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Rob Halford, el líder de Judas Priest, recuerda el momento en que reveló que era gay

¿Cuál es tu consejo para mantener la salud durante el distanciamiento social?

Como todo el mundo, estoy escuchando mucha música, mirando series en Netflix y Amazon Prime, ese tipo de cosas, para mantener la salud mental. Es importante conservarla. Una de las mejores maneras es hablar de tus problemas con otra persona, ya sea por teléfono, videollamada o mensaje de texto. Tenemos que mantener abierta esa línea de comunicación.

¿Cómo definís el éxito?

Hacer realidad tus sueños y ambiciones. Nunca pensé en el éxito en términos de la cantidad de discos vendidos ni los premios. Cuando llegan esos reconocimientos, es una linda reafirmación de cómo se manifiesta el éxito. Pero para mí el éxito es hacer una buena canción o un buen recital.

Tu disco British Steel, que incluye el clásico "Breaking the Law", cumple 40 años. ¿Cómo hacés para mantener fresco un tema tan viejo?

Cada vez que lo tocás, está fresco. Lo importante con estas canciones es no tocarlas de memoria. Tienen que salir de un lugar sincero. No como si dijeras: "Oh, mierda. Tenemos que tocarla otra puta vez, ya van más de 4.000". Sigo tocando con ganas temas como "Breaking the Law", "Living After Midnight" y "Electric Eye".

Aceptaste el título de Dios del Metal. ¿Cuándo sentís que representás mejor ese apodo?

[Risas] Cuando te subís al escenario todo cambia. Cuando salís ahí y agarrás el micrófono, algo adentro tuyo cambia de manera muy tangible y de repente sos el Dios del Metal. Es como cuando Superman iba a la cabina telefónica y después salía. Él salía con capa y calzas, yo con ropa de cuero.

El look sadomasoquista, con cuero negro, de Judas Priest, es inconfundible. ¿Qué consejos tenés para descubrir tu propio look?

Tener un buen look es importante desde el principio del rock & roll. Si mirás imágenes antiguas de Priest [de 1975] en The Old Grey Whistle Test, que salió en la BBC, parecíamos un poco Greta Van Fleet [risas]. Es notable. Pero pensamos: "No, esto no está bien. La música es fuerte, rabiosa, oscura, poderosa... ¡Y yo con una camisa de seda! [risas]". Ponernos una simple campera de cuero de motoquero fue, para mí, un paso muy importante. Claro, como soy un fashionista metalero gay, no veía la hora de exagerarlo y volverlo algo glorioso.

Te declaraste gay públicamente en 1998. ¿Qué aprendiste de la experiencia?

Que tenés que salir de la jaula y que no podés vivir tu vida para otra gente. Salir del clóset en un mundo que en esa época estaba dominado por machos alfa -y lo sigue estando, con todo mi respeto por las grandes metaleras mujeres- me dio mucha paz y me ayudó en mi trabajo. No podés enfocarte cuando tenés esa sombra sobre tu cabeza. Tenés que agarrarla, quemarla, destruirla. Tenés el derecho de vivir tu vida en tus propios términos.

¿Qué consejo tenés para los metaleros que se sienten encerrados en una cultura hétero y quieren salir del clóset?

No es necesario sentirte tan solo como me sentí yo. Metaleros gay: salgan del clóset y súmense a nosotros. Salgan, y diviértanse. Su vida solo les pertenece a ustedes.