Yahoo Estilo Samuel L. Jackson asegura que prefiere seguir interpretando a Nick Fury que ganar un Oscar
Aunque los premios Oscar son considerados los más importantes en su área, los expertos y el público en general saben bien que hay muchas cosas detrás de cada premiación y el talento no siempre es la más importante. Grandes actores se han quedado sin un Oscar o han tardado más años de lo esperado en obtener uno, pero eso no cambia su importancia dentro de la industria. Samuel L. Jackson es uno de los grandes ejemplos de ello y es especialmente significativo por la edad en la que se volvió famoso y el tipo de trabajo que ha hecho a lo largo de los años.
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Samuel L. Jackson trabajó varios años como actor secundario y de relleno hasta que encontró una oportunidad de oro con Tiempos Violentos (94%). Para cuando la cinta se estrenó en 1994, él tenía 46 años, una edad muy tardía para encontrar la fama en Hollywood; sin embargo, él rompió con todo eso y se convirtió en uno de los nombres más populares de la industria, con muchos esperando que este mismo título le otorgara su primer Oscar. A pesar de que eso no sucedió, la atención ya estaba sobre él y las posibilidades a futuro. El actor se ha involucrado en más de 200 proyectos de todos los géneros y presupuestos posibles, demostrando que no tiene miedo a tomar riesgos.
Por supuesto, no todas las películas en las que ha trabajado Jackson han sido del agrado de los críticos, ni de sus fans. Títulos como Serpientes a Bordo (68%), Duro de Cuidar (39%) y Oldboy: Días de Venganza (41%) no son exactamente la prueba de su talento, a pesar de que claramente fueron divertidas para él como intérprete. Es en cintas como The Banker y Django Sin Cadenas (87%) que podemos apreciar su verdadero potencial. Por otro lado, su participación en el UCM, que inicio con un cameo en Iron Man - El Hombre de Hierro (93%), tampoco pasa desapercibida, incluso cuando muchos no tienen un agrado particular por estas películas.
Hace poco, Samuel L. Jackson estrenó la serie The Last Days of Ptolemy Grey (70%), basada en la novela de Walter Mosley, y que recibió estupendas críticas. La recepción fue tan buena que puso sobre la mesa el debate sobre el legado del actor y las razones por las cuales todavía no cuenta con un premio Oscar. Para algunos, todo tiene que ver con los proyectos mediocres en los que ha participado, pues llegar a este premio implica tomar decisiones laborales que ayuden a subir estos escalones. Para otros, el problema es que en el cine todavía no se le da un papel así de fuerte como protagonista, por lo que no ha podido brillar como debería.
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Aunque es bueno tener esta charla y Samuel L. Jackson aprecia el interés, para él el Oscar simplemente no importa. Si hace unos meses dijo que debió ganar por Tiempos Violentos, pero que tampoco resintió la decisión de la Academia, ahora confirma su postura al respecto. En entrevista con Los Ángeles Times, el actor aseguró que prefiere trabajar como Nick Fury que buscar papeles que lo puedan llevar al Oscar y habló sobre cómo recibió la noticia de que recibiría un Oscar honorífico:
Tan hastiado como quería estar al respecto, ya sabes, pensando: "Bueno, debería haber ganado un Oscar por esto o debería haber ganado por aquello y no sucedió", una vez que lo superé hace muchos años, ya no fue la gran cosa para mí. Siempre me divierto asistiendo al Oscar. Siempre espero recibir una canasta de regalo por ser presentador.
Pero por lo demás, ya lo había superado. Nunca dejaría que el Oscar fuera una medida de mi éxito o fracaso como actor. Mi criterio de éxito es mi felicidad ¿Estoy satisfecho con lo que estoy haciendo? No estoy haciendo películas para perseguir premios. Ya sabes: “Si haces esta película, ganarás un Oscar.” No, gracias. Prefiero ser Nick Fury. O divertirme siendo Mace Windu con un sable de luz en la mano.
Samuel L. Jackson asegura que lo que verdaderamente lo motiva a tomar ciertos proyectos es su propia experiencia como espectador, pues acepta propuestas que a él le habría gustado ver de niño o que sabe que otros podrán disfrutar por un par de horas para alejarse de todo. Además, él dice sentir mucho orgullo porque el público acude a sus películas para ver cuántas veces dirá una grosería o si dirá una frase digna de estamparse en una camisa, lo que para él revela su verdadero legado en la industria.
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