Ricardo Margaleff: la verdadera razón por la que salió de 'Me caigo de risa'
La salida de Ricardo Margaleff (CDMX, 1977) de 'Me caigo de risa' —el programa cómico y de destreza por excelencia en el canal 5 de Televisa que lleva seis temporadas al aire y por el que han desfilado decenas de famosos— causó tal revuelo, que repentinamente las redes se llenaron de búsquedas acerca de él, su nombre acaparó titulares y por supuesto, no faltaron las especulaciones acerca de las razones de su salida del show, y los inevitables rumores, aunque nada de esto afecta al actor en su vida profesional (que es bien extensa y variada) y mucho menos en la personal (lleva 10 años de feliz matrimonio con Annush Hannessian y tienen un hijo, Matías, nacido en 2014).
Carismático, jovial y amable con el público y muy versátil, Margaleff comenzó su carrera como actor con clases de arte dramático y participaciones en teatro desde los 9 años. Estudió arquitectura en la universidad porque según ha declarado antes "como actor tú nunca sabes cómo le vas a hacer o cuando vas a necesitar alguna habilidad escénica, así que yo preferí ser práctico y aprender de todo, así cuando me dicen "Oye, ¿puedes bailar? ¿Puedes cantar? ¿Puedes hacer maromas?", a todo puedo decir con responsabilidad que sí sé qué onda y que sí puedo. Eso te hace un artista más completo y esa siempre ha sido mi meta".
Su carrera fue la condición que le pusieron sus padres para permitirle seguir actuando y estudiando: que tuviera una profesión que le permitiera ganarse la vida en caso de que no alcanzara el éxito en la televisión. Ricardo les hizo caso y estudió muy duro para titularse, amén de seguir preparándose en otras arenas como lo son el canto, el baile (hasta el tap domina, cómo no), la expresión corporal, la oratoria y dicción, y hasta la pantomima.
El salto a la fama le llegó a los 30 años (aunque representa siempre mucha menos edad de la que tiene: así es la buena genética, caray) como "Rocky" en la telenovela 'Al diablo con los guapos', donde su interpretación, si bien se trataba de un melodrama, tenía mucho humor. Así fue como el público lo descubrió y prácticamente se enamoró de él. Pero ¿en qué reside su encanto? ¿Cómo le hace para que el público lo quiera, lo busque, lo siga y sobre todo; lo respete?
Esto sin duda se debe a dos cosas: la versatilidad de Ricardo en el área interpretativa — lo mismo fue por años el adorable "Plutarco", casado con el personaje de Daniela Luján en el sitcom 'Una familia de 10' que produce Jorge Ortiz de Pinedo, que un villano en la telenovela 'Te doy la vida'—, y su manera innata de conectar con el público fuera de escena, con una sencillez que le gana devoción de los fans: no es de los que salen de un restaurante y se trepan a su camionetota sin hablarle a nadie (nunca se ha negado a un autógrafo o una selfie, aunque esté fatigado, su público es importante para él y lo demuestra); por el contrario, su cercanía y calidez lo hacen único.
Si a eso se suma que ha hecho partícipe al público, de una manera moderada pero directa, de acontecimientos más personales, como cuando decidió combatir la calvicie hereditaria mediante un eficaz injerto de cabello. "Más allá de no aceptarlo como tal, porque yo no tendría ningún problema en rasurarme la cabeza y andar pelón por el mundo, fue una cuestión principalmente por el trabajo y en segundo plano también por una cuestión de autoestima", relató cuando se sometió al procedimiento que le permitió sentirse con seguridad en su imagen para seguir su escalada a la fama.
La razón por la cual, después de ocho años continuos (la edad de Matías, su hijo) Ricardo decidió dejar a la "Familia disfuncional", como se conoce al reparto que encabeza Faisy, es menos truculenta de lo que en redes y programas llega a especularse cuando pasan cosas así; simplemente es que "Pluta" y "Gaby", los personajes que él y Daniela Luján interpretaron por largo tiempo en el sitcom antes mencionado, van a tener su propio show, provisionalmente titulado '¿Tú crees?', bajo la producción de Pedro Ortiz de Pinedo, y que contará las aventuras de esta pareja de jóvenes casados que por fin abandonaron el nido y están conociendo la realidad de poner un hogar independiente.
Aunque el proyecto no tiene todavía una fecha de estreno definitivo, Margaleff ha señalado que está muy contento con esta oportunidad de explorar nuevos matices de un personaje al que quiere tanto y sobre todo, porque el público lo pidió. Y es que, finalmente por eso lo quiere y lo busca tanto la gente: porque sabe que la columna que sostiene el éxito es el público y él no está dispuesto a fallarles.