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San Lorenzo, de la mano de los juveniles, cerró el grifo de la derrota: empató con Tigre, pero le sigue costando ganar en su casa

San Lorenzo sigue sin perder en la Liga Profesional de Futbol, pero hace varios meses que no gana en su casa
San Lorenzo sigue sin perder en la Liga Profesional de Futbol, pero hace varios meses que no gana en su casa

Parecía de Tigre, luego lo igualó San Lorenzo, y finalmente quedó todo en un justo empate por 1 a 1. Los goles fueron marcados por Lucas Blondel y Adam Bareiro, de penal. Para el Ciclón surgen las dos caras de una misma moneda: sigue invicto en la Liga Profesional, aunque sumó de a uno en cuatro de sus cinco encuentros y no gana en su cancha desde diciembre del año pasado, contra Newell’s. El ojo crítico dirá que no se marchó exitoso; el ojo optimista, el que aplaudió a los juveniles en el final, que rescató un punto. Con el vaso medio vacío o medio lleno.

Como en cada partido de local, el escenario no es sencillo en el Bajo Flores. Con los hinchas azulgranas enojados en las tribunas, mientras reclamaban elecciones anticipadas, el Ciclón llegaba invicto a este cruce, aunque acumulaba más de seis meses sin ganar en el Nuevo Gasómetro (ya son diez partidos). Una cuenta pendiente de los últimos tiempos, dado que sus éxitos han sido en Rosario, Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero.

Hubo varias banderas en contra de la dirigencia de San Lorenzo
Hubo varias banderas en contra de la dirigencia de San Lorenzo


Hubo varias banderas en contra de la dirigencia de San Lorenzo

En medio del conflicto con Agustín Martegani -que quiere ser vendido y eligió no estar a disposición-, San Lorenzo recibió al vigente subcampeón Tigre. Dentro del equipo azulgrana, en el arco, Rubén Insua optó por Augusto Batalla por segundo partido consecutivo. Arriba, el DT puso de titular a Iván Leguizamón, de 19 años, una de las gratas apariciones en el comienzo de la Liga Profesional. El zurdo venía de convertirle a Arsenal y a Central Córdoba, de Santiago del Estero. Estuvo ausente Ezequiel Cerutti, con una molestia en el isquiotibial derecho. Obligado a retocar la formación, también ingresó Agustín Giay por Francisco Perruzzi, quien arrastra una dolencia en el cuádriceps derecho.

El comienzo del partido mostró un desarrollo monótono. Eran pocas las veces que le inyectaban ritmo y dinámica al juego. No tuvieron malas intenciones, al contrario, intentaron generar algunas sociedades en la mitad de la cancha, pero casi nunca concretaron algunas de sus tenues insinuaciones.

Sin embargo, a los 24 minutos, Tigre salió del letargo después de una destacada maniobra de Facundo Colidio con una diagonal a toda velocidad. La pelota le quedó al lateral derecho Blondel, que metió un enganche hacia adentro y colocó la pelota en el palo izquierdo de Batalla. El “Matador” abrió el tanteador en su primer llegada al arco rival.

De contraataque, Tigre pudo aumentar. Lucas Menossi tomó la conducción y Colidio lo acompañó de manera persistente. Le faltó la puntada final. San Lorenzo no inquietó mucho más. Descolorido entonces. Apenas un cabezazo aislado que se fue cerca del palo izquierdo de Manuel Roffo.

Los abrazos son para Blondel, autor de un lindo gol para Tigre, tras una buena jugada de Colidio
Los abrazos son para Blondel, autor de un lindo gol para Tigre, tras una buena jugada de Colidio


Los abrazos son para Blondel, autor de un lindo gol para Tigre, tras una buena jugada de Colidio

Lo cierto es que el primer tiempo se apagó sin demasiadas emociones. Todo se volvió más lento con el transcurso de los minutos. Entre pases enredados, forzados y un juego con demasiadas interrupciones, ya que el árbitro Ariel Penel sufrió una lesión muscular y tuvo que ser reemplazado por Héctor Paletta. Dio la sensación de que Tigre estuvo un poco más movedizo de la mano del voluntarioso Colidio.

Al Ciclón se lo vio más cauteloso. Con el control de la pelota, es cierto, aunque con Bareiro muy aislado en el frente de ataque. Ninguno arriesgó más de la cuenta. La gente local trataba de levantar al equipo con el clásico “¡Vamos, vamos los pibes!”. Claro, el Ciclón volvió a presentar a siete futbolistas surgidos de su semillero.

En el segundo tiempo Insua retocó algunas piezas. Ingresaron Nahuel Barrios y Luis Sequiera con la idea de darle más vértigo a los movimientos ofensivos. El equipo trató de posicionarse más adelante. De todos modos, insistió con más fervor que inteligencia.

San Lorenzo llegó al empate gracias a un error de Abel Luciatti en una salida desde el fondo. El defensor llegó tarde a un despeje, Bareiro lo anticipó y zurdo le cometió una infracción que Paletta cobró a instancias del VAR. El paraguayo le pegó a la pelota de lleno, con potencia, lo que resultó un desahogo para los azulgranas.

El paraguayo Bareiro lucha por la pelota; en el segundo tiempo anotaría el penal del empate
El paraguayo Bareiro lucha por la pelota; en el segundo tiempo anotaría el penal del empate


El paraguayo Bareiro lucha por la pelota; en el segundo tiempo anotaría el penal del empate

A partir de ahí subió la adrenalina y se advirtió la alta tensión. Ambos mostrándose con enjundia, con el corazón abierto. Blondel, otra vez, estuvo muy cerca tras un remate que se fue apenas desviado. Del otro lado, un par de corridas de Leguizamón encendieron la esperanza. Con el resultado también abierto, en medio de un cóctel de nervios y pasión. A los 40, Barrios remató en la puerta del área chica pero Roffo se quedó con la última ilusión azulgrana.

Si bien hubo varias imprecisiones a lo largo del encuentro, en el segundo tiempo los equipos llegaron a los arcos en varias ocasiones. El Ciclón buscaba refrendar el reciente éxito por 2-0 contra Central Córdoba. No se le dio y continúa en deuda en su estadio. Mirando la mitad del vaso medio lleno, sigue invicto. Algunos dirán que no es poco dentro un un clima hostil y una sostenida crisis institucional. A Tigre, está claro, le cuesta mantener el envión tras la última final disputada en la Copa de la Liga.