RESEÑA | Creed III: Michael B. Jordan gana por nocaut en el tercer round de la franquicia

RESEÑA | Creed III: Michael B. Jordan gana por nocaut en el tercer round de la franquicia
RESEÑA | Creed III: Michael B. Jordan gana por nocaut en el tercer round de la franquicia

Muchos años han pasado desde que, en Rocky (92%), Sylvester Stallone subió esas icónicas escaleras en Filadelfia e inmortalizó "Eye of the Tiger" para los montajes de entrenamiento. Tras numerosas secuelas, y dos spin-offs del hijo perdido de su mejor amigo, Creed III (88%) finalmente parece haber encontrado ese mismo sentido de la esperanza y, aunque con ciertos excesos, lo ha plasmado de forma más envolvente.

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Dirigida por el también protagonista Michael B. Jordan, Creed III retoma al personaje luego de su reencuentro con Dame (Jonathan Majors), un amigo de la infancia que acaba de salir de prisión y busca una segunda y tardía oportunidad en el mundo del boxeo. Pero después de ser traicionado por él, Donnie deberá detenerlo cuando descubre que su ascenso responde a sucios trucos y un desdén por el deporte justo.

A pesar de un ritmo desigual, y unas subtramas con los personajes femeninos que no acaban en ningún lado, la rivalidad entre Dame y Donnie es, por mucho, la más fascinantes de las que puso en el ring la franquicia que comenzó Ryan Coogler con el primer filme. En buena parte debido al carismático Majors, y a los paralelismos entre su historia y la del protagonista, finalmente Creed adquiere un sentido del riesgo y el conflicto.

Y es que Major, por lo menos en la primera mitad de la película, interpreta al antagonista con mesura, apenas dejando entrever que los golpes que da al saco son más bien los que le quiere poner a Donnie. Al subvertir la familiar historia del bien intencionado “underdog” que acaba por bañarse en merecida gloria por la de uno que tiene un propósito más perverso, Creed III (88%) obliga a la franquicia a replantearse lo que hace a un campeón merecedor de ese título. En ese sentido, toma una lección de Cobra Kai (81%) para volver a Dame una especie de Kreese del cuadrilátero.

Aunque Jordan cae a veces en el uso sin propósito de recursos cinematográficos, como el color y la cámara en mano y el sonido, para tratar de lucirse como director, y lleva a ciertas secuencias a sentirse artificiosas, no bromeaba cuando dijo que tomó elementos de anime para las peleas. Esto rinde frutos cuando, en el combate inicial y final, el montaje ralentiza el tiempo y luego introduce acercamientos a los rostros de sus personajes y así enfatiza el impacto de cada golpe y la dirección de cada mirada.

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En primer lugar, esto ayuda a los actores a imprimir intención en cada uno de sus embates, lo que da la sensación al público de ver un enfrentamiento mucho más estratégico ante que un mero intercambio frenético, pero también ahonda en el dolor que provoca cada contacto de los guantes. Incluso los fans más casuales de títulos como Dragon Ball podrán notar la influencia de ese género en el filme.

Con un contrincante que vuelve la pelea personal y un estilo visual que captura el impacto de los golpes, Creed III (88%) gana por nocaut en el tercer round de esta franquicia e incluso ante el gancho al hígado de un libreto que a ratos es obvio y olvidadizo del resto de sus personajes. La película llega a cines a partir del 2 de marzo.

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