neurolingüística (PNL). Desde entonces, la PNL utiliza el lenguaje para modelar la conducta de una persona común hasta convertirla en el de una persona de vida plena.

La programación neurocaligráfica se diferencia de la PNL en que en ningún caso pretende ser una terapia, de modo que hablamos de tutores, formadores y entrenadores, evitando el término ‘terapeuta’ para designar a nuestros profesionales acreditados. Y, desde luego, el rediseño escritural no se basa para nada en la controvertida herramienta de la grafoterapia sino en la ‘grafotransformación’.

CÓMO HACER LOS EJERCICIOS NEUROCALIGRÁFICOS

El 90 por ciento de lo que hacemos diariamente son costumbres que ejecutamos con el ¡piloto automático’. La clave está en los ganglios basales que se programan por repetición. Nuestros patrones mentales disfuncionales como el pesimismo, la desazón, el desaliento, etc. se reflejan claramente en nuestra letra cuando escribimos sin fijarnos en la misma (ganglios basales).

Grafológicamente, las personas negativas o las que están pasando una mala época emocional
escriben con los renglones hacia abajo. En cambio, la letra de las personas animosas se dirige hacia arriba.

Si la reeducamos para llegar a ser optimistas y entusiastas lo conseguiremos. Pero, tal y como cuenta, “no es ni fácil ni rápido, no hay atajos, y no se consigue en una semana. Es un entrenamiento de un mínimo de cinco o seis meses (recomendamos nueve) con quince minutos diarios de ejercicios grafotransformadores y autosugestivos, una hora a la semana de praxis en psicología positiva y (opcionalmente) un seminario experiencial y enormemente divertido de cinco horas cada cuatro semana”.

Para realizar las prácticas de grafotransformación, deberás sentarte en una silla cómoda pero rígida, y adoptar una posición recta, con la espalda erguida y apoyada en el respaldo.

Si eres diestro deberás adelantar ligeramente el pie izquierdo y colocar el derecho un poco hacia atrás. Además tendrás que mantener apoyado (sobre la mesa) el codo derecho y
procurar que la cuartilla se incline un poco hacia la izquierda, sujetándola firmemente mientras escribes con la punta de los dedos de la otra mano. Si eres una persona zurda invierte la posición de los pies.

En cambio, un zurdo deberá invertir la posición de lo pies y los brazos, manteniendo el codo izquierdo apoyado en la mesa y sujetando con la punta de los dedos de la mano derecha la cuartilla, que deberá permanecer sobre la mesa con una inclinación de 45 o hacia la derecha y desplazada un poco hacia la izquierda.

A continuación, escribe alguna instrucción para tu cerebro: “me gusta mi cuerpo”, “valgo mucho”, “soy enérgico”, “tengo aplomo”, “hablo con facilidad”, “voy a desarrollarme”, “domino mis emociones”, “dirijo mi vida”, “me siento feliz”… Recítalas, cada una, en voz alta, cada noche, durante veintiocho noches.

¿Crees que este tipo de ejercicios pueden reeducar tu cerebro y cambiar tu estado de ánimo?

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