Sácale provecho a tu somatotipo

Biológicamente se nace perfecto, sólo la voluntad logra la excelencia.

La información genética es por excelencia el código irrepetible e inigualable que todos y cada uno de los seres vivos poseemos. Resulta increíble e impensable la variedad que existe, lejos de nuestro entendimiento, ya que las combinaciones suelen ser infinitas.

Hay quienes nacen delgados o redondos, con tejido óseo pesado, otros más robustos, etc.

Lo más interesante, es explorar hasta dónde se puede sacar provecho de nuestro físico para desarrollar nuestras habilidades.

La delgadez es apropiada para deportes de resistencia como carreras de fondo, así como para danza o Ballet.

Mientras que la robustez es ideal para deportes como judo, zumo, lanzamientos de disco o bala y halterofilia.

Existen tres tipos de cuerpos determinados por los rasgos genéticos y corporales:

1. Ectomorfo.- Gente alta, delgada, con extremidades alargadas, tórax plano y tienen dificultad para ganar músculo.

2. Endomorfo.- Son bajos de estatura, con forma redonda y tienen un metabolismo lento, el cual a su vez permite que acumulen fácilmente grasa y masa muscular.

3. Mesomorfo.- Es la gente bendecida por la genética, poseen cuerpos delgados pero tonificados y fuertes. Tienen capacidad de ganar músculo y perder grasa más rápido que los dos anteriores.

Pero aún hay más: independientemente del somatotipo, se puede adentrar en qué fibras musculares predominan más, si las rojas de contracción lenta o las blancas de contracción rápida, si la coordinación fina es más desarrollada y así existe un la facilidad para encestar la pelota o anotar un gol, o bien si se cuenta con destrezas para ejecutar ruedas de carro o saltos mortales.

Como podemos ver, la genética es mucho más compleja de lo que parece. Afortunadamente en la actualidad se cuenta con programas de iniciación deportiva y detección de talentos que marcan la orientación adecuada para cada persona, lo cual va mucho más allá del físico.

Así que para cada persona hay una o más ventanas de oportunidades, y aunque de momento no nos suelan gustar, si probamos y comprobamos cómo vamos dominando las técnicas, terminará por agradarnos y sentirnos ¨como pez en el agua¨. Por ejemplo: quizás te digan que por tus características eres apto para la natación, pero a ti te llama más la atención el Futbol Americano, puedes probar de vez en cuando sumergirte en la piscina y probarte a ti mismo – sin abandonar el deporte que te gusta -, y te sorprenderás de qué tan bueno puedes llegar a ser.

Después de todo, tú eres el artista y arquitecto responsable de perfeccionarte a ti mismo.