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Rusia exige no beber alcohol hasta 56 días después de vacunarse del COVID-19: ¿debo hacer lo mismo?

Las autoridades rusas han elevado a 56 días el plazo por el que los interesados en recibir la vacuna contra el coronavirus deben permanecer sin consumir alcohol. Los que se vacunen deben cuidar su organismo con especial esmero durante ese periodo de tiempo si desean reforzar su sistema inmunológico ante el virus. (Foto: Kirill Kukhmar\TASS via Getty Images)

Tras la recomendación de Rusia de no beber alcohol hasta 56 días después de haberse puesto la vacuna Sputnik V contra la Covid-19, la pregunta está en el aire: ¿Los interesados en vacunarse contra la covid-19 deben abstenerse de consumir alcohol?

Según explica Anna Popova, directora de Rospotrebnadzor, el análogo ruso de los CDC de Estados Unidos, en The Moscow Times, los receptores deben abstenerse de consumir alcohol durante "42 días después de la primera inyección ya que se está formando inmunidad y hay que cuidarse".

El motivo de esa recomendación es que el alcohol puede obstaculizar la creación de anticuerpos, que son los que generan la inmunidad. Por eso, en Rusia han recomendado no beber alcohol dos semanas antes de vacunarse y hasta 56 días después. Al principio dijeron 42, pero como la segunda dosis tiene que administrar entre los 21 y los 28 días después de haber recibido la primera dosis, así se cubre ese intervalo para que la vacuna haga efecto.

“Es una tensión para el cuerpo. Si queremos mantenernos sanos y tener una fuerte respuesta inmunológica, no beban alcohol", aconseja Popova a los rusos, que se encuentran entre los mayores consumidores de alcohol del mundo a pesar de haber experimentado una disminución significativa en el consumo desde 2003.

Ni antes ni después ni durante

Se sabe que el alcohol, en general, provoca la inhibición del sistema inmunológico y por eso es recomendable, pero no está prohibido, evitar la mezcla de medicación con alcohol para garantizar su pleno funcionamiento.

"Si queremos que haya salud y autodefensa (inmune), hay que dejar que el organismo la forme. Por eso, ni antes, ni después, ni durante. Simplemente, nunca y en ningún caso", afirmó Popov a la emisora de radio ‘Komsomólskaya Pravda’, sobre el consumo de vodka y otras bebidas alcohólicas.

Esa es la razón por la que las autoridades sanitarias rusas han elevado a 56 días el tiempo que los interesados en vacunarse contra el covid-19 deben pasar sin consumir alcohol. Dos semanas antes de la inmunidad hay que dejar de consumir (alcohol). La inmunidad tarda en aparecer 21 días entre las dos inyecciones y otros 21 después”. En total, son 56 días, explica la jefa sanitaria rusa Anna Popova.

No obstante, no han tardado en producirse reacciones y opiniones contrarias a esta recomendación. Alexander Gintsburg, quien dirige el Instituto de Investigación Estatal Gamaleya que desarrolló el Sputnik V, asegura que la campaña de vacunación de Rusia no implica una prohibición completa del alcohol.

El científico ha contado al mimso medio, The Moscow Times, que a pesar de que los funcionarios de salud que supervisan la respuesta rusa al Covid-19 instan a los receptores de Sputnik V a que se abstengan de consumir alcohol durante casi dos meses, “6 días sin alcohol es suficiente para la vacuna contra el coronavirus de Rusia”.

El problema, apunta la investigadora argentina, Soledad Gori, especialista en inmunología del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), es que el consumo de alcohol en Rusia "es excesivo y crónico y hay trabajos que avalan que podría estar condicionando la respuesta inmune. A vacunas en general, no sólo la rusa”, cuenta en declaraciones al Diario Lateral.

De hecho, según este informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Rusia es el cuarto mayor consumidor de alcohol por persona en el mundo. El ruso medio consume 15,1 litros de alcohol al año.

Por eso Gori considera que es necesario contextualizar esta recomendación ya que, en algunos casos, “el consumo moderado de alcohol de hecho hasta tiene ciertos beneficios para la respuesta inmune”.

‘Cuidar’ el organismo antes y después de la vacuna

No se trata de prohibir sino de hacer comprender a la gente que el mecanismo de acción de la vacuna (ya sea la Sputnik V o cualquier otra) funciona mejor si no introducimos cualquier tipo de sustancia tóxica en el organismo. Seguramente habrás oído esta explicación o consejo médico más de una vez: no tomar alcohol si te estás medicando, si sigues un tratamiento médico o si simplemente te has tomado una pastilla para el dolor de cabeza. Y no solo por las posibles interacciones que puedan surgir sino porque se anularía por completo el beneficio del fármaco.

Por eso Popova también desaconsejó fumar antes y después de la vacunación porque el humo del tabaco irrita los pulmones y distorsiona las respuestas inmunitarias. Y los vacunados también “deben evitar los lugares públicos y reducir la ingesta de medicamentos”.

En un país acostumbrado a un consumo elevado, la abstinencia ‘forzosa’ podría generar reacciones adversas. Por eso las autoridades sanitarias aconsejan estar atento a cualquier molestia fuera de lo común y aconsejan recurrir al médico si así fuera.

Otras peculiaridades

La Sputnik V utiliza como vector un adenovirus humano, y tanto el Centro Gamaleya, desarrollador de la vacuna, como el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR), aseguran que el fármaco tiene una eficacia de más del 95 %. En su desarrollo ha participado también el Ministerio de Defensa ruso.

No obstante, según ha publicado RTVE, las múltiples recomendaciones (evitar el alcohol y el tabaco, reducir la ingesta medicamentos y no acudir a lugares públicos), unido al hecho de que 'Sputnik V' no ha completado los ensayos clínicos de la fase 3, la última del estudio para determinar su eficacia y seguridad, ha generado cierta desconfianza de los rusos hacia la vacuna.

Además, dado que los estudios no están terminados, por el momento han quedado excluidos los mayores de 60 años, que son los más vulnerables y se consideran prioritarios en la mayor parte de planes de vacunación, las personas con enfermedades crónicas, y las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

Por otro lado, las dosis deben guardarse al menos a -18 grados bajo cero y se distribuyen en pequeños frascos que contienen suficiente cantidad para inmunizar a cinco personas.

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